No puedo cerrar los ojos quiero levantarme y poder hacer algo, pero no… yo no puedo controlar eso.
- Mamá.
- Ada ve a dormir.
- Mamá por favor tú también tienes que dormir.
- Por favor mamá yo me encargo tú descansa un poco.
- No puedo hija.
- Por favor mamá- la ayudo a pararse y la abrazo.
- Está bien Ada cualquier cosa me despiertas por favor.
- Si mamá.
Mi mamá se va al final de la cueva con mi padre y yo dirijo mi mirada a la persona que ésta acostado solo acaricio su frente muy despacio al ver su reacción me pongo muy feliz, le sonrió con pocas lágrimas en mis ojos.
- Ho… Hola… hermana.
- Como te sientes.
- Sigo fuerte… tienes un hermano para mucho tiempo.
- Jajá eso me alegra mucho y que así sea.
- Gracias Ada.
- Mira como te dejaron.
- Ellos quedaron peor.
- Tienes sed.
Le acerco lo poco que queda de agua para que tome.
- Ada
- Tranquilo… duérmete a hora yo te cuidare.
Sabía qué papá está despierto sé que no puede dormir a ver que uno de sus hijos por poco muere y yo… tampoco puedo dormir…
Me mantengo sentada a lado de mi hermano veo como la noche acaba y tapar a mi hermano con la piel de animal que cazaban.
- Hija.
Me espanto al escuchar la voz de mi papá que solamente se acercó a mí con una piel de animal que me cubrió mi espalda.
- Ada ve a dormir.
- No papá… no quiero.
- Tu mamá a hora lo va a cuidar y tu hija mía..
Dice eso para que me ponga de pie y lo mire a la cara.
- Busca lo necesario para sobrevivir temo que no encontramos más comida ni agua.
- Agua.., ya avía muy poca.
- Así es y también busca plantas para tu hermano.
- Si papá yo buscare lo que me dices.
- Y Ada.
- Sí.
- Cuídate mucho.
- Sí.
- Yo me iré con los que no están heridos a buscar algo de comida.
- También cuídense.
Veo como se van los hombres y yo hago lo que mi papá me pidió, corro afuera de la cueva me dirijo hacia donde se encuentra el charco de agua.
- Ya es muy poco de agua… no sobreviviremos…
- ¡Ya no ahí agua!.
Un grito me espanto dirijo mi vista hacia donde está esa voz.
- Abie que haces aquí.
- Ada perdón quería saber a donde ibas.
- Abie es muy peligroso que venga hacia aquí sola.
- Perdón… es que … Quería saber si todavía ahí agua.
- Abie.
- Crees que se deba a mi papá.
- Que dices.
Se acerca a mí a ver el charco se agua.
- Es que podía ver qué él se salía de la cueva y regresaba pero no sé sivenía aquí.
- Vámonos Abie busquemos unas plantas.
Todo el camino buscamos plantas y le empecé a enseñarle a Abie cuáles son buenas aprovechaba para poder ver si encontrábamos algo de comida pero nada.
Al llegar a la cueva veo a mi mamá ayudándole a Ned a comer.
- ¡Tía! ¡Mamá! Ya llegamos ¡Ned! – llega a lado de él y lo abraza.
- ¡AA.!
- Como te sientes.
- Mucho mejor.
- Mira Ada me dijo que con esto te ayudarán más.
- Gracias.
- Adonde fuiste Ada.
- A buscar las plantas tía.
- Te tienes que quedar con nosotras a cuidar a los niños.
- No me pienso a quedar aquí a hacer algo que ami no me corresponde, salí a buscar las plantas que mi hermano necesita que todos necesitamos.
- Y yo estoy aquí y solo te pido que cuides a los niños.
- Yo por eso no tengo hijos para no quedarme aquí con algo que no estoy obligada a hacer.
- Es por eso o porque no encuentras a un hombre.
- ¡Ya vasta por favor! Ada y tú cállate.
- Yo…