Embarazada sin Querer Editando

Capítulo 2 parte II

—Quiero la pasta por favor —digo leyendo la carta de menú.

—Bueno chiquita, que me cuentas —pregunta Lizzy con curiosidad.

Lizzy es una chica muy linda de cabello rubio, largo y de unos bonitos ojos verdes. Tiene una gran personalidad es muy alegre y ocurrente. En cuanto nos conocimos nos hicimos amigas. Cuando se la presente a Vanessa congeniaron al instante, y las tres somos muy amigas desde entonces.

—¿Qué quieres que te cuente Liz? Ya sabes que mi vida siempre es igual, trabajo, casa, Carlos y trabajo.

—Hablando de Carlos, ¿Como está? hace días que no lo veo venir a recogerte —pregunta dando una mordida a su espárrago.

—Está ocupado con la universidad, recuerda que le falta poquito para graduarse.

—Si, es verdad —dice tomando de su vaso con agua—. Oye, hoy es sábado ¿Qué te parece si saliendo nos vamos a "Ojos Negros"? Vamos a relajarnos un poco, yo estoy un poco tensa y necesito relajar mi cuerpo con un poco de baile —propone moviendo los hombros.

—¿Ahora que paso? —pregunto recostándome en el respaldar de la silla y cruzándome de brazos.

—Nada, nada —responde restándole importancia con la mano—. Solo que discutí con Marcos, me tiene un poco cansada tanta insistencia de su parte. Esta vez apareció a la salida de mi clase de yoga —comenta.

—No creo que debas tomarlo a la ligera, Lizzy.

—Ese hombre es inofensivo —bufa—. Bueno, ¿Qué me dices?

—Si está bien, voy a decirle a Vane a ver si se apunta —respondo terminando de comer lo que quedaba de mi pasta.

Luego de comer regresamos a la editorial. Cuando entro a mi oficina el señor Carson aún no ha regresado. Pero cuando reviso mi correo tengo un mensaje de él con indicaciones para mí, además me informa que no regresará a la oficina y que podía retirarme a la hora de mi salida.

Es muy raro, él nunca ha faltado a la empresa. 

 

<< ¿Que habrá pasado? >>

******

 

Son tres de la tarde así que llamo a Vanessa para ver si quiere ir con nosotras. Al segundo timbrazo contesta.

Hola cariño, a que se debe tu llamada —me contesta con voz risueña.

Vane, saliendo de trabajar Liz y yo vamos a ir a ''Ojos Negros'' ¿Te apuntas?

—Oh ¿Por qué no me lo dijeron antes? —se lamenta—. Ya he quedado con unos chicos de mi trabajo y de ahí voy a ir a la casa de mi hermana, posiblemente no llegue hasta mañana, así que ya estas avisada. Disfruten por mí.

—Bueno no importa, ten cuidado, chau.

Luego de jugar un par de horas con el celular, el sonido de un nuevo correo suena en la computadora. Es del señor Carson. 

 

<< ¡Mas trabajo! ¡Yupi! >> Siéntase el sarcasmo. 

 

Después de un rato trabajando en lo que me ha pedido mi jefecito, levanto la mirada al reloj y son cinco para las siete de la noche.

Felizmente ya he acabado, así que apago todo y agarro mis cosas. Antes de irme al tocador llamo a Liz para saber si ya está lista. 

 

—Liz ya estoy por salir ¿Imagino que ya estas más que lista? —le pregunto en cuanto descuelga

Chica, anda avanzando estoy por terminar un informe y voy a darte el encuentro.

De acuerdo, pero no demores, quieres, sabes que odio esperar —cuelgo la llamada y me dirijo al tocador para arreglar mi maquillaje y hacer pis.

****** 

 

Llevo sentada unos veinte minutos en la barra del bar y Liz que no aparece, la llamé tres veces y le mandé dos mensajes, y nada que contesta. Imagino que debe estar con mucho trabajo, su jefe la debe tener amarrada al escritorio.

Voy por mi tercera cerveza y empiezo a sentir los efectos del alcohol, nunca he sido de tomar mucho y el alcohol se me sube con rapidez. Tal vez debería decirle a Lizzy que me iré y que se vaya directo a casa.

Cojo el teléfono para mandarle un mensaje, cuando por el rabillo del ojo me parece ver a alguien conocido.

Volteo a mirar y dos asientos alejados del mío está sentado Gonzalo Carson. 

 

<< ¿Pero que hace aquí? >>
 

Con duda decido acercarme, veo que esta algo tomado, su cabello está un poco desaliñado, como si hubiera pasado varias veces las manos por el.

Su corbata está en la mesa y su camisa, siempre limpia, esta desabotonada hasta el tercer botón.

—Se-señor Carson —tartamudeo tocando su hombro cuando lo tengo al lado.

Él voltea a verme y puedo ver sus bonitos ojos un poco irritados por el alcohol.

—¿Se encuentra usted bien? —le pregunto.

Sus ojos me miran con atención, para luego recorrerme con la mirada de arriba abajo, sus ojos se detienen nuevamente en los míos.

—Señorita Avery ¿Que hace aquí? —pregunta sonriendo. 

 

<< ¡Por Dios! ¡Que hermosa sonrisa! >> 

 

Tranquila María Fernanda, es tu jefe... Pero, es tan lindo y nunca me había sonreído así. Se le ve demasiado sexy.

¡ALTO! ¡Mafer! Piensa en Carlos, tu novio, al cual amas con locura. 

 

<< ¡Está bien, me calmo! >>
 

—Vine... 

 

<< ¿Que me pregunto? A si...>>
 

—Vine a tomar unos tragos con la señorita Peltz, del área de edición. Pero parece que se le ha hecho tarde. —Giro mi cabeza a ver si Liz hace mágicamente su aparición.

—Bueno, mientras esperas ¿Por qué no nos hacemos compañía? —Me señala una silla a su lado.

Me siento con torpeza a su lado, huele tan bien.

—Dejé los informes listos para... —empiezo a decir, pero él me interrumpe.

—María Fernanda no hablemos de trabajo, en este momento no soy tu jefe —me pide tomando de un sorbo el contenido de su vaso y sirviéndose otro más de la botella que tiene a su lado.

—De acuerdo señor Carson —musito nerviosa. 

 




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