capitulo 7 (un entrenamiento digno del rey)

       La tierra lodosa se incrustaba en las botas de Lucy que andaba a paso firme sin mirar hacia atrás, con la espalda erguida y los sentidos atentos a cualquier movimiento raro que pudiera detectar, había estado tensa durante días, se sentía agotada aunque la llegada de Avi le había quitado algo de peso de los hombros, aun confiaba del todo en él, presentía algo raro en todo su pesar pero sin prueba poco era lo que podía hacer, lo único que le quedaba era ver que tanto podía sacar de eso y llegar a su destino.

     Miro ligeramente sobre su hombro a Frederick que caminaba con la mirada en el suelo, aquella mirada ensombrecida del expríncipe le decía que algo removía sus pensamientos, sabía que aquella explicación sobre su pasado había quedado en nada, pero tampoco podía decirle todo a Frederick, no sabía si lo entendería, ella aun no lo hacía además de que todo su pasado era mas tristeza que nada.

     Lucy miro nuevamente al frente, el calor iba aumentando en tanto bajaban a la costa, había un pueblo cerca, pero no sabía en qué estado estaría o si aun estaría de pie, entendía que los cazadores comenzaban a moverse más rápido, nadie se detendría hasta encontrarla y a Frederick, Lucy respiro profundamente esperando que aquella briza algo salada le dijera que todo estaba bien después de aquel silencio.

   Avi hablaba sin paras, pero ella apenas había musitado palabra alguna, en parte se dejaba llevar por las risas de sus compañeros recordándole aquellos momentos en los que era niña, pero aquella risa se había apagado, cada recuerdo que tenia estaba más ligado al dolor que a otra cosa, había lamentado haber recuperado la memoria hacía mucho tiempo, pero algo bueno le había traído, podía comenzar de nuevo al menos a los ojos de los demás.

     El camino se había tornado difícil mientras atravesaban la maleza y ramas caídas de los arboles evitando completamente los caminos principales, aquellos días de camino había sino no muy tranquilos, se habían topado con algunos soldados que hacían algunas rondas o transportaban cosas al reino, pero Lucy se había encargado de ellos, sus heridas estaban totalmente curadas, pero no sabía cuánto duraría aquella sanación, entendía que nuevamente tendría que pelear.

      Lucy tenía que proteger a Frederick y probablemente salir herida de nuevo, pesaba que Avi la curaría, pero aquella idea se iba opacando por un miedo atroz a la muerte, pensaba en si saldría viva, qué era lo que harían entonces, había dejado instrucciones en su campamento a su padre de que en caso de que ella muriera alguien tendría que ir por Frederick y continuar, y a quien había dicho esas palabras con una decisión de hierro, un miedo profundo se albergó en su mente, no quería morir, aquella idea la atormentaba siempre que salía a pelear, pero tenía que hacerlo.

     Frederick caminaba detrás de Lucy hundido en sus pensamientos, sabía que había algo que ella no estaba diciéndole, pero aquel sentimiento de confianza no le permitía cuestionar sus decisiones, quería saber que era aquel sentimiento preguntándose por qué confiaba tanto en ella, sabía que había una dulzura y bondad que no dejaban de rondarle por la mente, ella había asesinado a mucha gente, el mismo lo había visto el día que lo había liberado, pero confiaba en ella, en sus intenciones, aunque desconocidas aun, mientras más se forzaba por mirar en sus recuerdos más se topaba con una neblina en su mente, su encierro y poca esperanza de salir había hecho olvidar cosas y solo podía ver la oscuridad de su celda, su encierro, su sufrimiento.

     -Un riachuelo -grito Lucy sacando a Frederick se sus pensamientos.

     Frederick levanto la vista observando como Avi y Lucy corrían al pequeño riachuelo que atravesaba su camino, pero Frederick se detuvo cerca de un par de árboles observando atentamente a Avi que como un adulto recogía agua en una cantimplora, desmontaba un pequeño campamento y buscaba en la cercanía alguna hierbas comestibles y bayas, y luego miro a Lucy en tanto se escapaba una ligera risa mientras la observaba deshacerse de sus botas y chapotear en el riachuelo como una niña, él intentaba recordad si alguna vez había hecho eso, si alguna vez había estado en el bosque, si alguna vez aquellos hermosos recuerdos volverían;

     Entonces un fugaz recuerdo llego a él dejándolo estático, el recuerdo de un estanque, árboles y flores alrededor y en medio del estanque, una niña pequeña con un vestido blanco que apenas y tocaba la superficie del agua, Frederick solo pudo ver un rostro completamente ensombrecido y un cabello rubio corto hasta los hombros que brillaba con los rayos del sol y se hondeaba con el viento, aquella niña lo miraba con una enorme sonrisa, gritando su nombre llena de entusiasmo, Frederick volvió a la realidad escuchando como Lucy lo llamaba alegremente jugando con el agua.