Susana se despertó de golpe cayéndose del sofá toda despeinada y babeada , rápidamente corrió hacia su habitación. Cuando llegó, vió a una mujer de piel oscura, cabello corto, con los labios algo carnosos, con finos rasgos en los ojos y vestida con ropa de hombre que le quedaba algo grande.
( Esto a Susana no le podía importar menos.)
Al verla, alzó sus brazos, cerró sus puños y se puso en posición de luchadora de boxeo.
—Ok, tienes un minuto para decirme: ¿quién rayos eres y qué haces en mi baño?—Dice Susana con la guardia en alto—Y como intentes algo te daré un puñetazo en toda tu maldita cara.¡Habla!
—Espera, espera...yo...—la mujer intentó dar un paso.
—Te dije que no te movieras— Amenazó—¿Dónde diablos está Rainol?...Rainol, Rainol—Comienza a llamarlo sin despegar la vista de la invasora—Rainol, ven aquí ahora...Hay una mujer que entró a mi casa. Llama a la policía en lo que la controlo.
—Espera, por favor—Suplicó —Soy yo...soy yo
—¿Yo quién?—Pregunta alerta.
—¡Ra... Rainol!—Dice con dificultad.
—Rai... --- Volvió Susana a decir en alta voz— ...de paso diles que está loca como una cabra.
—No, no. Es verdad—Afirma preocupado.
—Pero de que diablos hablas mujer...Ehhh, mantente atrás—Le dice cundo intentó dar otro paso.
—¿ Cómo puedo hacer que me creas?—Le pregunta aún impactado por lo que estaba sucediendo.
—Aquí no hay nada que creer, ¡LOCA!—La insulta.
—Ok, ok...No puedo creer que vaya hacer esto a mi edad—Dijo en voz baja.
—¿Hacer qué?—Pregunta extrañada.
Entonces aquella mujer se paró totalmente erguida, tomó aire mientras cerraba los ojos y al abrirlos dijo con voz y actitud de pirata de altamar.
—¡TODAY IS A GOOD DAY FOR DIE!— Diciendo esto estiró la mano hacia el frente con el puño cerrado.
—Esa frase...—Se quedó pensativa— Esa es mi frase favorita del capitán Barbosa de Piratas del Caribe. Pero sólo una persona decía la frase conmigo y chocábamos puños luego...Eso quiere decir que...—Ya se había dado cuenta—¡POR EL AMOR DE DIOS!¿¡ RAINOL!?
—Sí—Asintió con la cabeza lentamente igual de horrorizado que ella.
Sin pensarlo dos veces, Rainol fue acercándose a Susana y cuando iba a hablar, esta le pego un puñetazo en medio de la cara con tal fuerza que la tumbó al piso.
—¡Diablos Susy!— Exclama—Por qué me pegaste.
—Perdón, perdón—Se disculpa y lo ayuda a levantarse—Creo que fue de la impresión.
Rainol estaba demaciado preocupado como para enojarse por el puñetazo. Aunque de cierta manera fue bueno, ya que lo hizo entrar en razón y comenzar a pensar mejor toda su situación.
—Vamos para la sala—Sugiere Susana.
El apartamento de Susana no era grande: consistía en una sala comedor, una diminuta cocina, un cuarto con baño y un pequeño balcón.
Susana ayudó a Rainol a sentarse, quien aún estaba conmocionado por el golpe. Pero tras unos minutos, recobró por completo la compostura.
— ¿Estás bien Rai?—Le pregunta.
—Amanecí con dos bultos en el pecho y oh si... descubrí que ya no tengo pene ; pero tranquila que estoy de maravilla—Dijo con mucho sarcasmo.
— Yo preguntaba por cortesía.— Protesta Susana.
—¿ Cómo sucedió esto?—Pregunta Rainol y comienza a analizar.
— Pues yo no lo...Oh no—Dice Susana con cara de preocupación.
—¿ Qué pasa?¿ Sabes algo de esto?— Le pregunta mientras se señala de arriba a abajo.
—La Amarula— Dice encogiendo los hombros—Ayer mientras hablábamos te emborrachaste y terminaste tomándote todo lo que quedaba en la botella de golpe—Explica— Y en la etiqueta decía que en grandes cantidades de una vez producía efectos secundarios.
—Se supone que efectos secundarios cuando bebes, sean sinónimos de jaqueca, vómito o incluso dolor de estómago ¡NO ESTO!—Dice insultado.
—Oye, a mi no me hables en ese tono que yo no sabía tampoco de que por tomar demaciado fueras a acabar siendo mujer— Le replica.
—Perdón Susy—Se disculpa Rainol— No debí cogerla contigo.
Todo quedó en silencio y pasaron unos minutos más antes de que alguno de los dos volviera a hablar.
—Por ahora—Rompe el hielo Susana— Voy a preparar el desayuno que dentro de dos horas debo ir a dar el curso de economía en la Federación.—Diciendo esto tomó el mando del televisor en la mano y se lo entregó a Rainol, quien se veía más relajado pero aún pensativo.—Toma...Ponte a ver algo en lo que termino.
—Gracias—Rainol toma el mando con sus (ahora) finas manos y prende el televisor.
— ¿Cómo quieres el huevo?— Pregunta Susana desde la cocina.
— Tortilla está bien para mí—Le responde mientras cambia de canal.
Rainol estaba revisando los canales pero no encontraba nada bueno así que decidió dejar el canal Educativo 2, donde ponían TeleSur.
—Mira para eso— Dice un tanto disgustado.
—¿ Qué pasó ahora Rai?— Le pregunta Susana saliendo de la cocina y parándose a su lado.
En TeleSur estaban transmitiendo una marcha feminista por la igualdad de género en México.
—Parece mentira.—Protesta—¿ Por qué ellas en vez de estar marchando no están trabajando o cuidando de la casa? Tenían que ser mujeres.
— Sabes que tú no eres el más indicado para decir eso en estos momentos verdad.—Le dice Susana mientras lo mira de pies a cabeza.
—Lo mío es otra historia—Se justifica.
—Pues tu historia va a durar oíste— Le dice—Porque ya no queda más Amarula y la señora que me la dió era una visitante extranjera que ni su nombre sé. Así que estamos embarcados.
—Ñoooooo, y justo en este momento que iba a hablar con mi hija.—Se lamenta.
— Además— Dice señalando al televisor—Ellas luchan por una causa justa, la igualdad y el respeto por sus derechos. Y no sólo las mujeres, también hay hombres que apoyan su causa y...
—Que me coja yo en esa gracia.Tengo cosas más importantes que hacer que...—Se detuvo un momento y comenzó a olfatear—Susana, no sientes olor a quemado.