Siguen conversando tranquilamente hasta que Gabriela le dijo a Enrique: mi amor, mi padre me quiere casar con un chico al que no amo. – él le pregunta: ¿por qué tu padre te quiere casar con ese chico, si no lo amas? – ella le responde: él dice que, aunque no lo ame, tengo que casarme con él porque tiene mucho dinero, tiene una mansión, un apellido respetado y poderoso. – Enrique le dice: bueno amor, por mi parte, pienso que tu padre te quiere proteger. – Gabriela le pregunta: ¿protegerme de qué, de que sea feliz? – él le responde: amor no seas así, tu padre te quiere proteger de una vida de pobre y él piensa que si no te casas con ese muchacho, te casarás conmigo. – ella le responde: pero mi padre sabe que a quien amo es a ti y no a Ismael. – él le responde: si amor pero él sabe que yo no tengo mucho que ofrecerte y tu vida como reina se acabaría para siempre. – ella le responde: a mí no me importa el dinero ni una casa grande, me importa es ser feliz. – él le dice: yo entiendo eso, pero, tú padre no. – ella le dice: amor lo siento, pero ya es muy tarde y tengo que irme a acostar, para levantarme temprano e irme. – él le responde: ok amor, pero ¿estás molesta? – Gabriela irónicamente le responde: no, no estoy molesta, pero me voy a dormir. – Enrique le dice: amor te voy a acompañar. – Gabriela le responde: no es necesario que me acompañes, me voy sola, para acostarme temprano y despertarme temprano (se fue y Enrique quedó solo ahí en el parque).
Gabriela llegó al hotel en 15 minutos, tocó la puerta de la habitación, le abrió la puerta Rosa, al rato Rosa le ve la cara de angustiada a Gabriela y le pregunta: ¿amiga qué tienes? ¿Pasó algo? – Gabriela le responde: Enrique está seguro de que mi padre me quiere proteger de la pobreza. – Rosa le dice: bueno amiga ya es muy tarde, conversamos mejor mañana, buenas noches. – ella le dice: ok buenas noches (se acostaron a dormir).
Al otro día, Rosa estaba cocinando, de pronto tocaron la puerta, ella fue a abrir y cuando abrió estaba un chico con una guitarra en la mano derecha, ella le preguntó: ¿quién eres, cómo te llamas? – él le responde: soy Enrique (Rosa al escuchar el nombre gritó a Gabriela): amiga llegó Enrique – Gabriela se acerca, en ese mismo momento le pregunta a Enrique: ¿qué haces aquí? – él le responde: estoy aquí para acompañarlas al puerto. Gabriela lo invita a pasar, se sentaron en un sofá a conversar hasta que llamó el padre de Gabriela, Rosa le pasa el teléfono a la amiga y Gabriela empieza a conversar con su padre, solo se podía escuchar: padre no me regañes por favor, también se escuchaba: no estoy con él. Al rato Enrique fue a acompañarlas al puerto, pero, Gabriela y él estaban tristes porque pensaban que ese sería su último encuentro, antes de llegar a Madrid (es en donde viven Gabriela y Rosa), pasaron por Miami para comprar unos regalos para su familia, a los días llegaron a Madrid, el padre de Gabriela la estaba esperando en un mega sofá para hablar con ella y se sentaron a conversar.