XIII. EL EJERCITO DE LUZBELL LLEGA A LA TIERRA

Al caer la noche Chantal tenía la comida lista, sonó el timbre y corrió feliz, sabía que era su alma gemela. La desilusión se reflejó en su mirada cuando abrió a puerta.

-Dime que pasó con Yemo y esa china japonesa-. Yuridia preguntó mientras pasaba y se sentaba en el sillón, Chantal la siguió.

-Pues no era lo que pensábamos, es su prima, su tía Ángeles la adoptó, él me ama Yuri, ¡me ama!, me lo demostró hoy-. Una sonrisa resplandeciente iluminaba el rostro de Chantal.

-Oooquei, se nota por esa sonrisa que por fin tuvieron su rato feliz-. Yuridia la empujaba con el hombro mientras que Chantal se ponía colorada. –Quiero detalles.

-Pues no terminamos de hacerlo, cuando estábamos en ropa interior sonó su celular, me parece que era Gabriel.

-¿Gabriel? ¿Y cómo de qué tienen que hablar esos dos?

-No estoy segura pero creo que es por las veces que vino, la vez que fue a la escuela, me encanta que Guillermo me cele, es tan tierno y tan varonil.

-Pues espero que no vaya a meterse en problemas.

Chantal torció la boca, dudando de lo que esperaba el destino.

-Buenas noches niñas, ¿Qué tal estuvieron sus clases el día de hoy?-. Llegaba Cristina, se notaba cansancio en su rostro.

-Ma´ te preparé un caldo de pollo, ¿quieres que te sirva?

-¿Y eso?

-¿No puedo preparar la comida?

-Sí, pero me sorprende, no eres la hija más hacendosa que existe en el planeta, pero gracias, ¿Yuri te quedas a cenar con nosotras?

-¿Y envenarme con la comida de Chantal?-. Chantal puso cara de pocos amigos. –No me lo pierdo por nada, los sacrificios que una hace por sus amigos.

Las mujeres pasaron a la cocina y se sirvieron el caldo de pollo, tuvieron una cena tranquila, Chantal estaba desesperada por saber de Gabriel, durante la cena recibió un mensaje de texto que decía que se verían mañana temprano.

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En El Cañón de Juchipilla viejos amigos de los arcángeles aparecían, Amy, Astaroth, Azazel, Baal y Mephistopheles se materializaban en jóvenes atractivos. Su trabajo de alterar el Omnes a su favor estaba por comenzar.

Caminaron por el centro de Nochistlán y se dirigieron al hotel principal. Cada uno tomó una recamara. Amy pidió servicio al cuarto y una botella de tequila, cuando visitaba el mundo de los humanos le gustaba disfrutar de sus bebidas embriagantes.

A excepción de Astaroth que iba a visitar a una vieja amiga de una víctima que usó para robar sus memorias y apoderarse de su cuerpo el resto fue a visitar un club para caballeros, pretendían dar rienda suelta a sus bajas pasiones humanas.

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Chantal estaba en su habitación metida en la cama y abrió la carta que le había escrito su novio, entre lágrimas dio un brinco porque vio una sombra a través de su ventana, parpadeo y se limpió las lágrimas, cuando miró otra vez a la ventana la sombra ya no estaba.

Suspiró y al querer continuar con la lectura una mano tapó la carta, quedó paralizada, no podía gritar, su corazón se detuvo en una milésima de segundo.

-Hola mi reina, tanto tiempo sin vernos-. Una sonrisa siniestra la miraba.