Ella es Rebecca

4

CAP4

*Reproduzcan gasoline y control de Halsey para más emoción*

 UNO´S POV

Richard se encuentra cruzado de brazos negando con la cabeza mientras Raven comienza a explicar cómo le ayudaría a Rebecca involucrarse en la empresa para distraerse Mi teléfono comienza a sonar y veo el número de Dalton en ella, no dudo en contestar

­—Cristal se encuentra en camino al hospital tenemos un código 3, a la princesa de Cristal le ha ocurrido algo, repito, a la princesa de Cristal le ha ocurrido algo ¿Activamos el protocolo? — MIERDA, empujo la silla y me levanto

—Se inicia protocolo torres gemelas, vayan al hospital de Colleman, estoy con las otras fichas. Llegaremos en diez minutos— La vista de Robert cae en mí, cuelgo la llamada —Robert, el protocolo se inició, princesa de cristal va camino al hospital, no se sabe qué le pasó, pero debemos irnos, tus hijos se irán en camionetas diferentes— las sillas se escuchan arrastrarse, Richard abre la puerta, pero Ryan lo jala de la capucha de su suéter

—Respira— él trata de soltarse, pero Ryan lo jala del brazo y comienzan a caminar rápido hacia el ascensor

Estamos los 5 y dos escoltas más esperando a que el ascensor llegue al lobby, el mellizo comienza a hiperventilar, Ryan le dice que Rebecca está bien, pero sigue negando, veo cómo su color de cara comienza a cambiar a uno más pálido de lo normal, me volteo completamente hacia él jalándolo de la chaqueta azul y le pego una cachetada, vuelve a su color normal

—La realidad es esta Richard, no te dejes ir en tus recuerdos. Rebecca estará bien— con su mano en la mejilla asiente. Salimos hacia las camionetas, Robert se sube de copiloto.

No espero a los otros y piso el acelerador, un semáforo se encuentra en rojo mientras el cielo comienza a nublarse poco a poco

—Pásatelo, mi hija se encuentra en el hospital— y se me viene encima a lo que yo lo empujo con mi brazo para regresarlo al asiento del copiloto

—Te recuerdo que tú me entrenaste y te puedo dormir con dos dedos, así que cálmate y cierra la boca para que veamos a tu hija de una buena vez— se acomoda en su asiento y escucho como se pone el cinturón.

Sé que Rebecca estará bien, sé que ella pasó demasiado y no creo que su pasado regrese para atormentarla. Nadie sabe que los mellizos se encuentran aquí.

—¿Cómo supiste que Richard estaba recordando? — la voz del capo de la mafia me saca de mis pensamientos

—Rebecca en ocasiones tiene ataques de pánico, a veces son tan fuertes que se desmayaba o se queda en blanco. ¿Te acuerdas cuando de chico me pasaba lo mismo? — asiente —Tú me enseñaste que hablándome dulce no se salía de ahí, por eso ella me habla como me habla, por eso mismo ella y yo nos llevamos así, pareciera que siempre llego o estoy en el momento justo en el que sucede eso— en un susurro añado —Esta vez no estuve ahí para ella— no sé si me escuchó y lo poco que me importa. Robert es como un padre para mí, cuando me encontró en esa subasta de pequeño, no dudó en comprar mi libertad, dicen que cuando crecemos olvidamos nuestra infancia, pero no cuando de pequeño eras obligado a interrumpir tu niñez con tal de sobrevivir, con tal de tener una migaja en la boca y pelear para que no tocaran a los tuyos.

Llegamos al hospital y derrapo entrando al estacionamiento, bajamos, y nos damos una última mirada para después comenzar a correr un hombre de 41 años con un traje hecho a la medida y a un joven de 23 con chaqueta negra para cubrirse de la lluvia, los bisabuelos dicen que cuando recibes una llamada mientras llueve significa mal augurio. Llegamos a la recepción, pero vemos a Carl, uno de nuestros trabajadores

—Señor, ella solamente se desmayó de la nada— Robert alza una mano a lo que él baja la cabeza

—Solamente dime en dónde está— dice en un tono frio

—En el tercer piso, el doctor Colleman ya la atiende— Robert me da una mirada, asiento y comienzo a correr escaleras arriba, él toma el ascensor. Yo debería ir con él, pero debemos verificar que nadie quiera hacer un atentado, en las escaleras por cada piso veo a dos hombres.

Al llegar veo a Sebastian sentado en el suelo blanco, Dalton está con su AR15 en mano custodiando la puerta. El protocolo torres gemelas se creó cuando supimos de la existencia de los mellizos, Dalton, Ryan y yo lo creamos y perfeccionamos especialmente para ellos. Consiste en que cuando se es activado es porque uno de ellos fue atacado y se le habla a la mitad de los hombres para custodiar al herido. Por nada del mundo puede haber puntos ciegos. Rebecca recibió el nombre princesa de Cristal y Richard príncipe de Hielo.

­—Resumen— ordeno a lo que Mark le da una mirada a Sebastian para que se levante, veo a Robert salir del ascensor siendo custodiado por Carl y otro hombre

—Estábamos bien, afuera de la catedral y ella solamente se desvaneció— dice muy rápido, me imagino que por los nervios de lo que pasó y ver a tantas personas con más armas de lo normal

—Hablaré con el director del hospital para que nadie entre ni salga a este piso— Robert saca su teléfono y se aleja para hablar.

Una de las asociaciones no tan fantasmas que tiene la familia es con el hospital general Italiano Maureen, recibe donaciones por parte de la empresa de cosméticos de los Rossi.

Vemos que la puerta de la habitación de Rebecca se abre y sale Fabritzio Colleman, el doctor de la familia. Es un hombre de unos cincuenta años, hijo del doctor de cabecera de Robert.

—Estamos esperando a que estén los resultados para saber con exactitud qué fue lo que ocasionó el desmayo, le hicimos una resonancia y todo bien, también se le hará un electrocardiograma para evadir cualquier riesgo— las puertas del elevador se vuelven a abrir, todos sacamos nuestras armas hasta Fabritzio y vemos a los otros Rossi salir, bajamos las armas.



#26188 en Novela romántica
#4324 en Chick lit
#6118 en Joven Adulto

En el texto hay: mafia, religion, traición.

Editado: 25.01.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.