Intentas acariciarlo y como si lo espantaras, el perro sale corriendo
-Hey! Amigo! Ven aquí!- gritas mientras el cachorro sale corriendo.
Cómo acto reflejo decides seguir al perro. Das la vuelta a la esquina y vez que el perro dió la vuelta a la otra esquina.
Sabes que tus 2 piernas no son suficientes para 4 patas hechas para correr de un perro.
Vez por dónde va el perro y te regresas a por la bicicleta. Das la vuelta a la bicicleta y te subes rápidamente sobre ella, pedaleas y pedaleas en dirección por donde fue el perro.
Derecha, izquierda, izquierda...derecha? Otra vez, por la derecha? O izquierda?.
Das varias vueltas en busca del pequeño animal.
-Chico!, Amigo! Tengo comida! Vamos! Ven aquí!- vas gritando por las calles esperando que el perro te ladre o aparezca.
20 minutos aproximadamente pasaron desde que buscas y gritas, cansado(a) de dar vueltas y más vueltas.
-Ya he pasado por aquí. Siento que ya he estado aquí...- susurras mientras miras las casas y árboles secos.
Intentas recordar mientras pedaleas, de un segundo a otro caes de cara hacia el suelo; chocaste con un pequeño bache pronunciado que hizo que caigas hacia adelante y la bicicleta por el aire, como si hubieras intentado dar una vuelta en el aire sin éxito.
Pones tus manos para que la caída sea menos dolorosa, sin embargo te abres la ceja. Como en cámara lenta y pensando que solo fue una caída, lo que parecía sentir la rueda de la bicicleta choca sobre tu cabeza y hace que te golpees contra el suelo.
Lo último que viste antes de que todo se pusiera de negro fue el suelo.
Como si recién despertaras de un sueño de muchas horas sientes la cara húmeda, tus ojos se abren poco a poco, visión borrosa, no logras distinguir nada. Comienzas a definir tú visión y lo primero que vez es una lengua.
El perro te estaba lamiendo la cara, como si quisiera que despertaras.
Estás de baba, no es tan malo, huele a guisantes.
Te sientas, te calmas, tocas tu lado izquierdo de cara y está de baba, abres la mochila y sacas el pañuelo que tenías. Te limpias la cara, y notas sangre, la otra mitad de tu cara estaba cubierta de sangre, mojas el pañuelo con un poco de agua y te limpias.
Son las 6:30 p.m, está oscureciendo, deberías buscar un lugar donde dormir.
Te levantas y por el momento dejas la bicicleta, total hay casas por todo lado.
-Hola, amigo...eres bueno escondiendote...admiro eso...- hablaste como si te fuera a responder.
El perro comienza a correr cuando ve que te levantas.
-Hey! Espérame!- gritaste esperando a que el perro disminuya su velocidad.
Cómo si te entendiera, el perro paró y volteó a mirarte, lo interpretas como si te estuviera llamando y vas con él, antes de que oscuresca.
Unas vueltas más adelante quedas completamente asombrado(a) al ver a dónde se dirigió el perro.
-Es...es...un hombre? Está sangrando, estará vivo?- no sabes cómo actuar, y te acercas a ver quién es...
Tirado boca abajo, un gorro para el frío, un chaqueta de piel, un pantalón azul y botas.
-Quién eres tú?- susurraste mientras tocabas el cuerpo.
El perro se hechó al costado del cuerpo y comenzó a llorar.
-Amigo, lo siento, está muerto. Era tu dueño verdad?. Ahora entiendo, me intentabas llamar aquí.- hablaste mientras acariciabas el cachorro para hacerlo sentir que no está solo. -Eres leal, un buen amigo.-
Tienes 2 opciones:
a) Adoptar el perro ----- Página 13
b) Dejas al perro solo -- Página 10