----Meterme terror, eso era lo que quería mi madre.
Piensa Laura mientras acomodaba todo el mercado que Tae Hyung había comprado para los dos.
Era pequeño el apartamento, con una sola habitación, la cocina, el baño y la sala comedor. Pequeño, pero para ella era suficiente, se sentía feliz y plena viviendo bajo el mismo techo que el amor de su vida. El de greñas anaranjadas instalaba la estufa con el gas que recién compró, y después de verificar que funcionara perfectamente, va a sentarse un momento en el sillón.
Saca su celular, y mira a su novia un segundo, al cerciorarse que ella no le estaba viendo, revisa los mensajes de su WhatsApp pero ninguno responde, así que vuelve a guardarlo en dónde lo tenía. Sus ojos se enfocan en las nalgas de Laura, lame sus labios y de un brinco animado se pone en pie.
La chiquilla estaba muy entretenida terminando de acomodar todo a su gusto; Hyung se posiciona atrás suyo, la toma por la cadera y restriega su miembro en el culo de la chica. Está acción la pone nerviosa, y más que Tae se acercó para besar su cuello...
----¿Vamos?---- su invitación fue un susurro de modo seductor muy cerca del oído. Laura traga muy profundo, recuerda perfectamente como fue su primera vez con él, y a causa a tanto dolor por ser estúpidamente virgen, no quería volver a pasar por eso.
----Y ¿Si te preparo algo rico primero?---- intentó esquivarlo.
---¿Hay cosa más rica que tú? ¡No lo creo, bebé!--- la tomó por la mano e hizo que se diera vuelta para encontrarse frente a frente -----Ya eres mi mujer. Así que vamos--- se la llevó consigo directo a la habitación.
Tae solo piensa en su propio placer, no le importa nadie más que no sea el mismo. Está acostumbrado a revolcarse con cualquier mujer que lo provoca, pero siendo este cuidadoso y utilizando SIEMPRE condón. Laura comenzó a planificar con pastillas anticonceptivas hace muchísimo tiempo, considero que si ella se estaba cuidando ¿Para que tenía que acudir a ese método de protección también?. Claramente no la va a embarazar, y eso era lo que menos quería ahora.
La chica tenía su cara hundida en el colchón. Se aferró a las sábanas con fuerza, las embestidas de su novio contra ella no era algo que la hacían sentir placer. En su mente solo pasaba el hecho de que estaba incómoda, que le dolía, y que esto era lo que no quería. Por otro lado Hyung lo disfrutaba como no tenían una idea, lo que más lo excita es saber que puede tenerla en posiciones que la chiquilla no se niegue, follarla en cuatro, verla todita.
----Tengo hambre. Levántate y preparame algo---- abrochaba el botón de su pantalón. Envuelta en la sabana, la muchachita se baja de la cama.
----Quiero bañarme primero.
-----No te tardes, princesa--- antes de salir por esa puerta, miró el canasto de ropa sucia ----No tengo con que ir mañana a trabajar, quiero toda mi ropa limpia.
Laura igualmente miró el canasto -----Ya está tarde mi amor, yo creo que las lavanderías ya las cerraron, y yo no ví ninguna lavadora aquí.
-----Yo no tengo lavadora ----sonrio divertido ----¿Para que quieres que gaste dinero en una lavandería cuando puedes hacerlo tu?.
----¿Quieres que lave toda esa ropa a mano?---- se sorprendió. Hyung asintió.
----Eres mi mujer, ¿No?. Yo trabajo afuera para sustentarte, a ti toca hacerlo acá adentro, como todas lo hacen ----se dispuso abandonar la habitación---- La quiero limpia y bien planchadita. Te espero en la sala, no tardes porque estoy que muero de hambre...
***
Min escurrió el trapero para darle la última pasada en la sala. Respiró profundamente, olía a frescura de lavanda y la sensación de tener su apartamento limpio lo tranquiliza después de llegar del trabajo; el pálido se quita los guantes, cuelga el trapero, deja el balde en su puesto y va directo a la cocina. Le cruje el estómago, indicándole que ya era hora de preparar la cena...
Abre la nevera, saca lo que va a necesitar y en cuanto se coloca el delantal, se pone a cocinar. ¡Lo que le faltaba! Cuando esta bien ocupado, su celular empieza a sonar. Min estira su cuello para ver quién lo estaba llamado.
----¿Ahora qué querrá este?---- desliza el dedo en la pantalla aceptando la llamada, y lo pone en alta voz----¡Dime!---- fue su contestar.
----Hola Yoon Gi, ¿Cómo estás? ¿Que haces?.---- preguntó el de la otra línea muy amablemente.
----¿Qué quieres, Tae Hyung?---- corta de una vez conociendo muy bien como suele ser el pelinaranja----Si es para pedirme dinero, pues te digo de anticipación que no tengo, ayer me compré una moto más costosa que la que tenía, y me quedé sin un Won.
----¿Otra moto?---- se asombra---- Y ¿La que tenías que la hiciste?.
---La vendí para poder comprarme está que es más grande----- picaba con mucho cuidado la cebolla ---- Aún no he cobrado y no cobró hasta el último de este mes, por eso te estoy diciendo que no tengo dinero.
---Pero si yo no te llamé para eso.
----¿Ah no? ¡Que raro!--- alzó ambas cejas ----¿Entonces para qué?.
-----Jin me comentó que te fuiste para Busan, y yo recién me entero, ¿Por qué no me dijiste que te fuiste? Ni siquiera te despediste...
----¡Ay por favor!---- saltea el guiso---- Yo no tengo porque estar diciéndoles para donde voy o no, mucho menos despidiendome como si fuera niñito de preescolar, ya voy para los treinta, me estoy haciendo viejo como para andar en eso.
----Pero eres nuestro amigo. Eso no tiene nada que ver que te estás volviendo viejo o no...--- le pareció ilógico ---- Debiste avisarnos...
Min se carcajea----Si no le aviso a mi madre que ya se murió, ahora a ustedes!---- se escuchó tan irónico.
----¿Cómo es eso? ¿Cómo que tú madre se murió? ¿Cuando?---- le alarmó susodicho.
----Mira Tae Hyung, estoy muy ocupado..¿Si? Hablamos después...otro día..
----¿Hablar cuando si tú nunca contestas? Esto fue realmente un milagro que lo hiciste, y no me salgas con el cuento que yo solo te llamo para pedirte dinero porque eso es mentira...