Cap 6

El Último Sacrificio

Elara se encontraba en la cámara secreta, rodeada por las sombras ancestrales. El cáliz de la verdad aún resonaba en su memoria, y el precio que debían pagar pesaba sobre su corazón. Sir Edric estaba a su lado, su mirada fija en el altar de piedra.

—Elara —dijo Sir Edric—. El último acto está ante nosotros. Uno de nosotros debe renunciar a todo para que Valoria sobreviva.

Elara miró al caballero, su futuro esposo. ¿Qué sacrificaría por su amor? ¿Qué dejaría atrás?

—¿Qué significa este último sacrificio? —preguntó Elara, su voz apenas un susurro.

Sir Edric tomó su mano y la condujo hacia el altar. Sobre él, había una daga antigua, su hoja afilada como la verdad misma.

—Este cuchillo —dijo Sir Edric—. Es la clave para romper el juramento ancestral. Uno de nosotros debe herirse con él, derramar su sangre en el suelo sagrado. Solo así se liberará el poder que salvará a Valoria.

El corazón de Elara se aceleró. ¿Podría hacerlo? ¿Podría lastimar a Sir Edric o permitir que él la hiriera? ¿Qué significaría para su amor?

—¿Y si no lo hacemos? —preguntó Elara—. ¿Qué sucederá si no cumplimos con este último acto?

Sir Edric miró hacia el altar, y en sus ojos, Elara vio la lucha interna.

—Si no lo hacemos —dijo—, Valoria caerá en la oscuridad. Nuestras espadas no podrán protegerlo. Pero si uno de nosotros se sacrifica, el reino renacerá. La alianza entre nuestras casas se romperá, pero el amor verdadero prevalecerá.

Elara sostuvo la daga en sus manos. ¿Qué elección haría? ¿Qué camino tomaría?

—Sir Edric —dijo—. Si uno de nosotros se lastima, ¿qué pasará con nuestro amor?

El caballero la miró con tristeza.

—Nuestro amor será eterno —respondió—. Aunque nuestros caminos se separen, nuestros corazones seguirán entrelazados. Y Valoria vivirá.

Elara cerró los ojos. ¿Qué significaba el amor sin la promesa de un futuro juntos? ¿Qué significaba el sacrificio sin la esperanza?

Y así, en la cámara secreta, Elara y Sir Edric enfrentaron su destino. Uno de ellos tomaría la daga, y el otro vería su sangre fluir. Pero el amor, ese amor que trascendía las alianzas y las promesas, permanecería como una llama en la noche.

*Continuará...*