Andrés mira a la mujer con asombro, se nota que no está de acuerdo con eso, parece triste.
La invita a sentarse pero ella solo responde: -Lo siento, llegaré tarde a mi trabajo, el señor Roberto es muy exigente y no quiero perder mi trabajo...
Andrés: -De verdad señora no quiero atrasarla en su trabajo...
Sra Lorena: ¡Espere! Se me ocurre algo, no se porque me da confianza... Si necesita un trabajo tal vez pueda ayudarlo el señor Roberto, podemos ir juntos y si no está muy ocupado pues supongo que lo recibirá
Andrés: -Gracias señora... Dios la bendiga por la ayuda que me está dando.
La mujer mira alrededor algo asustada, Andrés se sorprende y dice: -Cielos... Al parecer algo o alguien le asusta.
Sra Lorena: No nombre a Dios en público, si alguien lo oye se lo dirá tal vez al señor Roberto y no le dará el empleo...
Andrés acompaña el paso de la mujer y pregunta: -¿Es por el alcalde que aquí la gente no tiene libertad de fe?
Sra Lorena: -Ay joven... No hable muy fuerte, el alcalde tiene vigilantes por todos lados, él antes no era así, pero la horrible muerte de su única hija lo llevó a enfadarse tanto con Dios que prohíbe todo relacionado a Él...
Editado: 25.02.2021