—Entonces, no hay más nada que decir— responde Royer, hermano mayor de los hermanos Fernsby—Seller, pon en marcha la operación. Quiero a los mejores trabajando en este caso.
Asiento y me levanto de mi asiento tomando el folder que estaba enfrente de mí, salgo de ahí y camino por el largo pasillo. A mi derecha la pared era completamente de vidrio blindado y se podía ver el estacionamiento y más allá tierras vacías y al fondo el bosque que rodeaba al edificio entero de la organización.
Esto era un trabajo algo pesado, no tenía idea de que la familia real recibía tantas amenazas cada día. Pensé que eso solo se veía en películas, pero que ingenua fui.
El grupito que había planeado el ataque de este fin de semana solamente queda dos vivos los cuales aún siguen prófugos, los otros ocho lo hemos pasado a mejor vida en esta semana. El problema ahora es que, esos dos aún siguen causando problemas, se unieron a unos de los hombres más peligrosos del mundo, estaba en la lista negra y en más de trece países lo buscaban. Fue el causante de muchos ataques que han dejado al mundo entero atónito, la última vez que se le vio fue hace un año cuando ataco cerca del palacio de Buckingham. Solamente fue a veinte calles, ese día era el aniversario número diez de nuestros reyes.
Hizo explotar una cafetería entera en donde había un aproximando de veinticinco personas en el local, incluido los trabajadores y diez transeúntes resultaron heridos. Fue una total locura ese día, la bomba estaba ahí desde hace una semana y la hizo explotar justamente a las cuatro de la tarde de ese día.
Si no fuera por los tres grandes quienes estuvieron presentes en la reunión que solicito el rey con todo el personal de seguridad y eso me incluía a mí, pero me dieron orden de que, siguiera con mi trabajo. Durante nueve años he tenido la dicha de no volver a ver su cara desde aquel desastroso día, sabía que, si no quería verlo tenía que conseguir un mejor trabajo, pero es que ¿Te irías si ganaras al año 1.56 libras esterlina? No ¿verdad? Con ese dinero le estoy dando una buena vida a mi familia, por ende, no me importaría verle la cara al imbécil con esa suma de dinero. Ni que estuviera loca me voy de aquí.
Entre al ascensor mirando la hora en mi reloj, faltaban tres minutos para las doce. Me quedaba una hora para mi día libre, estaba algo cansada, pero supongo que ir al cine y luego por un helado con esos traviesos no sería malo, así despejo la mente por un rato de mi trabajo.
Bajé al piso diecinueve en donde estaba mi oficina, al salir me encontré con tres chicos del departamento de información. Respondí su saludo y caminé a mi oficina.
Vi a Bonnie hablar con Oliver del equipo Z.
—Que bueno que los encuentro a ambos—digo y me miran asustados. No era una sorpresa para mi saber que esos dos tenían algo—reúnan al equipo Z y al equipo C en el salón, hay nuevas órdenes de arriba que hay que cumplir.
Oliver asiente y se retira, Bonnie me sonríe avergonzada—de inmediato me pongo en contacto con todos, señora.
—Bien—respondí—cuando estén todos en el salón me llamas—entre a mi oficina y me senté poniendo el folder en la mesa. Mire por el ventanal que estaba a la derecha, viendo el día muy bonito para salir en familia.
Tenía dos días a la semana libre y los utilizaba para salir con Angelina, Lucían y papa quien ya estaba jubilado y la señora Amelia. Era como mi abuela, la había conocido cuando estaba en la calle llorando descontroladamente cuando tenía ocho meses y fui...
—Señora— la voz de Bonnie me hizo regresar a la realidad y la miré—ya todos la esperan.
Asentí respirando hondo caminando hacia la salida, camine por el largo pasillo y doble a la izquierda al final de este, camine un poco más y volví a doblar a la derecha viendo la puerta gris al final del pasillo que llevaba a la sala de operaciones en donde planeaba las misiones con los equipos.
La organización no solo contaba con seis equipos, también había guardias de los nuestros en el palacio cuidando más de cerca a la familia real.
Entre y el bullicio que había se detuvo y las ocho personas que estaban charlando amenamente se giraron para verme tragando saliva.
Camine hasta pararme delante de la pantalla que había en la pared con el símbolo de la organización en grande, mire a cada uno y me senté en la silla cómodamente.
—Hay nueva información de los dos fugitivos—dije—al parecer se unieron a Aleixandre browen lo que es un problema ahora. Todos sabemos perfectamente de lo que es capaz este tipo y ahora cada vez más se le unen más personas y creo que están planeando algo muy grande porque, no solamente esos dos se unieron, también Chasity Moore, Angus Miller y Conall Williams, así que lo que planean no es nada bueno.
—Mierda—murmura Oliver— ¿Qué es lo que haremos ahora?
—Si—concuerda Aliandra—debemos estar listo, estas personas... necesitan ser encerrados para siempre.
—Ah... No—niega Andrew ¿recuerdan mi viejo amigo Andrew? Pues ahora trabajamos juntos. Era del FBI y fue reclutado aquí—esa gente necesita un VIP al infierno, pero ya.
—Cierto—concuerda Alexa—hay que hacer eso, cuando lo veamos, listo, un disparo a la cabeza y nuestros problemas resuelto.
—No podemos hacer eso—responde Abraham—hay que interrogarlos primero, tienen que devolver el dinero que han robado y llegar a un acuerdo con los demás países que también los buscan y ahí se decidirá si tienen que ir a la silla eléctrica o no.
Editado: 01.03.2022