76. "Esta flor representa la resiliencia," explicó Aldric. "Nos enseña que, a pesar de las adversidades, siempre podemos florecer de nuevo."
77. Elara contempló la flor, sintiendo una chispa de
78. esperanza encenderse en su corazón.
79. "¿Cómo puedo aprender a ser resiliente?" preguntó ella, sus ojos llenos de lágrimas.
80. "La resiliencia se cultiva enfrentando el dolor y permitiéndote sentirlo," respondió Aldric. "Solo al aceptar el sufrimiento, podemos superarlo."
81. Elara asintió lentamente, comprendiendo que había estado tratando de huir de su dolor en lugar de enfrentarlo.
82. Pasaron varias horas en el jardín, cada flor ofreciendo una lección nueva y profunda.
83. La gitana y el arlequín los observaban desde la distancia, satisfechos de ver a Aldric en su papel de guía.
84. "Has aprendido bien, Aldric," dijo la gitana con una sonrisa suave. "Ahora transmites tu sabiduría a otros."
85. "Así es," añadió el arlequín, haciendo un gesto alegre. "El ciclo de la enseñanza continúa."
86. Con el tiempo, Elara comenzó a sanar. A través de sus visitas regulares al Monte de los Espíritus, encontró fuerza en las enseñanzas de Aldric y en la belleza del Jardín del Amor.
87. Un día, Elara llegó al monte con una sonrisa en el rostro y un corazón lleno de gratitud.
88. "Gracias, Aldric," dijo ella, abrazando al mago. "He encontrado la paz que buscaba."
89. "La paz siempre estuvo dentro de ti, Elara," respondió Aldric con calidez. "Solo necesitabas un poco de ayuda para descubrirla."
90. Inspirada por su propia transformación, Elara decidió quedarse en el monte y ayudar a otros viajeros en su búsqueda de respuestas.
91. Así, el círculo de ayuda y sabiduría se expandió aún más, con Aldric y Elara trabajando juntos para guiar a quienes llegaban al monte.
92. Un día, llegó al monte un hombre llamado Jareth, un buscador de conocimiento perdido.
93. Jareth había oído hablar del Umbral de la Eternidad y estaba decidido a encontrarlo para obtener respuestas sobre la naturaleza del tiempo.
94. "Quiero comprender el flujo del tiempo y cómo afecta nuestras vidas," dijo Jareth a Aldric.
95. "El tiempo es un enigma profundo," respondió Aldric. "Ven, te mostraré algo en el Jardín del Amor."
96. En el jardín, Aldric llevó a Jareth a un área donde el tiempo parecía comportarse de manera extraña.
97. "Aquí, el tiempo no sigue su curso habitual," explicó Aldric. "Cada flor aquí florece y se marchita en un ciclo que desafía la comprensión."
98. Jareth observó, fascinado, cómo las flores cambiaban rápidamente ante sus ojos.
99. "¿Cómo es posible?" preguntó, maravillado.
100. "El Jardín del Amor refleja la esencia de nuestras emociones y experiencias," explicó Aldric. "Aquí, el tiempo es maleable, influenciado por nuestros propios sentimientos."