Los monitores en la sala de control del coronel mostraban que los niveles vitales de sus hombres estaban desapareciendo, se temía lo peor.
El coronel era muy cauteloso con sus hombres y le gustaba monitorear todo lo que ocurría con ellos, desde hacia tiempo que noto que varios de sus hombres desaparecían de radar en señal de que sus corazones se detenían, pero todo cambio cuando vio como de un momento para otro todos los puntos que representaban a sus guardias en el exterior se apagaban al mismo tiempo, algo no estaba bien.
Un sonido de interferencia en los alto parlantes se hizo notar, era del capitán activando su radio.
“Si no me matas volveré a la colonia, traeré más hombres a… Peter.”
“¡No vuelvas a nombrar a Peter en esto!”
“Tú no sabes todo lo que perdí, yo no quería participar en esa contienda de muerte, no quería ser el espectáculo de la colonia y aun así el coronel pensó que era buena idea meterme al ruedo solo para su entretenimiento, ver como mataban a Billy en esa plataforma hizo que algo muy grande cambiara dentro de mí.”
“Tu debiste morir ahí.”
“¡Pero no lo hice! Legalmente fui yo quien gano la contienda y aun así el coronel quería mandar a Peter al mundo exterior, yo solo reclame lo que era mío.”
“La culpa es tuya entonces.”
Hubo un silencio.
“¿Sabes cuál es la peor parte? Que estás culpando a Kore de tus estupideces.”
El coronel no daba crédito a lo que estaba escuchando, después de esa intensa platica que tuvieron y que el símbolo del capitán se apagara el coronel supo lo que tenía que hacer.
Ahora sabía que se dirigirían a las montañas nevadas, activo su intercomunicador y dijo:
─Andros, llama a Peter.