Dejas al perro solo, lo espantas.
Se hace de noche y buscas un lugar dónde dormir.
Vas por las casas buscando cual podría ser más segura, ya sabes, uno nunca sabe lo que podría encontrarse.
Vas a un departamento, te parece un lugar muy efectivo ya que desde la altura puedes buscar señales de vida.
Entras y te diriges al último piso. Antes de entrar sacas un arma de tu mochila.
Con arma en mano decides entrar al departamento.
Unos minutos después, no hay nadie. Sin embargo decides trabar la puerta por las dudas.
No tienes energía para comer o pensar, solo decides dormir, te acomodas a lado de la ventana para buscar alguna señal. Solamente vez al perro sentado afuera, mirando el edificio...cierras los ojos.
*Continúa en la Página 11*