El verano en el que nos conocimos

Prólogo: Un suceso asqueroso.

Tomo asiento y cierro los ojos. Que el avión no se caiga, rezo por dentro. Siento como despega y puedo ver en mi mente como poco a poco las ruedas se despegan del suelo y se esconden en este gran monstruo de metal. 

Mis dedos aprietan con nerviosismo el cuero del asiento y antes de preverlo o, al menos intentar detenerlo, el contenido del estómago me sube con rapidez a la boca y como conclusión termino derramando el mismo sobre el joven sentado a mi lado.

― ¡POR UN DEM…! ―escucho que gritan. Y luego caigo en la inconsciencia.



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En el texto hay: amistad, un amor de verano, superación

Editado: 12.08.2019

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