Eliminar Amigo

6

—Soy posiblemente su única salvación—sonrío para luego mirar sus uñas como si fuese algo interesante.

—¿Salvación de que?—habló incrédulo Ariel.

—Deberían ya de saberlo—sonó un poco obvia la rubia.

—Patético—dijo Guillermo.—solo se especifica y se acabo el problema, ¿es muy difícil para ti?

El rostro de la rubia cambio de ser uno sereno y tranquilo a uno burlesco, al parecer le divertía la situación que acontecía. El rostro de Guillermo se endureció cada vez más, le molestaba lo que sucedía, dio un paso al frente mirando a la rubia con detenimiento e indiferencia ,intentando estar a su mismo nivel, lo había logrado.

—Ustedes fueron elegidos por dos personas para ser asesinados, si cumplen con lo que les ordenaron serán librados de la maldición, sin embargo, si no la cumplen, su almas vagaran en pena el día que mueran, sin poder ir al cielo o al infierno—dijo como si fuera la cosa más normal del mundo.

Guillermo carcajeó y volvió a hablar.

—¿Es una broma, verdad?

—Claro que no, idiota—lo miro de arriba abajo.— como les decía yo soy su salvación, puedo hacer que se detengan las muertes pero tiene un alto precio.

—¿Cuál es?—preguntó Celeste.

—Asesinar a una persona por mi, simple, ¿no?

—¡Claro que no!—exclamo enfadada Celeste.—nos convertiríamos en unos asesinos... en unas malas personas.

La rubia negó divertida.

—En este mundo no existen buenas personas, que tontería, nadie es buena persona.

—Estas hablando tonterías, claro que hay buenas personas en el mundo—dijo Brayan.

—En realidad no, nunca terminamos de conocer a una persona, siempre tendremos un lado oscuro que casi nunca dejamos ver. Somos realmente unos grandes hipócritas... es lo único que diré—dio media vuelta y comenzó a caminar pero se detuvo para decir algo más.—por cierto, soy Lara.

Retomo su camino y se fue, todos habían quedado sorprendidos ante lo que había dicho la rubia, llamada Lara, les parecía algo tan extraño y nuevo. Jamás creyeron que eso podía suceder. Ya habían descubierto dos cosas, la primera: eran dos asesinos, segundo: Ya sabían porque habían sido elegidos.

—Esto es realmente sorprendente—musito Ethan.— debemos indagar más sobre esto—hablo emocionado.

—No podemos perder tiempo, debemos preguntarle a Lara, quien es la persona que debe morir para que ella nos ayudé—el semblante de Guillermo ya se había relajado un poco.

—Yo no quiero asesinar a una persona—dijo temblorosa Lyla.

—Si no lo hacemos, seguiremos muriendo—le dijo Pedro.

Los chicos comenzaron a correr en busca de Lara, querían salvarse, muchos tenían una razón por la cual vivir menos uno, él solo hacía todo por aparentar. Era muy difícil encontrarla hasta que Michelle diviso una rubia, alta con características muy parecidas a la chica con la que estaban hablando hace apenas unos minutos, corrió hasta ella. Se había adentrado a un callejón, los demás la siguieron y la acorralaron en ese pequeño e insignificante espacio.

—Veo que desean tomar mis servicios—se cruzo de brazos y sonrío ladina.

—¿Quién es la persona?—Guillermo era el que estaba más dispuesto a asesinar para seguir con vida.

—Bien—dijo con simpleza y saco un documento  de su bolso.— hay esta la información necesaria, yo les mandaré un mensaje de su ubicación exacta para que la puedan asesinar, cuando paguen el precio, yo haré mi trabajo.Eso es todo, adiós—se hizo paso entre ellos y salió del callejón.

Todos vieron el documento.

Todos vieron el documento

Sarah Miller

23 años

Nació el 25 de enero de 1997 en Estados Unidos, New York. Trabaja como fotógrafa y vive cerca al instituto Harvey Milk High School.

 

—Esa es toda su información—frunció el ceño Kimberly.

—Lamentablemente si—expreso Guillermo.

—Esto esta mal—musitó Lyla.—asesinaremos a una persona, eso esta muy mal—sus ojos se veían aguados, estaba apunto de llorar.

Gastón suspiró.

—Es mejor que cada uno se vaya a casa.

[...]

Narra Lyla.

Dejé caer mi cuerpo en la cama y me quede mirando al techo mientras pensaba en lo que había sucedido hoy. ¿Sería capaz de asesinar a una persona?, esa pregunta rondaba por mi cabeza, nunca en mi vida había pensado asesinar a una persona, tenía miedo ¿y si nos descubrían y nos metían a la cárcel?, no estaba preparada para eso.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y salieron lentamente, este era mi momento para llorar y descargarme sin que nadie me juzgue. Miré mi celular cuando recibí una notificación, tomé el celular y mi mano temblaba, tenía miedo de que fuera un mensaje de los desconocidos, abrí whatsapp... un mensaje de Gastón.

Estúpido: ¡Hey!

Yo: ¿Qué?

Estúpido: Necesito que vengas a mi casa, ya investigué un poco sobre la chica.

Yo: No estoy de humor para ir a tu casa...

Estúpido:Entonces yo iré a tu casa, problema resuelto, llego en diez minutos.

Dejé en visto el mensaje y lo apagué. Es difícil  convencer a Gastón, lo conozco muy bien. Bajé a la sala y espere su dichosa llegada sentada en el sofá viendo Riverdale. Diez minutos después alguien toco el timbre dos veces, era Gastón,siempre hacía eso cuando... venía a mi casa.

Abrí la puerta y dejé entrar a Gastón, venía con su mochila colgada en el hombro derecho, entro como don Juan en su casa y se sentó en el sofá sacando su laptop.



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En el texto hay: misterio, muertes, odio amor

Editado: 18.03.2021

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