El Substituto

Una visita anunciada

Al fin viernes nuevamente, la semana paso volando, los trotes con Clara eran de lo mejor, le había insistido de vernos el fin de semana, pero me dijo que no podía. Mis amigos estaban todos ocupados también, no me quedaba otra que ir al bar.

 

Estaciono el auto, y veo venir hacia este, una figura negra alta y delgada.

-Amigo se lo cuido- Me dice el cuida coches. No era una opción.

-Si como no- le digo con tranquilidad,-Ahora no tengo cambio, cuando salga te alcanzo la plata, nos vemos amigo- Tanto él como yo sabíamos que no iba a estar cuando salga.

-Diviértase, se lo voy a cuidar bien- y sonríe.

 

Entro al bar, y la rubia de la otra vez está ahí, en la otra punta de la barra, con unas amigas. Me acerco al mostrador y pido una medida de whisky.

-¿Cómo se llama esa chica rubia, la de la punta de la barra con las amigas?-

-¿Otra de tus bromas Oscar?- me dice Antonio, el cantinero.

-Tengo su nombre en la punta de la lengua y se me fue- mientras me señalo la cabeza con el dedo.

-Bueno por si te olvidaste, esa piba se llama Juli, y hace tiempo que le hablas cuando venís, el alcohol te está matando Oscar-

 

Debía resolver el misterio... miro la chica y levanto el vaso hacia su dirección.

Juli me ve, y sigue hablando con las amigas, como si nada. Bueno al fin y al cabo, ni sé quién es. Veo el grupo del rincón de siempre, miro un poco la bebidas exhibidas, detrás de la barra, y empiezo a revisar el celular. ¿Qué estará haciendo Clara...?

 

-Hola Clara, ¿qué tal tu noche?- le escribo en un mensaje.

Pasa media hora.-Bien, con unas amigas salimos a tomar algo, ¿vos que tal tu noche?-

 

-¿Interrumpo?- una vos femenina que creo reconocer. Miro y era la rubia, que se llama Juli.

-¡Hola Juli!- Supuestamente la conocía.

-Hoy sí te acordás de mí..., ¿te acompaño?-

 

Ella llama al cantinero, y pide una gaseosa diet. Se ve que Juli no toma. Me quedo hablando con ella, dejando que hable, debía conocerla. Ella me estaba interesando, termine deduciendo que atiende una peluquería, y tiene dos hijos que quedaban con la madre cuando ella salía por las noches, del padre de los hijos se sabía poco y nada.

Después de unas horas de charla le digo.

-Bueno Juli, me voy yendo.

-Nos vemos Oscar- me dice sorprendida.

 

Evidentemente me estaba olvidando las cosas que hacía, es una patología grave, va ser mejor que le diga al doctor, el que me había sacado de un pozo terrible...

 

Voy hacia el auto y tenía desinfladas las ruedas, el cuida coches se vengó, reviso bien el auto, por lo menos no lo rayo ni rompió nada. No me quedaba otra que volver caminando o en taxi. Espero algún taxi... pasan media hora, y ninguno aparece. Voy a volver caminando, son solo diez cuadras.

 

Emprendo la caminata, empiezan a caer unas gotas, a los cinco minutos empezó a llover más fuerte. Sigo caminando hacia mi departamento, debía ser positivo y nombrarlo así. La calles están vacías, la noche es solitaria, como lo estaba empezando a ser mi vida. Tengo una sensación y miro hacia atrás. Veo la figura de un hombre delgado y alto que me sigue, ése era el substituto, sin duda, lo veo seguir mi ritmo, la lluvia comienza a ser mas copiosa. Me gana el miedo, y corro hacia mi departamento, escucho la pisadas mías en los charcos, van pasando las cuadras llego a mi departamento, abro la puerta con la llave, y escucho mas pisadas en los charcos que no eran mías. Cierro la puerta y le pongo la llave.

Esta vez estuvo cerca.

 

Intranquilo, miro por la ventana, fijándome su estaba ahí afuera, a lo lejos veo como se va un tipo alto y dobla la esquina, sin duda era él.

La tele prendida, otra vez me la olvide de apagar, la dejo encendida y me acuesto en la cama, comienzo a conciliar el sueño y la apago, cuando menos me doy cuenta quedo dormido.

Sueño que estoy con una persona, un tipo rubio... como yo... es mas era yo...

Me mira y me dice deformándosele la cara, "¿Si este no soy yo?", "¿Qué soy yo?"

Me despierto, una pesadilla sin duda.

Mis ojos se empiezan a acostumbrar a la oscuridad.

Lo veo a él, en un rincón a oscuras, sabía, lo esperaba, el substituto me había visitado, empiezo a tantear el velador de al lado de la cama para prenderlo, debía verlo.

Con la mano temblando de los nervios, logro prender el velador, miro y solo veo una campera negra colgada en la silla. Él había jugado bien su carta, no lo pude ver, solo me quede mirando la campera un tiempo, iba a ser difícil que me vuelva a dormir. Apago la luz del velador, miro, donde estaba la campera, y si... El substituto estaba ahí...



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En el texto hay: misterio, doble personalidad entes

Editado: 16.05.2022

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