Reserve mi estancia en una pequeña posada del pueblo, aliste mi maleta y me fui en mi coche, al llegar todo era prácticamente igual, el mismo camino, las mismas casas, claro ya se le veían los añitos, pero todo era igual, me regrese a aquellos hermosos años donde todo era felicidad donde todo era alegría donde conocí al amor de mi vida, llegue a la posada me instale y decidí dar una vuelta por el pueblo, llegue a una pequeña cafetería, pedí un café y un pequeño pastelillo cuando de repente escuche una risa mi respiración se aceleró, mi corazón comenzó a palpitar a mil por hora al menos eso era lo que sentía, me quede un momento en shock pero voltee y lo vi, era el, la misma sonrisa, los mismos ojos, la misma forma de expresarse, era él era Ethan, no pue evitarlo me acerque un poco y le dije…
-Ethan? Eres tu?
El volteo a verme su sonrisa se desvaneció, sus ojos se asombraron se quedó sin palabras, y le dije, si eres tú, eres Ethan, las lágrimas comenzaron a surgir de mis ojos el solo sigue mirándome movió sus manos como intentándome abrazar, pero no lo hizo, sonrió levemente y me dijo
-Sofía, Dios mío que gusto verte
Yo lo mire no pude evitar mi impulso y lo abrace en ese momento parecía que los años no habían pasado, me porte tal cual una niña, le reclame con una voz quebrantada que porque había desaparecido así sin más sin decir nada, porque nunca me volvió a escribir, que porque no fue el último año al campamento, el levanto sus manos y me abrazo, fue un abrazo tan cálido y al mismo tiempo tan débil, tomo mi rostro con su mano, y me dijo
-sigues siendo tan bella como la última vez que nos vimos, pareciera que los años no han pasado por ti
Nos sonreímos y nos sentamos a beber un café, comenzamos a platicar, me pregunto muchas cosas y yo a él, mi corazón se partió cuando me conto la verdad del porque dejo de mandarme cartas, por qué se había mudado y nunca fue al último año del campamento, la verdad es que él había enfermado, después de la última vez que nos habíamos visto comenzó a debilitarse mucho, nunca me había contado debido a que por la distancia no quería preocuparme, resulto que le habían diagnosticado cáncer, y entro a terapia, el seguía escribiéndome las cartas hasta que tomo la decisión de no hacerlo más, el cáncer estaba avanzando no se veía mejora, sus padres tuvieron que mudarse buscaron un mejor hospital fuera del país vendieron la propiedad y se fueron… Ethan creía que no podría sobrevivir, tras años de terapia logro vencer al cáncer, continuo con su vida pero me dijo que jamás se había olvidado de mí, e incluso escribió cartas, cartas que nunca mando, temía que yo le rechazara por tantos años de haberse alejado de mí, yo le tome las manos y le dije que jamás hubiera rechazado su amistad ya que para mí era muy valiosa, reímos y lloramos
Después de un rato, me sentía algo nerviosa, pero lista para poder confesarle mi amor, mi eterno amor, le dije que tenía que decirle algo muy importante que nunca había podido decirle antes, él me dijo lo mismo, mi corazón comenzó a latir pues sentía que mi amor seria correspondido, la espera había valido la pena pues, creía que estábamos en la mejor edad para una relación, cuando apenas iba a decírmelo, una llamada nos interrumpió, miro el teléfono y dijo discúlpame un momento, se levantó y contesto la llamada, hablaba muy alegremente reía, dijo su ubicación colgó y regreso conmigo, disculpa me dijo, era mi madre viene para acá, seguro le dará gusto verte , escasos minutos entro una mujer mayor seguro la madre de Ethan, detrás de ella entro otra mujer muy joven y muy bonita, se acercaron a Ethan, me presento
-mama recuerdas a Sofí, mi amiga del campamento, con la que me escribía todo el tiempo
-cielos sofí? Vaya que has crecido que linda que estas, aunque sigues teniendo el mismo rostro
Salude a la señora y a la joven mujer, al saludar a la joven mujer Ethan me presento
-Karla ella es Sofí una gran amiga de la infancia, sofí ella es… ella es Karla mi prometida
No pude evitarlo, mi rostro cambio me quede en shock, no sabía que decir ni que hacer, lo único que dije, “oh vaya Ethan que sorpresa, no pues felicidades chicos”, sentí como mi corazón comenzaba a desmoronarse, me invitaron a comer pero no, no podía estar con ellos, les agradecí pero había rechazado la invitación, les dije que aún tenía otras cosas por hacer y que quería ir a visitar el campamento, a lo que Karla, enserio mira qué casualidad, Ethan y yo trabajamos en el campamento, mi cuerpo se helo en ese momento no tenía más a donde ir, no tuve más opción que aceptar la invitación e ir al campamento con ellos
Editado: 26.12.2019