Jared
Las lágrimas brotaron de mis ojos cuando vi en lo que Emma se había convertido, pero no le tomé importancia... No hasta que confesó no conocerme y tomó la mano de Baruck como si fueran pareja.
Ella ya no era Emma, tenía los ojos completamente negros y su tez era mas pálida de lo normal, sus venas ya no eran moradas o verdes, sino negras y se reflejaban por todo su cuerpo levemente.
— ¿Emma? — se acercó Mason a su hermana.
— ¿S-Sí? — dijo cuando Baruck soltó su mano y se hizo para atrás dándole permiso a estar con nosotros.
— Soy yo, Mason... — él tragó saliva. — Tu hermano...
— ¿Mi... hermano? — dijo Emma con los ojos muy abiertos y mirándolo con atención. — Pero yo no tengo hermanos, ni siquiera familia. — dijo tranquilamente. — Es por eso que el amo me trajo aquí, me dio una oportunidad de...
— ¡No! — bramé cortándola, ella se sobresaltó y yo me puse de pie. — Él no es tu amo, y tú si tienes familia... — me acerqué peligrosamente. — Tienes dos hermanos que te aman, una madre estúpida y un padre que da escalofríos, tienes una madre adoptiva que amas con todo tu corazón y un padre adoptivo que te ayudó a refugiarte en su casa cuando no tenías a donde ir. — me acerqué hasta quedar cara a cara con ella, las lágrimas no dejaban de salir y simplemente ella me veía asustada. — Tienes unas amigas maravillosas que se arriesgaron a dejar su vida mortal para luchar por ti, tienes amigos que harían lo mismo... — tomé su mano y ella sólo miraba con atención mis ojos. — Y me tienes a mí... El mortal que dejó todo atrás, incluso a su tía enferma, para estar a tu lado siempre.
Respiré agitado por gritar en ciertas partes y ella sólo veía mis ojos, eran fríos y calculadores. Pero la manera en como me veía ahora me decían que me reconocía o por lo menos una parte de ella lo hacía.
¿Significaba que no todo de la verdadera Emma había muerto?
Pero sus ojos volvieron a ser fríos y se alejó de mí.
— No tengo idea... — dijo negando con la cabeza y retrocediendo, podía ver dolor en su expresión. — Perdona...
La miré mientras llegaba al lado de Baruck y tomaba su mano para hacerla sentir segura. Ella tenía la mirada pérdida en el suelo, pero Baruck le dio un apretón y ella sonrió de nuevo. Era raro...
— Y bien, Jared. — se rió Baruck. — Si no tienes otra cosa más conmovedora que decir... — Baruck dejó a Emma atrás y se acercó a nosotros. — Permíteme presentarte a la futura reina de Saitor. — él sonrió y señaló a Emma.
Ella levantó la vista a Baruck, lo hizo mecánicamente.
—Praesent showtime fac quod potes caros, Emma. — Baruck le dijo a Emma desde su lugar y ella sólo lo miró con detenimiento, como si supiera y aceptara lo que iba a pasar a continuación. — Transmutare penitus.
Nerea se acercó a mi oído pues ella sabía que mi latín no era muy bueno.
— Es hora del show, muéstrame lo que puedes hacer querida Emma... Transfórmate completamente. — me dijo.
¿Qué significaba?
Emma lanzó un alarido y después comenzó a retorcerse para dejar espacio a sus alas, sus venas se marcaban por todas partes mucho más visibles y sus ojos adquirían un tono aún más oscuro, su pelo ondeaba sin necesidad de una fuente de aire y sus rasgos se marcaban hasta el punto de quedar completamente marcados, de sus manos los dedos se alargaron un poco, su nariz se hizo finísima y de su boca sobresalían colmillos.
Era Verno, pero en rubia y más poderosa, sus rasgos eran más finos a pesar de estar marcados, eran hermosos y sus alas la hacían única. No puedo negar que daba mucho miedo en esa forma en como estaba convertida.
— Déjenme mostrarles, lo especial que este Ser perfecto tiene. — dijo Baruck a sus invitados. — Puede ser una guerrera como mi hermana, pero una ventaja que tiene... — levantó un dedo como si estuviera dando un espectáculo. — Alas.
Sus invitados hicieron una o con sus bocas y él sonrió.
— Et primo ostendit! — anunció a Emma y se puso detrás con los invitados.
¡Que comience el show!
Joder...
Emma lanzó un alarido más y se abalanzó contra mí, pero sus dedos no apuntaban mi cuerpo... La espada.