Elementos: Niño rojo

Capítulo 8: "Blake"

Aidan abrió los ojos en una habitación pequeña de paredes grises, notó que estaba encadenado, además de
desnudo sobre una tabla, también estaba conectado a tubos que a su parecer parecían no tener fin.

Sólo tenía vagos recuerdos en los que personas vestidos de amarillo trataban de lastimarlo.

—Despertarse es el primer paso para crecer niño —dijo la silueta de una mujer que estaba a su lado, Aidan intento articular una palabra pero su garganta era incapaz de emitir sonido alguno—. Has estado inconsciente tres años, todos están muertos, ahora...tú eres el último de los elementos Aidan -dijo la mujer con toda delicadeza.

Aidan sintió que su mundo se hundía, no era posible ¿Cierto? El no sentía ningún vacío, pero ¿cuales eran las posibilidades de que esa mujer mintiera?.

«"¿Por qué mentiría está mujerSi lo que dice es verdad ¿Qué habrá sido de Mia y Ethan? ¡¡estupido mundo, mi corazón se esta rompiendo!! Y lo peor es que Duele"»

Se escuchó un fuerte golpe en la puerta después de lo que había dicho aquella mujer, la puerta se abrió de golpe dejando al descubierto a Mia y Ethan. Aidan sintió como el corazón se le reconstruía.

—¡¿Qué le estas haciendo a mi hermano maldita bruja?! —grito furiosa Myriam, que tenía la cara roja de rabia.

—Cálmate, vas a llamar la atención de los civiles —murmuro por lo bajo Ethan, que tenía vendado un brazo.

—¡Dioses! —chillo la mujer que en un abrir y cerrar de ojos se transformó en una mariposa roja e intentó salir por la puerta casi rota. Si no fuera por Ethan que la atrapó y le arrancó las alas sin piedad para terminar rematándola Myriam al pasarla.

—Un vampiro, muy débil a mi parecer —Ethan dirigió una mirada que Aidan no supo interpretar.

Myriam casi aplasta a Aidan cuando se le lanzo encima para abrazarlo.

—¿Qué fue lo que te hizo? ¿Recuerdas algo? Y lo mas importante ¿Por qué estas desnudo y encadenado? ¡¿Es qué quiso tener relaciones contigo?! —comenzó a interrogar la pequeña pelirroja.

—No lo canses con las preguntas, apenas sí sabe qué está vivo —dijo Ethan que estaba desatando los brazos atados de el rubio— seguramente tuvo alguna convulsión instantánea mientras estaba inconsciente —aclaró.

—¿Cuánto tiempo estuve dormido? —se apresuro a preguntar Aidan, mientras su hermana le pasaba ropa nueva; una polera de tiras blancas con un estampado de Nikepantalones verdes grisáceos que le quedaban grandes y unas zapatillas de la misma marca de color blanco.

—Dos horas, vístete, debemos salir de la nación en cuanto antes —Mia estaba tomando medicinas, ropa y vendajes para llevar.

—¿Por qué? —pregunto.

—Resulta que todos están enfadados contigo, y el brujo quiere mandarte a una misión casi imposible, pero que es posible —Aidan apenas se había terminado de cambiar cuando finalizo Ethan.

—¿Brujo? ¿También hay brujos? ¿De esos que vuelan en escobas o de los que te maldicen convirtiéndote en una rana? —pregunto Aidan.

—Creo que eran las brujas las que convertían en rana, y no, te convertirá en una hormiga si le dices algo así ¿entiendes? —Aidan rodó los ojos en un gesto de burla ante lo dicho de su amigo.

—¿Por qué están enojados conmigo? —quiso saber.

—No se en que pensabas cuando subiste a la superficie y comenzaste a incendiar todo lo que se te acercaba, murieron muchas personas a causa de esto.

—¡Pero si yo no recuerdo nada! —grito.

—Bien, ya que entendiste la situación, Ethan nos llevara directamente con el brujo, nos darán esa "complicada" misión, volveremos cuando todo se calme y los civiles no quieran matarnos —declaro Mia con voz de autoridad. Ignorando a su gemelo.

—¿Yo? —se apunto a si mismo Ethan— ¿Por qué tengo que llevarlos a ustedes? ¿no podemos simplemente responder a los golpes? —recibió las amenazantes miradas de los ojos grises de los gemelos- no quiero ningún comentario —levanto la tabla en la que habían encontrado a Aidan y dejo que la sombra que producía esta cayera sobre el- vengan.

Myriam se agarro de el brazo izquierdo y Aidan del derecho.

Cuando abrieron los ojos la habitación se encontraba totalmente a oscuras, lo único que iluminaba era una esfera de cristal que dentro contenía luciérnagas, enfrente de éste estaba un hombre de ojos de colores, Piel oscura y cabellos del oro mismo.

—Sean bienvenidos, mi nombre es Blake, el brujo del búho dorado —dijo el hombre.

—¡Vuelen!, ¡ vuelen!, ¡vuelen! —gritaba el búho que posaba sobre la mesa.



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Editado: 07.05.2018

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