El zorro amarillo y el ave herida

XXXI: Te deseo

No pensé realmente en escribir sobre ese beso de la gala, creo que no es necesario explicarlo.

Aunque debo admitir que la situación me dio mucha risa, más por el público que por nosotras, ese mismo público que me llegó a hostigar.

Creo que lo que me animó a escribir esto, fue el hecho de que soñé contigo, y debo decir, que no eras para nada tú, pero a la vez lo eras.

Eras adorable exigiéndome cosas, que yo ignoraba por alguna razón.

Algunos dijeron que la noche se volvió más interesante.

Sinceramente, no me importa, no me importó en aquel momento, y menos me va a interesar después.

Al final todos hablan igual, y yo estoy cansada de la mayoría del mundo.



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En el texto hay: poesia, cartas, el primer amor

Editado: 21.02.2019

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