Ellina. El hada buena

Capítulo 1. La chica de ayer

Estaba en lo alto de aquella colina verde. Su mundo era diferente a la Tierra. Sus ojos color verde miraban el anaranjado atardecer. Por su mente venían muchos recuerdos, todo lo que había hecho para llegar a donde estaba, incluso cuando jamás creyó que lo lograría. Finalmente, consiguió ser miembro honorable del Escuadrón Belta y pudo descansar tranquilamente sabiendo que, desde ese momento no era una más. Tenía talento, sería exitosa. Ellina era ambiciosa además de vanidosa, buscaba ser mejor que el resto, su mentor era el señor Koparki. ¿Acaso no era suficiente motivo para ser el número uno? Lanzó un suspiro al viento sintiéndose muy satisfecha de su condición actual, y después bajó de la colina para llegar al edificio Katarka y dar por terminada la jornada de ese día.

Las calles hacia el edificio Katarka eran muy angostas, había gente que pedía ayuda sobre las aceras pues los Hansti los llamaban "desalmados"; eran personas que habían vagado entre muchas de las realidades existentes, pero al carecer de control mental para comprender la verdad habían terminado por desquiciarse hasta el punto de perder su identidad y ahora simplemente deambulaban en la última realidad que creían cierta intentando sobrevivir. Algunos Hansti eran buenos y les alimentaban o ayudaban, pero no los que eran como Ellina, no les compadecía ni le gustaban, le parecían seres inferiores que no podían siquiera controlar sus propios pensamientos.

La mayoría de los Hansti trabajaban en el edificio Katarka. Era el más alto nivel que podían alcanzar; antes de llegar trabajaban en Heatsful donde les enseñaban a entender la gran energía creadora y cómo manejar su propia magia, aunque para llegar ahí tenían que trabajar en Servilia; donde viajaban hasta las realidades humanas y ayudar a la energía creadora realizando obras que acercaran a los seres vivos hasta las 8 profundidades de su psique y así pudieran experimentar la catarsis de energía que les permitía evolucionar.

El edificio Katarka era muy grande, estaba sostenido por cuatro edificios en cada esquina interconectados por unas murallas que los cercaban y dentro había un enorme patio, justo en medio había una fuente que en la cima tenía un balde de donde emergía agua, la estatua hacía alusión a la gran energía creadora y como esta se iba derramando a través de todo. La puerta para entrar al primer edificio era de cristal y tenía doce pisos al igual que los otros tres edificios. La oficina de Ellina estaba en el cuarto piso. Era compartida con tres compañeros más, todos trabajaban sobre el suelo alfombrado, y tenían pantallas de cristales en las paredes. Ellina estaba radiantemente feliz pues pronto estaría en el edificio tres y tendría una sola oficina para ella siendo miembro del Escuadrón Belta.

«Soy tan brillante» pensó, para finalmente sentarse junto a sus compañeros y leer algunos cuadernos que yacían en el suelo.

Ellina estaba recreando algunos mapas sobre la pizarra de cristal con una pluma electrónica, dibujó lo que parecían ser ríos sobre un bosque que una vez terminados podían visualizarse en forma nítida.

El sonido ensordecedor de una alarma envolvió todo el lugar. Significaba que les esperaba una junta en uno de los foros del edificio. Había alguna novedad digna de contarse a todos los Hansti y era la principal razón de aquella junta. Cuando todo el personal tanto del escuadrón Niquemus y Belta estuvieron en el foro, Koparki se aproximó al estrado junto a Palmia; todos estaban listos para escuchar las noticias. Pero los rostros de Koparki y Palmia parecían desencajados. El comenzó a explicar:

—Bienvenidos a esta reunión, tenemos noticias. Se han escogido gracias a la gran energía creadora diversas realidades del mundo terrestre que tendrán su final en estos 9 tiempos—dijo Koparki para después hacer una leve pausa—. No es grato dar estas noticias. Sin embargo, la decisión de la gran energía está tomada y queremos que estén enterados

—¿Cuándo sucederá y que efectos tendrá sobre nosotros los Hansti? —preguntó alguien entre el público

—Podremos observar el desmoronamiento de esas realidades, sin embargo, no tendrá mayores efectos sobre los Hansti—respondió Palmia

Una vez finalizada la junta todos volvieron a sus lugares de trabajo.

Desde la torre de observación Hanitten se encontraba el líder Iker, quien miraba a través del ventanal. Un solo vistazo y podía mirar todo. Pronto una Hansti ingresó a la oficina y le entregó un informe a Iker. Una vez que se retiró la Hansti, se dispuso a leer el informe.

Era algo inaudito. Sabían que el universo estaba dividido por diferentes realidades ninguna jamás se cruzaba con la otra, creían conocer todas las existentes, pero el informe decía que había una desconocida creada artificialmente que no avanzaba como las demás en cambio se superponía y afectaba su avance temporal. Estaba elegida para ser una de las que se destruiría. Nadie la había descubierto, pero ahora que estaba por desaparecer aseguraban que era artificial y temían que sucedieran cosas malas.

Aquellas realidades eran creadas por la energía creadora, pero no afectaba al Planeta Hansti que existía solo en una realidad y que consideraban como la principal sin embargo esto no les impedía viajar y conocer las otras.

¿Pero quién había podido crear aquella realidad? ¿Cómo alguien podría hacer algo así desafiando a la propia energía creadora? .

Iker se quedó en silencio, era un informe confidencial, era la tercera persona en enterarse, tenía la orden de investigar y aclarar la información.



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En el texto hay: aventura, almasgemelas, magia y amor

Editado: 05.08.2020

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