El hogar del Alpha.
P.O.V. LANA COLTER.
-- Aquí ha-hacer mucho frío -- digo mientras me abrazo a mi misma, no me basto con la sudadera y él abrigo todavía tengo mucho frío.
-- Ten -- el alpha me pone su abrigo.
-- Pe-pero vas a tener frío -- él sonríe.
-- Lana, soy un lobo, no tengo frío.
Al acordarme de eso mis mejillas se ponen rojas y él ríe. Me vuelve a tomar de la mano y seguimos por el camino, esquivamos a muchas personas.
Noto que el alpha se emociona a ver a un hombre alto de cabello castaño.
-- Oh, pero qué molestia por venir por mi -- dice el alpha con diversión y él hombre ríe.
-- ¿Molestia? Si no vengo por ti me ignoras toda la semana.
-- Que cosas de mi -- se hace el ofendido.
No pasa mucho para que ambos rieron y se dé un abrazo, mientra que yo me quedo ahí parada sin saber que hacer, no se que se hace en estas situaciones, mi madre siempre me callaba así que no decía nada hasta que alguien se acercaba a preguntarme algo.
El alpha Christopher se voltea a mi con una sonrisa y me toma de la mano.
-- Ella es Lana, Lana él es Enrique mi beta.
-- Mu-mucho gusto -- digo.
-- El gustó es mío señorita Colter.
¿Cómo sabe mi apellido? Ah, si, Christophe se lo habrá dicho.
-- Hay que irnos -- dice el alpha vuelve a tomar mi mano que de nueve a estar fría.
El beta toma la maleta que traía, bueno, no hay gran cosa, el alpha fue antes de irnos a casa, no se que pasó pero me trajo algunas cosas mías y un peluche que tenía en mi mesa de noche. No se si lo sabe pero ese peluche es importante para mi, con todo este drama se me había olvidado.
Él alpha me abre la puerta de un carro negro, entró mirado todo a mi alrededor con curiosidad que no noto cuando el alpha está aún lados e mi hasta que pone su mano encima de mi rodilla.
Lo miro de reojo, tiene una sonrisa y escucha atentamente que es lp que dice su beta. Me acerco un pco más a levanta sin alejar su mano en mi rodillo, es un simple tacto que me está gustado de él.
No se cuando tiempo pasa pero comienzo a sentirme cansado y me acerco al alpha, recostado ni cabeza en su brazo, no dice nada, ni se mueve. Cierro los ojos y me dejó llevar por su pequeño ya tacto de su mano en mi rodilla hasta caer dormida.
***
Después desorientada y mareada, estoy en una cama con sábanas blancas, es un color muy común y simple, en la habitación que estoy es de color negra, a cada lado de la cama hay una mesa de noche con una lámpara encima.
Me levanto, el piso está frío y yo sólo tengo mis calcetines cumbriedome, busco mis zapatos hasta dar con ellos y ponermelps.
La curiosidad me gana y miro toda la habitación, hay algunas fotos en una mesa de a lado, me acerco y tomó una de ella.
Son los señores Scott Allen, ambos so ríen mientras se abrazan, el alpha Ethan Scott tiene manchas de harina en su rostro y su esposa, Alexandra Allen tiene una gran sonrisa y rodea feliz el cuello del alpha.
Dejo ma foto en su lugar y toma otra, en ella hay tres pequeños que se me hacen fácil indetificarlos, el alpha Chris junto a su hermano y hermana. Ambos están manchados de harina pero el alpha Christopher tiene una expresión de amargura, sonrio.
-- Emely me había tirado la harina -- me sobresalto al por su voz, dejó rápidamente la foto en la mesa y bajo la mirada.
-- L-lo si-siento, yo no… -- él me interrumpe.
-- Esta bien, al final está también va ser tu habitación -- mis mejillas se pone rojas pero no me atrevo a mirarlo y sigo mirado las fotos sobre la mesa.
-- ¿Cuánto he dormido? -- pregunto tímida.
Veo de reojo como camina hasta ponerse a un lado de mi -- Al menos unas tres horas, te veías muy cansada así que no te desperté. Es importante que descanses.
-- Tengo hambre -- digo saber que decir y además eso es verdad.
El alpha rie -- Ven, también re tengo que presentar al diablillo.
-- ¿Diablillo? -- pregunto curiosa mientras me dejo arrastrar por él fuera de la habitación.
-- Es la hija de Enrique pero es un diablillo, sólo su madre sabe ponerla quieta.
-- ¿Quién es su madre?
-- Se llama Aby, es algo sería así que no sientas que está enojada contigo, ella ya es así. No quiero que te sientas mal.
Mis mejillas arden por lo último que dice, no quiere que me sienta mal.
Bajamos unas escaleras, intentó aprenderme el camino pero siento que este lugar es muy grande, ojala no me pierda algún dia.
Al llegar al final de las escaleras puedo ver enfrente la puerta pero no examinó más, el alpha está muy emocionado porque conozca a estas personas y eso me gusta.
Llegamos a una cocina donde él beta Enrique está sentado con una niña en sus piernas, la niña tiene el mismo cabello que el beta y son pequeños detalles en lo que se parece a él.
Enfrente de ellos está una mujer que parte algunas verduras, la niña tiene más parecido a ella, tiene el cabello café al igual que sus ojos.
La niña voltea a vernos y baja del regazo de su padre para venir corriendo a las piernas del alpha Christopher.
-- Tía Chris -- dice feliz sacodole una risa al alpha.
-- Diablillo.
-- No le digas así -- reprocha la mujer.
-- Oh, nunca lo hare -- la niña vuelve con su padre y él alpha voltea a verme poniéndome enfrente de él para que todos puedan verme -- Ella es Lana y ella -- apunta a la mujer -- es Aby y el diablillo se llama Valeria.
-- Hola -- saludo y la mujer me sonríe.
-- Se ve que es muy tierna -- dice con una sonrisa y me pongo roja.
-- Lo es -- afirma el alpha.
La mujer se me acerca y me da un fuerte abrazo y me menea de un lado para otro.
-- Quita tus manos de ella -- escucho que dice el alpha y yo sonrío.
La mujer se separa un poco de mí -- si te hace enojar dale un golpe en la cabeza -- guiña un ojo.