El Último Ángel

Capítulo VI

Un mes después todo está tranquilo, Saurs ha vuelto a su habitación, Diamen no ha vuelto a aparecer, lo que me sorprende pensando en la última vez que vino, había dicho que lo volvería a ver pronto. Eso hizo que estuviera todo este tiempo con miedo de que apareciera. Tengo una extraña sensación, como si estuviera cerca, esperando el momento adecuado para aparecer. siento como si supiera que es lo que hago, quienes me rodean, hasta lo que como.

Ahora mismo estoy sentada en el salón del castillo junto con Addalia, que me habla sobre cómo fue la llegada de sus padres aquí. Pronto tenemos clase, no he visto a Saurs en todo el fin de semana y para ser sincera tengo ganas de verlo.

—Mi padre se enamoró de mi madre ni bien la vio en la inauguración de la torre de alquimia. Ambos trabajaron juntos. Pero mi madre no se enamoró de él, hasta después de dos años. Mi padre la espero todo ese tiempo ¿no te parece tan romántico?— la verdad es que si, la historia suena muy dulce, y por todo lo que me ha contado se nota que sus padres se quieren sin medida.

—Es una hermosa historia— sonríe satisfecha con los ojos desbordando emociones y larga un suspiro

—Ah, ojala tenga una historia como la suya— parece perdida en su imaginación

—creo que es mejor que crees tu propia historia, ya sabes cómo termina esta o no. Es más emocionante cuando no se sabe el final— larga una risita.

—A veces me pareces tan inocente como una niña y otras muy madura— ¿alguien más me considera inocente en este castillo?

— ¿Por qué inocente?— en cierto grado me molesta.

—De verdad a veces parece que hubieses nacido ayer— siento como si estuviera dándome una indirecta —hasta todavía me sorprende de que no te hayas dado cuenta de que el profesor está loco por vos— doy un respingo, ¡qué directa es!

—Eso está en tu imaginación— aunque en realidad ya lo he escuchado una vez de la propia boca de Saurs mientras me hacia la dormida.

Addalia me da una mirada como diciendo que no me haga la tonta. No puedo evitar reír mientras miro al cielo. Esta chica es un caos, pero uno muy divertido.

—Vamos sé que tienes algo para contarme.

—El día que me desmaye en clases lo escuche hablar con la doctora Gebra— murmuro y ella abre los ojos.

—Sé qué hace mucho tiempo ellos fueron pareja— es verdad, ellos lo habían dicho.

—Bueno me hice la dormida, para escuchar lo que decían— parece que la he hecho emocionar con mi acto de picardía. —le ha dicho a ella que le gustaba.

La veo abrir los ojos enormes mientras se tapaba la boca. Creo que no puede creer que haya descubierto algo así.

—Dios mío, ¡Ves! ¡Te lo dije! ¡Está loco por ti!— enseguida le hago señas de que baje la vos.

—No grites alguien puede oírnos— justo cuando digo eso, veo a Saurs mirándonos del otro lado del salón con su libro yendo a clases. Nos ha oído. —te ha oído.

—No sabe de quién estamos hablando asique no hay problema con eso— excepto porque sé que después me preguntara de quien estábamos hablando —ustedes parecen muy cercanos y siempre estas cerca suyo ¿es por alguna razón?— siento otra indirecta por ahí o me lo estoy imaginando

—Es quien me ayudo además de ti cuando llegue al castillo, por eso estoy cerca de él, me siento más protegida— parece estar pensando en algo.

—Me gustaría saber porque el rey Adaonn te trata como te trata, no quiero sonar como Fronz, pero tienes que admitir que eres especial para el también— ¡¿Cómo diablos contesto a eso?! Pero ella no parece esperar una respuesta — ¿puedo saber el por qué?— ¡¿Dónde me meto ahora?!

—Señoritas la clase ha comenzado, ¿por qué no están allí?— Saurs interrumpe a Addalia, y suspiro más tranquila ¡me ha salvado! Me mira preocupado ¿sabrá que ella me estaba tratando de indagar?

—Lo siento se nos ha ido el tiempo hablando— se levanta y pasa delante suyo hacia el aula.

Cuando yo hago lo mismo Saurs me mira curioso, parece preocupado de que le haya contado algo. Sabe que no se mentir aun, asique entiendo su preocupación.

La clase termina, luego de incesantes miradas de Saurs, que Addalia noto y me lo hizo sabes con codazos y sonrisitas. Pero sabía que él me miraba preocupado por lo que paso antes de entrar aquí. Pensé que me pediría hablar antes de que saliera del aula, pero se sentó en su banco y empezó a buscar algo en su libro. Tal vez podría quedarme para preguntarle como escapar de las preguntas de Addalia, me despido de ella para hablar por fin con Saurs. Quiero saber porque no lo veo hace tanto, siempre anda cerca mío. Estaba muy concentrado mirando libros.

Cuando ya nadie quedaba en el aula, termino por darse cuenta de que había alguien que todavía no se había marchado. Enseguida cerró el libro y se acercó a mí. Parece que él también quiere hablar conmigo.

Siguió de largo y cerró la puerta detrás de mí. En privado, claro está.



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En el texto hay: angeles, demonios, angeles caidos

Editado: 26.09.2018

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