El talismán.

Capítulo 1.

  ─Sé que duele, cielo, pero tu tolerancia al dolor es bastante baja y tenemos que trabajar en ello─el gemido de dolor de Alissa lo hizo hacer una mueca─, bloquéalo, Lissa, está en tú mente y puedes hacer que pare, sólo debes apagar el interruptor en tu cerebro.

  ─No... no puedo... es... demasiado─le costaba bastante concentrarse, no dejaba de pensar en el dolor alrededor de sus muñecas y tobillos.

  ─Bien─chasqueo los dedos haciendo que las cadenas que mantenían sujetas a su nieta desaparecieran─, terminamos por hoy─sacó un frasco de su bolsillo y derramó un poco de su contenido en las heridas haciendo que Alissa ahogara un grito de dolor─, lo lamento, va a ayudarte a que sanen más rápido y sin marcas.

  ─Lamento... lamento hacerte perder... el tiempo─intentaba controlar su respiración, pero seguía sintiendo dolor.

  ─No es una perdida de tiempo, pero me preocupa que no puedas tener control sobre tu cuerpo─suspiró─, creo que tienes demasiadas cosas aquí dentro─le dio unos leves golpecitos en la frente con su dedo índice─, y hasta que no las aclares, no podrás avanzar en ese aspecto.

  ─No puedo hacerlo, lo intento, pero no logro hacerlo, es imposible─levantó uno de sus brazos y observó como las heridas de su muñeca comenzaban a cerrarse.

  ─Tienes prohibido volver a decir eso, incluso en tu mente, ¿entendido?─la apuntó con el dedo─, no hay nada imposible para un Saintcox, y sí Calder estuviera aquí, estoy seguro que te diría lo mismo respecto a los Maintless─Alissa bajó la mirada─, por tus venas corre sangre de dos de las familias más poderosas.

  ─¿Qué hay de los Roadlight?─sus ojos volvieron al rostro de su abuelo─, ¿ellos también son poderosos?─él frunció un poco el ceño por la pregunta.

  ─Si, lo son, también pertenecen a los cinco pilares.

  ─¿A los cinco qué?─su abuelo rió un poco.

  ─Algunas veces olvido que creciste muy apartada de todo esto─suspiró─, los cinco pilares es el nombre que los Kayrells le dan a las cinco familias más importantes dentro de Scarlervart.

  ─Así que, sí los Saintcox, los Maintless y los Roadlight pertenecemos a los cinco pilares, ¿quiénes son las otras dos familias?.

  ─Los Breastplate y los Fleeingeer.

Alissa sintió una punzada al oír a su abuelo mencionar a los Breastplate, no era que les tuviera rencor por lo de Kyle, pero sentía que algo raro sucedía con ellos, lo creía así desde aquella vez que habían huido dejando a Connor y a Leyla a su suerte frente a Rafael a pesar de haberlos salvado.

  ─¿Por qué no están aquí?─lo miró con confusión─, ¿por qué nadie los había mencionado?.

  ─Los Breastplate se fueron mucho antes de que la orden desapareciera, pero cuando se enteraron de que estábamos libres, se pusieron en contacto con el resto de los pilares que aún quedábamos en el pueblo, porque el único Roadlight que seguía con vida escapo incluso antes que los Breastplate─su abuelo rodó los ojos─, nos ofrecieron crear un nuevo pueblo argumentando que, con nuestro poder y dinero, podríamos fundar una nueva sociedad─suspiró─, los Fleeingeer aceptaron de inmediato, aunque, sí me lo preguntas, siempre han sido unos cobardes.

  ─¿Por qué no aceptaron, abuelo?.

  ─Bueno, Scarlervart es lo único que conozco, éste lugar me ha dado los momentos más felices de mi vida, aquí encontré a tu abuela y vi nacer a mis dos hijos─sonrió─, ellos le llamaron sentimentalismo, yo le llamo lealtad a mis raíces.

  ─¿Y el abuelo Calder?, ¿por qué no aceptó?.

  ─Las razones de Calder fueron más altruistas─ambos se pusieron de píe─, mucha gente necesitaba ser curada y los Maintless son sanadores por naturaleza.

  ─¿Y los Saintcox qué somos?.

  ─Guerreros, siempre lo hemos sido─se encaminaron a la mansión al notar que era hora de que volvieran─, dentro de los Kayrells hay cuatro divisiones distintas: Sanadores, Guerreros, Mentores e Inactivos, y tú eres la mezcla de las mejores divisiones, Sanadores y Guerreros, es por eso que no quiero que vuelvas a decir que algo es imposible para ti.

Alissa asintió como sí fuera una niña pequeña a la que acababan de regañar mientras pensaba que aún había muchas cosas que debía aprender sobre los Kayrells.

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La mesa del comedor de la mansión Maintless estaba en silencio, era la primera vez que veía a ese lado de su familia y, a decir verdad, no estaba resultando como lo había esperado.

Sus padres la habían convencido de ir esa misma tarde después del entrenamiento, al principio no estaba segura de querer hacerlo porque no se sentía preparada mentalmente, pero al ver a su madre tan emocionada no pudo negarse durante mucho tiempo.

El hogar de los Maintless era más pequeño que el de los Saintcox y, aunque ahí vivían más personas, a Alissa le seguía pareciendo un exceso.



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Editado: 31.03.2018

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