Elizabeth

4

Cuando pocos invitados quedaban de pie y el cansancio pudo con nosotros, nos marchamos a nuestra habitación,aquella en la que anoche dormí sola y ahora sería con mi marido. No quería que pasase nada,deseaba que Connor no tuviera intención de sellar nuestro matrimonio.

Me ayudó a quitarme el vestido y yo entraba en la cama el se estaba desnudando. Entró en la cama y después de varias caricias me dijo
- Te va a doler un poco Beth.

Al entrar en mi, su gesto de cariño y afecto cambió a desprecio

-No eres virgen. Elizabeth, no eres virgen
-Lo siento, articule con lágrimas en los ojos.

El desprecio de su cara no se marchó pero el cuidado que debería tener con una esposa virginal si. Me volví loca en búsqueda de mi liberación.
Cuando terminó se levantó y me apartó de un manotazo,y con un cuchillo se cortó la palma de la mano.
La sangre que empezó a brotar,la dejó caer en las sábanas.

- Levántate y ponte el Albornoz. Pasaré a los hombres que vean esto.

Hice lo que me pidió,una vez que tenía el albornoz puesto me senté en el sillón dándole la espalda a la puerta.
Connor con su torso aun descubierto dejó pasar a los hombres que se llevaron la sábana y a las mujeres que debían colocar una nueva. En todo momento,tuvo su mano cerrada debajo del otro brazo, y la liberó cuando cerraron la puerta para dejarnos descansar.

- Elizabeth, cuando lleguemos a mi hogar, tendremos una charla y me encargaré en todo momento de que nunca estés sola con ningún hombre. Mientras tanto vamos a parecer un feliz matrimonio de recién casados. Entendido?

- Si.

Al día siguiente me quedé toda la mañana en la cama. Me daba miedo enfrentarme a la realidad. Connor descubrió aquello que me guardé durante años.

"Beth, juro que tu y yo estaremos juntos. Te quiero"
Aquellas palabras de Duncan, cuando entró en mi y rompió todas mis expectativas, llevándose con el mi virginidad. Su promesa, no se iba a cumplir, y yo fui una tonta por creerle. Ahora me sentía así.

- En que piensa mi virginal esposa?
- En nada, le dije al darme cuenta de que estaba observándome.
- Quién fue Elizabeth?
- Connor, por favor
- Quiero saber quién fue el maldito que te engañó,lo pagará muy caro.
- Déjalo estar.
- Claro, como me va a decir la inocente Beth quien fue su amante.
- No tengo ningún amante, ni tuve. Dije ya con lágrimas en los ojos
- Vengo a que bajes a cenar.

Sus cambios de temperamento me volvian loca,y eso que llevábamos un día casados.

- Si piensas que cambio de tema por que estoy loco, estas muy equivocada,mi preciosa mujer.

Efectivamente, pensaba que estaba loco pero no.

Bajamos a cenar en el comedor de mis padres,ahi donde se cenaba todas las noches, menos aquellas en las que se celebraba una fiesta. Era una mesa de 12 personas en el centro de la habitación. En los lados de esta había sillones y un sofá donde nos sentábamos a hablar después de cenar.

El que antes era mi sitio,fue ocupado por Connor, en el lado derecho de mi padre. Yo me sentaba ahora al lado de Connor y Duncan, que seguía ahí.

- Que tal cariño? preguntó mi padre.
- Estoy bien padre
- Beth, dijo Duncan. Te ha informado Connor de que mañana me marcho?
- No Duncan. No hablé con mi esposa sobre ti, le contestó Connor.
Duncan me miró asombrado. Le negué con la cabeza disimuladamente un no. No, mi marido no sabe que fuiste tú. El amor de mi vida.

- A que se debe su marcha Duncan?
- Mi padre me dará el Ducado de Gales. Me marcharé a hacerme cargo de mis obligaciones.
- Enhorabuena, me alegro mucho por ti.
- Yo también, dijo Connor. Pero aún así me pregunto a qué se debe tanta familiaridad entre mi mujer y mi amigo?
- Connor, mi hija y Duncan se criaron juntos en la corte de su padre, hasta que Beth cumplió los 16 años.

Connor se quedó blanco, encontró a aquel al que me entregué, aunque se lo negaría

- Una cosa que desconocía de ti Beth, no sabía que Duncan era amigo tuyo, dijo mi marido.
- Tampoco sabía yo que Duncan era amigo tuyo también
- Beth, veo que sigues teniendo el mismo carácter, dijo Duncan. Decidí no contestar y seguir cenando.

Cada vez que le miraba me acordaba de aquellas promesas que nos hicimos, pero que nunca se llegaron a cumplir.
Esperé años y años. Hasta siendo cortejada por Connor pensaba en el, en aquel que prometió tantas cosas pero solo cumplió una, la de volver a verme.

- Duncan, como es que sigues soltero. En las cartas que intercambio con tu madre nunca me dice que has encontrado el amor.
- Señora, mi corazón tiene dueña desde hace muchos años, pero antes de pedirle matrimonio quería ser alguien,no solo el hijo del rey. Debí ganarme con mucho esfuerzo el Ducado de Gales y casarme con aquella mujer a la que amo. Aunque ya es tarde. Esta casada.



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En el texto hay: highlands, elizabeth, duncan

Editado: 25.09.2018

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