Ubicación: Hotel cerca de la prisión de Santé, Francia.
Horario: Momentos después de que el demonio menor poseyera el cuerpo de Claudine.
Satanás se encuentra completamente solo en la habitación de Claudine, se da cuenta que una presencia aterradora se acerca hacia su ubicación, sabe que debe de detener a Christine para que pueda escapar la Suprema Creadora Definitiva de sus garras, ha decidido dejar la Tablet electrónica de la Creadora en el suelo para que no sospeche nada Christine.
Decide ponerle seguro a la puerta, para seguidamente; alejarse, pero un sonido lo alerta en ese momento, ya que Christine; está tratando de abrir la puerta.
El momento para el demonio mayor, comienza a contar y no sabe cómo reaccionar ante esta amenaza; bastante peligrosa.
Dirige su mirada hacia el seguro de la puerta, logrando ver que comienza a girar, lentamente para abrir la cerradura.
—Gravedad —informa en voz baja Satanás, pudiendo escuchar el crujir del seguro que indica que la puerta está abierta—. Maldita sea.
Preparándose para el combate, ya que se percata que Christine; abre por completo la puerta de la habitación.
Comenzando Christine a entrar lentamente con una expresión bastante seria en su rostro.
—Hmm, que raro. Esto está mal —anuncia la Diosa Suprema de la conquista, dándose cuenta que el Dios malévolo más poderoso de todos los universos; se encuentra listo para atacarla.
—¡Maldita, devuélveme mi poder! —grita Satanás, pero Christine, solo dirige su mirada hacia la Tablet de Claudine; seriamente.
Decidiendo Christine agacharse para agarrar la Tablet de la Creadora con una sonrisa sin tomar en cuenta la presencia del demonio mayor.
—Hmm, este es parte de su poder, hmm —suena la voz de Christine mientras que un aura de color verde, comienza a desprenderse de la Tablet en ese momento, pero no es mucha; ya que se acaba a los pocos segundos.
—Jejejeje, ¡jajajaja! —grita Christine, comenzando a burlarse sin importarle la presencia de su enemigo, añadiendo—. Maldita sea, ¡maldita sea! jajajaja, era esa estúpida que pasó a un lado, jejejeje.
—¡No dejaré que la asesines! —suena el grito de Satanás, invocando una katana especial con un filo de color oscuro brillante, ya que del filo emana un aura oscura que se desvanece a los pocos segundos.
No importándole este detalle a Christine, pero comienza a enojarse; silenciosamente.
—¡Maldito! —grita Christine, decidiendo Satanás acercarse contra ella a gran velocidad, pero se da cuenta que; la Diosa de la conquista, invoca un revolver por medio de su mano para apuntarlo con una velocidad aterradora contra su rostro.
Decidiendo Christine jalar el gatillo del revolver para disparar contra el rostro de su objetivo, aunque de forma extraña; el revolver no produce ningún ruido.
Impactando la bala del revolver contra el cráneo de su objetivo para asesinarlo a los pocos segundos, ya que el cuerpo de Satanás; cae pesadamente contra el suelo.
Comenzando el cuerpo del dios mayor a sangrar bastante mientras que Christine, sale apresuradamente hacia afuera de la habitación.
Tiene que alcanzar a su objetivo, lo más pronto posible, pero solamente logra ver que una puerta del elevador; se acaba de cerrar. Comenzándose a enojar, pero decide tranquilizarse en ese momento, ya que vuelve a la habitación en donde se encontraba su objetivo; seriamente.
—Maldita escoria, ¡nunca pensé que intervendrías para salvar a un alma! —informa Christine, comenzando su cuerpo a desprender un líquido espeso de color oscuro que cae al suelo pesadamente, para dirigirse enseguida hacia el cuerpo del líder de los demonios.
Comenzando a ser absorbido Satanás por parte del líquido, para que enseguida; el líquido espeso regrese al cuerpo de la Diosa Suprema de la Conquista.
Introduciéndose rápidamente el líquido a través de los pies de Christine para desaparecer por completo a los pocos segundos.
No sintiendo absolutamente nada Christine, ya que anteriormente; poseía el poder del dios más poderoso de todos los universos.
Comenzando Christine a dirigirse hacia la salida, pero extrañamente, algo le llama la atención, ya que observa la mochila que Gerard le dejó a Claudine.
Decidiendo ella acercarse para tratar de investigar acerca de la Suprema Creadora Definitiva.
“Claudine, recuerda que la policía Francesa es bastante astuta.
Debes de ser precavida con Noel para que no se agrave la situación, mira; nosotros intervendremos si algo surge en la prisión de Santé.
Perdóname por arruinarte tu vida”.
Comenzando Christine a sonreír.
«Claudine, prisión de Santé, ¡excelente! », piensa Christine, añadiendo—; «Me aseguraré de que esta vez… No escapes ».
Avanzando rápidamente hacia su siguiente objetivo con una sonrisa.
Notas de referencia:
(*): La Deidad Única, Yahvé, Satanás entre otros, son personajes que pertenecen al talentoso autor: Carlos Alberto (ElGitanoBlanco), quien me ha dado permiso para poderlos nombrar en mis novelas.