En las noches claras y en los días oscuros,
vagaré hasta el fin del horizonte y más allá,
sin rumbo y sin destino miserable,
errante bajo el sol y la luna,
a la luz azul de mis lámparas eternas.
Azul será mi cielo y mi camino,
¿dónde y cuándo me llegará mi descanso en mi andar?
Sin tener un lugar al que llamar hogar,
mi final no se ve tan cerca,
enciendo la llama de la aventura una vez más,
pronto he de partir a lo desconocido,
que la tierra sea mi testigo.