El ultimo abrazo

  Vegas se aferró al pequeño cuerpecito de su hijo, lo abrazó muy cerca de su débil corazón, sabía que ésta sería la última vez que lo sostendría en sus brazos; que olería su perfume, que oiría decirle papá con su dulce voz.

  Giró la cabeza para ver al amor de su vida, él sonreía como la primera vez que lo vio.

   Era una sonrisa que derretía la maldad de cualquier persona, Pete tenía ese poder, calmar el hambre en las almas de los hombres solo con su sonrisa. Una sonrisa que iluminaba el lugar más oscuro del mundo.

  Este  era el hombre que él amaba, alguien que le obsequio el regalo más valioso para alguien como él; lo había amado sin prejuicios, lo amo cuando nadie más lo hizo, lo amo cuando más lo necesitaba y ahora justo aquí, lo amaba sin tapujos sin remordimientos y sin juicios. 

  Vegas amaba a Pete más que a la vida misma, pero era hora de despedirse. 

  Sus amigos estaban ahí, su familia también. 

 Todos los que eran cercanos a él estaban allí.

 Se acercaron de uno en uno para fundirse en un abrazo, el último abrazo. 

  Su cuerpo dolía, pero no sabía porqué no de la manera que imagino que dolería al estar en el umbral de la muerte.

  Él último en acercarse fue Pete, su amigo, su amante y esposo, el padre de su hijo. 

  Cuánto amor le había dado, cuánto tiempo llevaba puesto en esta relación y aún así no era suficiente, nunca sería suficiente el tiempo que pasase junto a Pete, pero él tiempo era su enemigo, él maldito tiempo que se le agotaba y no había cosa alguna que pudiera hacer, salvó esperar el final que se acercaba, podía sentirlo cada más cerca, lo olía porque su hedor era de muerte, lo presentía y para este momento, lo anhelaba, el final, el delicioso y cálido final ya estaba aquí. 

  Extendió su mano para tocar por última vez la cara su gran amor, sentir su piel blanca bajo su tacto, le sonrió una vez más, le dijo cuánto lo amaba y su mano descendió con suavidad hacia la cama en la que ahora yacía muerto.

                                       UN AMARGO FINAL