Elle & Eric ( Trilogía "Nosotros" #1)

Capítulo 1

Capítulo 01:

16 de enero, 2015.

 

 

Siento que me estoy sofocando entre mis sabanas. Sé que ya amaneció, pero sigo con mis ojos cerrados; tengo mucho calor. ¿Quién apagó el aire acondicionado? Estoy el 99,9% segura que fue mamá. Mientras estoy finalmente despierta, soy consciente de que poseo un dolor aguado que proviene de mi vientre y siento mi entrepierna húmeda.

Que no sea lo que pienso. Sólo un día más, por favor.

— ¡Joder! — exclamo con los ojos todavía cerrados, bufando. Busco mi iPhone debajo de mis almohadas. Entrecierro los ojos para que no me duela la cabeza por el brillo del teléfono, y veo la fecha: 16.

No he verificado, pero ya lo sé.

Lloro internamente, sufriendo por los cinco días que se avecinan. Esto sería como el castigo más grande que mi mamá nunca me haya dado antes.

¿Por qué me hacen esto?

Se supone que me llegaría mañana pero no, se adelantó mi “querido y bello” periodo. Siempre pasa, pero como soy “algo” descuidada; estas cosas solo me pasan a mí. ¿Por qué no se puede esperar? Chequeo la hora y son las 7:25 am.

Empezando muy bien el día.

Me levanto de mi cama para ir corriendo al baño, me bajo el short de pijama junto con mis bragas. Mi sueño terrible de cada mes se hizo realidad, levanto mi cabeza al techo cerrando los ojos, murmurando un quejido.

Hago mis necesidades y me despojo del resto de mi pijama para introducirme en la ducha, me doy una ducha fría. Salgo de la ducha y reviso los cajones que están debajo del lavamanos, hay de todo menos lo que necesito.

Toallas sanitarias.

Entro en pánico, recuerdo que las había dejado en mi casa, estaba durmiendo en la casa de mis padres ya que mi compañera de casa y hermana Maddison se había ido con nuestro hermano Matthew a visitar a la abuela, “mami Amanda”, así le apodé desde muy pequeña, y el apodo se quedó hasta la luz del día. Me quede a dormir puesto que no me gusta estar en casa sabiendo que soy la única que habita el lugar.

Tendré que ir a la farmacia ya que mamá, cuyo nombre es Ava, va a trabajar a las 6:50 am, y mi papá, Mason, está de viaje a causa de su trabajo, también. Camino a mi bolso, busco un conjunto de ropa cómoda que siempre dejo aquí por si acaso. Me coloco ropa interior viejo (con papel higiénico para no manchar), una camisa manga larga color blanca, pantalones negros y unas zapatillas viejas que había dejado desde haces algunas semanas atrás.

Me veo en el gran espejo, luzco bien a pesar de todo lo que cargo puesto, tomo el cepillo de peinar y me hago una coleta alta, hace que mi cabello castaño naturales tenga un aire genial. Y el blanco hace que mis ojos verdes aceituna resalten más de lo debido. Soy una chica natural, estatura 1.65, tez blanca (aunque no mucho, el sol ha hecho efecto en mí), nariz respingona y tamaño moderado, delgada, me desarrollé muy bien, no me puedo quejar de los genes de mis padres y el gimnasio siempre ayuda, aunque no he ido últimamente, pero puedo decir que estoy en forma. Un vistazo más y listo.

Espero no mancharme en medio de la calle, eso sería muy vergonzoso. No me ha pasado y no quiero que suceda eso, seria trágico. Salgo de mi vieja habitación y salgo disparada para la cocina, bebo un vaso de jugo de naranja frío y tomo dos galletas de chocolate de la encimera para comer en el camino. Agarro mi bolso, las llaves de la casa y del coche, corro hacia la cochera, abro mi auto marca CLA Mercedes Benz Shooting Brake; me introduzco en él, lo enciendo y pongo mi bolso en los asientos traseros.

Destino a la farmacia.

 

***

 

Entro a la farmacia velozmente. Mientras agarro un paquete de toallas, unas pastillas para el dolor de vientre y una botella de medio litro de agua mineral, siento que el dolor agudo en mi vientre regresa como si fuese fuego, dirán que estoy exagerando, pero es así. Provoca tomarme tres calmantes de una sola vez. Tengo mucho calor y eso me desespera, me sofoco.

Efectúo el pago de mi compra, vuelvo al estacionamiento de la farmacia y justo en el momento que me voy a sentar en el asiento de mi bebé para soportar mejor las puntadas que perforan mi vientre, alguien toca mi hombro, volteo y veo a un chico. Muy apuesto.

Y afortunadamente – pero no para mi estado – me encuentro con Chase, mi amigo de la secundaria.

— ¿Eres Elle? Oh por favor, claro que sí. ¡Tanto tiempo! ¿Cómo has estado? — pregunta abrazándome con mucho entusiasmo.

Oh, Chase ya no es un niño. Viste un pantalón negro, un suéter gris y zapatos Nike. Sus músculos están muy bien definidos y su barba corta lo hace lucir como realmente un hombre. A Maddie la vuelve loca un hombre con barba. De lo que se pierde.

— ¡Chase! Vaya, creciste — obviamente. Rio nerviosa. —. He estado muy bien, de hecho. ¿Y tú? — No es por ser grosera pues es un agrado encontrarme con él, pero por primera vez en mi vida quiero que me deje ir a casa de mis padres a recostarme para poder pasar este bendito dolor.

— Muy bien, gracias. ¿Qué ha sido de tu vida?

— Bueno, soy odontóloga, trabajo en el Belconnen Dental Centre en Canberra, pero ya estoy libre, ¿qué hay de ti? — le pregunto mientras paso el dorso de mi mano por la frente



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En el texto hay: comedia, romance, drama

Editado: 26.09.2018

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