Elementos

Capítulo 15 - La pelea con el rey.

─Ten cuidado Cyan ─dijo Urano con las pocas fuerzas que tenía.

Cyan lo miró un momento captando con mayor detalle sus heridas; la ceja partida y el pómulo inflamado como si lo hubieran golpeado con un bate, el labio reventado y su nariz escurriendo sangre, afortunadamente sus ojos estaban bien y no tenía heridas visibles más, pero su aspecto deplorable y su agitada voz le decían que fue golpeado sin poder dejar que se defienda, entonces recordó que los mongos sabían usar los cristales.

─¿Te quitaron tu cristal?

─No, el ingrato dijo que no era divertido solo arrancarlo.

─Cyan, Cyan, Cyan ─espetó el rey ─si te quedas ahí charlando no será divertido, ya disté el primer golpe.

La tierra comenzó a temblar y después un geiser de lava salió disparado.

─Permíteme continuar.

Cyan miró el cielo y temió lo peor.

Una lluvia de lava caería sobre ellos y no tendrían escapatoria.

─Esquívala, tengo una idea ─Urano le ordenó.

A Cyan jamás le gustó seguir órdenes.

Estando en la escuela refunfuñaba mucho cuando el entrenador le ordenaba algo; incluso en el sexo con Peter se molestaba si le ordenaba, a Cyan le gustaba solo fluir y ya, pero está vez estaba en un aprieto bastante grave que si no hacía caso terminaría mal herido, además Urano ya había probado ser lo bastante competente en estas cosas.

Una enorme gota anaranjada cayó a un costado de Cyan y esa era su señal para huir; al cabo de un rato una lluvia incandescente cayó en toda la arena de combate, Cyan conocía perfectamente de que se trataba porque había estado en contacto muy de cerca con la lava en la colonia cuando tuvo que escalar aquella montaña solo para ver como mataron cruelmente a Billy quien, podría decirse que seria su salvador en muchos aspectos.

Cyan miraba de tanto en tanto en dirección a Urano para asegurarse que no estuviera siendo afectado por la lluvia de lava cayendo en rededor, Urano no era tonto y claro que haría todo lo posible para huir de esa futura masacre, morir quemado era una de las peores muertes que puede sufrir una persona y lo había visto de primera mano con el asesinato de Nomalia cuando Peter la lanzó de la plataforma.

A los oídos de Cyan llegó un recuerdo que no pudo evitar prestarle atención, eran los gritos desgarradores y desesperados de Nomalia siendo consumida por la lava en la base de la plataforma de combate de la colonia, quiso asomarse para ver su cuerpo consumirse, pero si tiene muy marcados los gritos de dolor en su memoria, eran guturales y bastante desgarradores que no cualquiera puede soportar, pareciera que se desgarraría la garganta con esos gritos.

Urano tacleo con fuerza Cyan quien no se había dado cuenta que se había quedado quieto recordando todo aquello y eso hizo que volviera en sí.

─¡Cyan ¿estás loco?! ─dijo Urano─ debemos huir de aquí.

Cyan asintió sorprendido.

Comenzaron una carrera en dirección a una de las puertas de salida esquivando la lluvia de lava que el rey mongo estaba tirando sobre ellos, de tanto en tanto estuvieron a punto de morir, pero su agilidad les aseguraba esquivar todas las gotas que no dudaban que crecieran.

Una ráfaga muy fuerte de aire los hizo elevarse un par de metros, Urano sabia que no estaba bien y Cyan, como de costumbre no entendía que sucedía.

─¡Cyan los otros dos mongos tiene cristales!

Gritó Urano antes de que ambos volaran a cada lado de la arena.

Cyan se estampo de lleno en una de las paredes de piedra cayendo sobre su costado, una mueca de dolor se hizo presente y si los brazos pudieran hablar el de derecho de Cyan ya estuviera gritando de dolor, Urano tuvo mejor suerte al solo caer de espalda en la parte más alejada de la arena. Todos los mongos en la arena gritaban bastantes cosas que no eran entendibles para los dos chicos que seguían quejándose del dolor que tenían.

─¡Es suficiente! ─Urano se puso de pie,

Usó todas sus fuerzas para invocar el poder de su cristal, hizo un movimiento de manos en forma circular y después como si fuera magia de sus dos manos salieron dos chorros bastante potentes de agua que cuando los juntó se convirtió en una cascada, iba como proyectil directo al rey mongo sin contar con que había otro de ellos que hizo exactamente lo mismo y tras chocar contra el poder de Urano la arena comenzó a inundarse poco a poco, no fue sino hasta que el rey encendió las cosas calentando el agua haciendo retroceder a Urano que con un sonoro grito corrió esquivando esa cascada hirviendo, Cyan ya se encontraba corriendo en dirección al mongo con el cristal de viento acertando un golpe certero en su cabeza haciéndolo caer al suelo.

Urano lo imitó y corrió esquivando golpes de agua y de fuego hasta llegar a quien poseía el cristal de agua y de una patada lo hizo retroceder varios metros.




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