Capitulo 13

«Otra vez en completa oscuridad», pensé rodeado de un ambiente de tranquilidad que me asustaba un poco.

«Esa fue una segunda vida interesante, pero corta», pensé lamentando mi situación.

Estaba dispuesto a tomar mi merecido descanso cuando de pronto una luz me iluminó toda la cara, cosa que se me hizo bastante molesto, pero me hizo darme cuenta de algo.

—¡Estoy vivo! —dije alterado antes de abrir los ojos, para casi cerrarlos enseguida por la intensa luz del sol—. No estoy muerto —dije contento mientras me levantaba y me fijaba que Usaki y Shina estaban dormidos al lado mío.

—Espera ¿Qué paso?, lo último que recuerdo es estar al frente de un Alce y luego —Di una larga pausa recordando lo que pasó.

—Nos teletransporto —concluí—, pero donde —Comencé a ver mis alrededores, viendo una llanura que se extendía hasta donde llegaba mi vista con hierba alta que ondulaba suavemente con la brisa natural, con algunos árboles bastante separados entre sí. El ambiente cálido y su característico color de su flora me dio una idea de donde estábamos.

—Hemos, ¿aparecido en una sábana? —me pregunté a mí mismo.

Admirando el paisaje comencé a escuchar quejidos, notando que Usaki se estaba despertando, al abrir los ojos se quedó viendo un momento el cielo antes de exaltarse y comenzar a observar sus alrededores para al final quedarme viendo.

—Aru ¿Dónde estamos? —preguntó bastante confundido.

—Estamos en una especie de llanura muy grande, eso es todo lo que sé —le explique.

—¿Una llanura? —Cuestionó Shina mientras se iba levantando.

—Shina, me alegro de que te hayas despertado —dije aliviado con una gran sonrisa.

—¿Pero qué pasó? —Pregunto confusa.

—No recuerdas, nos desterraron y nos enviaron al —Hice una pausa repentina— continente humano —al decir esas palabras podía sentir como mi mundo se volcaba por un momento.

—¿Arusai? —Acomodándose enseguida, al escuchar y sentir la preocupación de Shina.

«Pero que me paso», pensé extrañado mientras respiraba hondo para calmarme.

—Siento asustarlo, no sé qué me paso —dije aún algo alterado.

—Pero eso fue demasiado raro, te pusiste así al mencionar el continente humano —dijo Usaki algo extrañado.

—Continente humano —dijo Shina pensativa—, creo que he escuchado de él —señaló.

—A qué te refieres que has escuchado de él —dije algo inseguro.

—Por historias que me han contado mis padres sobre él. Según sé, es un continente donde viven monstruos muy inteligentes, al igual que aterradores, solo uno de ellos no suele ser mucho problema, la cosa es cuando se juntan varios, si no estoy mal, se llaman humanos —explicó.

«Monstruos, qué buena forma de referirse a ellos», pensé melancólico.

—Yo también he escuchado de tales monstruos, pero no sabía que se llamaban humanos —dijo Usaki algo desconcertado—, y tú como sabes sobre ellos Arusai.

—Yo —Cuando intente decir algo, sentí un repentino y fuerte dolor de cabeza junto a pequeños recuerdos difusos de mi vida pasada.

—Eres un bastardo mal agradecido —Recordé claramente unas palabras que provenían de una voz femenina que parecía bastante molesta, el dolor y los recuerdos se detuvieron casi al instante de que recordara esas palabras.

—¿Qué fue eso? —dije en voz baja y bastante agitado por el repentino golpe de recuerdos—. Perdón, chicos, no sé qué me está sucediendo —dije en un intento de calmarme.

—Arusai, hay algo que no nos has contado que te haga poner así —preguntó Shina preocupada.

—Es verdad que hay cosas que no les he contado, pero no sé que me puede estar poniendo tan alterado —declare aún algo agitado.

—Puede que esto sea algo relacionado con los humanos —comentó Usaki.

—Sí. Probablemente, sea eso, pero no lo recuerdo con exactitud.

—¿Cómo has tenido relaciones con los humanos si esta es la primera vez que estamos en el Continente humano? ¿Verdad? —preguntó Shina algo desconcertada.

—Mejor no digas nada, Arusai —dijo rápidamente antes de que pudiera contestar—, puede que te dé otro ataque, así que mejor dejemos este tema de lado.

—Tienes razón —se lamentó un poco Shina—, mejor no hablamos más sobre los humanos, en lo que hay que centrarnos ahora es en este lugar, ¿sabes como se llama?

—Sabana o al menos eso creo —dije dudoso de que en este mundo se llame igual.

—Pues no creo que quedarnos quietos, nos ayude ahora mismo —dijo Shina como intentando subir mi ánimo.

—Tienes razón, será mejor que comencemos a explorar este lugar, no podemos quedarnos aquí cuando se haga de noche —apoyo Usaki.

—Está bien, vamos —dije con un mejor ánimo.

Nuestro avance por la llanura fue bastante tranquilo, esto me permitió pensar en lo que me ocurrió cuando intenté hablar sobre mi vida como humano. Todos esos recuerdos al azar fueron muy confusos, sobre todo esas últimas palabras, realmente sonaba muy enojada, pero ahora tengo otra vida ahora mismo, seguir pensando en eso solo me causará problemas. Pero dejar de pensar en eso no paro los problemas, habían pasado horas y no encontrábamos nada de comida, además que el calor estaba empezando a afectar a Shina y Usaki, yo estaba bien por mi Resistencia ígnea, pero ellos ya están comenzando a cansarse, por lo que al ver más adelante un árbol propuse descansar un rato bajo este.

—Cuántas horas habrán pasado desde que aparecimos en este lugar —dijo Usaki exhausto mientras se recostaba sobre el árbol.

—No lo sé, pero parece que esto no tiene fin —dijo Shina igual de agotada—, y tú como no pareces cansado Arusai.

—Es que tengo una resistencia que me ayuda bastante en esta situación —les aclaré—, pero si no encontramos comida pronto, poco podrá hacer mi habilidad.

Shina desvió su mirada a los alrededores, buscando alguna señal de vida, como decirle que lo máximo que he sentido son pequeñas presencias debajo de nosotros, nada con la suficiente importancia. Mientras estábamos descansando comencé a sentir como el suelo debajo de nosotros comenzaba a temblar ligeramente, esos temblores iban aumentando de a poco su intensidad. Usaki y Shina también lo habían notado, poniéndonos a observar nuestros alrededores.