El Último DÍa De La Tierra

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Leo.


 

—¿Crees que la encontremos viva?—Giré mi rostro hacía Cage quién trazaba líneas en el mapa ubicando las posibles zonas dónde estaría el grupo. Esa misma pregunta me la hacía yo, si lo que Madeline decía era cierto, las posibilidades de encontrar a Lía con vida eran nulas.


 

—Yo espero que si, por el bien de Eva—Observé a mi chica, sentada con Madeline compartiendo vivencias de lo que alguna vez fue su vida antes de que todo se fuera a la mierda. Y me pregunté cómo era Eva antes de todo, ¿Cómo sonreía? ¿Cómo reía? ¿Amaba a alguien? ¿Era feliz?


 

—La amas ¿No?—La voz de Cage me hizo desviar la vista, alce una ceja.—No tienes que hacerte el duro conmigo, hasta un ciego podría darse cuenta de ello—La observó por unos minutos para después observarme a los ojos—Eva te va a necesitar más ahora ¿Entiendes? La posibilidad de encontrar a Lía, tio, la va a destrozar


 

Lo sabía.


 

—Cage, cuidala si no estoy


 

—No me vengas con mierdas amorosas ¿Vale? No voy a cuidarla por que tú lo harás, ya, aún hay un trío pendiente


 

Hijo de puta.


 

¿Prefieres estar al frente o detrás?


 

Sonrió—¿Prefieres besarme a mi o a ella?


 

Durante el camino al siguiente pueblo Eva se mantuvo durmiendo, Cage nos seguía en su camioneta con Madeline de acompañante. Serían unos dos o tres horas hasta la tortuga, un pueblito costero que vivía del turismo y la pesca. Cómo muchos pueblitos en la zona se abastecían de la pesca y los cultivos, hacía unos meses lo habían intervenido por que sospechaban que uno de los científicos del proyecto Nemesis I se encontraba aquí, Bravo I, mi escuadron fue el encargado de joderlo todo.


 

Eva se removió en su asiento, la vi restregar sus ojos antes de estirarse—¿Falta mucho?


 

—No, estamos por llegar—Asintió viendo por la ventana, cerca del cruce estaban unas camionetas estacionadas.


 

—¿Quiénes son?


 

Apague el motor de la camioneta cuándo estuvimos frente a los tipos con máscaras que nos apuntaban con M16, tomé mi rifle y baje. Cage se unió a mi unos minutos después—Bajen las armas—Exigió el que parecía ser el líder, llevaba una máscara negra con una calavera blanca. Yo no seguía órdenes de nadie, yo las daba.


 

—Dile a tus amigos que bajen las armas o habrá una masacre—Cage rió.


 

—Cómo te gusta dar órdenes, eh, hijo de puta


 

—Vamos a disparar si no bajan las armas—Aviso antes de quitarle el seguro a la M16 que llevaba.


 

—Tú le disparas y yo misma te vuelo los sesos—Advirtió con determinación en su voz, Cage hizo un comentario obsceno cómo siempre solía hacer mientras Eva evitaba reírse por sus idioteces.


 

—¿Eva?—Dijo el enmascarado, Eva frunció el ceño sin dejar de apuntarlo y cuándo éste se quito la máscara el entendimiento cruzó su rostro. Yo estaba tan confundido cómo Cage.


 

—¿Luke? ¡Oh, por Dios, Luke!—Ella parecía aliviada de verlo mientras el castaño se acercaba a ella y la envolvía en sus brazos.


 

—No gruñas o comenzaré a creer que eres uno de ellos—Se burló Cage, no tenía tiempo para sus idioteces. El castaño tomó las mejillas de Eva y cuándo acercó su rostro al de ella me encamine hasta ellos y rodee la cintura de Eva y la acerqué a mi.


 

—¿Y tú quién eres?—El tonito altanero con el que se dirigió a mi me molesto, solté a Eva para encararlo. Oí suspirar a Eva antes de tirar de mi brazo.


 

—Él es Luke, el papá de Lía—Lo señaló. Así que éste idiota era Luke, el tipo con el que había estado intentando comunicarse, ¿Cómo no me di cuenta antes?—Él es Leo...


 

—Su novio—Aseguré, tomándola de la cintura y acercándola a mi. Una pequeña sonrisa cruzo mis labios cuándo vi su cara de irritación.


 

—Luke, Lía, alguien se la llevo—Él tomó sus mejillas y negó.


 

—Quita tus putas manos de ella—Brame.


 

El castaño giró los ojos—Tengo algo para ti, hermosa


 

¿Hermosa?


 

¿Quién se creía éste idiota para...?


 

Mi cuerpo se paralizó al igual que el de Eva cuándo la silueta de la pequeña rubia de ojos azules apareció en nuestro campo de visión, mis ojos no daban crédito a lo que veían y el cuerpo de Eva comenzó a temblar. Habían pasado meses desde que la habían raptado y tenerla aquí, frente a nosotros era una pequeña gota de esperanza—Ve, preciosa


 

Le di un empujón y ella con pasos torpes camino hasta la pequeña, Lía soltó un mami antes de correr hasta Eva y fundirse en un abrazo. Podía escuchar los sollozos de Eva mientras le susurraba a Lía cuánto la amaba—Joder, creo que voy a llorar—Cage hizo su aparición, tenía una sonrisa mientras veía el reencuentro entre madre e hija.


 

—Si ese grupo sigue robando niños lo mejor que podemos hacer es irnos a la tortuga o tal vez...


 

—¿Irnos?—Interrumpió el castaño, el rostro de Cage se giró para verlo—¿Quiénes? ¿Mi hija y Eva? No te equivoques, soldadito. Pudiste mantenerlas a salvo pero ellas se irán conmigo


 

—¿Contigo?—Solté una carcajada sarcástica mientras me acercaba a él, ambos nos retabamos con la mirada—¿Dónde estuviste cuándo Eva te necesitaba? ¿Cuándo perdió a Lía? No vengas a joderme con eso de que vas a llevártelas por que no lo voy a permitir


 

—Son mías, ambas—Sentenció con arrogancia, estaba perdiendo la puta paciencia y si seguía provocándome le iba a partir la carita de muñequita que tenía—Se acabó el juego de la casita con Eva por que voy a llevármela, lo siento, soldadito—Apreté mis puños, el tonito altanero me estaba cabreando y ya había pasado mi límite de tolerancia—¿Te has enamorado de ella? Le pediré que piense en ti mientras me la follo




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