El sueño esperado de una neandertal

Capítulo 3

No puedo cerrar los ojos quiero levantarme y poder hacer algo, pero no… yo no puedo controlar eso.

-        Mamá.

-        Ada ve a dormir.

-        Mamá por favor tú también tienes que dormir.

-        Por favor mamá yo me encargo tú descansa un poco.

-        No puedo hija.

-        Por favor mamá- la ayudo a pararse y la abrazo.

-        Está bien Ada cualquier cosa me despiertas por favor.

-        Si mamá.

Mi mamá se va al final de la cueva con mi padre y yo dirijo mi mirada a la persona que ésta acostado solo acaricio su frente muy despacio al ver su reacción me pongo muy feliz, le sonrió con pocas lágrimas en mis ojos.

-        Ho… Hola… hermana.

-        Como te sientes.

-        Sigo fuerte… tienes un hermano para mucho tiempo.

-        Jajá eso me alegra mucho y que así sea.

-        Gracias Ada.

-        Mira como te dejaron.

-        Ellos quedaron peor.

-        Tienes sed.

Le acerco lo poco que queda de agua para que tome.

-        Ada

-        Tranquilo… duérmete a hora yo te cuidare.

Sabía qué papá está despierto sé que no puede dormir a ver que uno de sus hijos por poco muere y yo… tampoco puedo dormir…

Me mantengo sentada a lado de mi hermano veo como la noche acaba y tapar a mi hermano con la piel de animal que cazaban.

-        Hija.

Me espanto al escuchar la voz de mi papá que solamente se acercó a mí con una piel de animal que me cubrió mi espalda.

-        Ada ve a dormir. 

-        No papá… no quiero.

-        Tu mamá a hora lo va a cuidar y tu hija mía..

Dice eso para que me ponga de pie y lo mire a la cara.

-        Busca lo necesario para sobrevivir temo que no encontramos más comida ni agua.

-        Agua.., ya avía muy poca.

-        Así es y también busca plantas para tu hermano.

-        Si papá yo buscare lo que me dices.

-        Y Ada.

-        Sí.

-        Cuídate mucho.

-        Sí.

-        Yo me iré con los que no están heridos a buscar algo de comida.

-        También cuídense.

Veo como se van los hombres y yo hago lo que mi papá me pidió, corro afuera de la cueva me dirijo hacia donde se encuentra el charco de agua.

-        Ya es muy poco de agua… no sobreviviremos…

-        ¡Ya no ahí agua!.

Un grito me espanto dirijo mi vista hacia donde está esa voz.

-        Abie que haces aquí.

-        Ada perdón quería saber a donde ibas.

-        Abie es muy peligroso que venga hacia aquí sola.

-        Perdón… es que … Quería saber si todavía ahí agua.

-        Abie.

-        Crees que se deba a mi papá.

-        Que dices.

Se acerca a mí a ver el charco se agua.

-        Es que podía ver qué él se salía de la cueva y regresaba pero no sé sivenía aquí.

-        Vámonos Abie busquemos unas plantas.

Todo el camino buscamos plantas y le empecé a enseñarle a Abie cuáles son buenas aprovechaba para poder ver si encontrábamos algo de comida pero nada.

Al llegar a la cueva veo a mi mamá ayudándole a Ned a comer.

-        ¡Tía! ¡Mamá! Ya llegamos ¡Ned! – llega a lado de él y lo abraza.

-        ¡AA.!

-        Como te sientes.

-        Mucho mejor.

-        Mira Ada me dijo que con esto te ayudarán más.

-        Gracias.

-        Adonde fuiste Ada.

-        A buscar las plantas tía.

-        Te tienes que quedar con nosotras a cuidar a los niños.

-        No me pienso a quedar aquí a hacer algo que ami no me corresponde, salí a buscar las plantas que mi hermano necesita que todos necesitamos.

-        Y yo estoy aquí y solo te pido que cuides a los niños.

-        Yo por eso no tengo hijos para no quedarme aquí con algo que no estoy obligada a hacer.

-        Es por eso o porque no encuentras a un hombre.

-        ¡Ya vasta por favor!  Ada y tú cállate.

-        Yo…




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