Jenna
Después de desayunar con Jasón. Nos pusimos a revisar los documentos que tenía de la empresa para saber si había alguna solución en poder salvarla y nos dimos cuenta de que podíamos conseguir algunos inversionistas que estén dispuestos a invertir.
-Me hubiera gustado saber de esto hace una semana- Hago una mueca tirando a la mesa unas facturas.
-¿Qué quieres decir con eso?-
-Hace una semana doné mi herencia- Jasón me mira sin entender por qué sabe que mi padre no me dejo nada. –La herencia de mi madre- Le digo para que entienda.
-Umm No sabía que tenías una herencia-
-Mi madre, cuando estaba en embarazo de mí, dejo un fidecomiso a mi nombre. Como mi padre siempre pago mis gastos, nunca toque ese dinero... Hasta ahora-
-Por eso nunca me pediste nada o recibiste algo de mí- Asiento mientras tomo una galleta.
-Así es, por eso jamás necesité de tu dinero. Pero hace una semana lo doné al hospital- Miro a Jasón detenidamente tratando de ver su reacción.
-No debes lamentar eso- Hace una pausa y toma mi mano –Un hospital es mejor que esto –Señala los papeles que hay en el comedor, al cual hemos utilizado para dispersar los papeles. –Me alegra mucho saber lo que hiciste- Le sonrió y siento como aprieta mi mano. Ambos nos perdemos en nuestras miradas, siento mi respiración, agitarse cuando veo que mi esposo se me acerca y cuando lo tengo a unos centímetros de mi rostro, damos un brinco cuando escuchamos el timbre. Jasón se levanta de un salto, se acomoda el saco y sale abrir la puerta, mientras yo me quedo temblando en mi sitio.
-Vaya viejo, al fin te encuentro- Veo entrar a Robert quien me mira sin saber quién soy.
-Acaso no vas a saludar a mi esposa- Le dice Jasón serio pasando por su lado.
-¿Jenna?-
-Hola Robert- Le sonrió mientras él me observa detenidamente.
-Vaya sorpresa de tenerte acá, no te había reconocido- Carraspea para luego mirar a Jasón.
-Necesitamos hablar- Jasón me observa y cuando me dispongo a salir del comedor me detiene.
-Detente Jenna. Lo que tengas que decirme, lo puedes hacerlo delante de mi esposa- Robert lo mira sin entender.
-Pero...- Jasón lo interrumpe.
-Jenna ya sabe todo lo que está pasando, así que puedes hablar libremente delante de ella- Robert asiente para sentarse a mi lado.
-Tienes una semana para desocupar este apartamento- Hace una pausa para después mirarme. –Oh, tú puedes vender tu mansión y ayudar a pagar las facturas- Abro mis ojos asustada, la mansión de mi madre es lo único que me queda de ella. Ha estado abandonada desde hace mucho tiempo.
-No- Dice Jasón y suspiro de alivio.
-¿Por qué?- Dice Robert de mala gana.
-Le pertenece a ella y no permitiré que la venda- Lo miro con lágrimas en mis ojos.
-Jasón si es nece...- Le digo, pero él levanta su mano interrumpiéndome.
-Sé que esa mansión perteneció a tu madre y es lo único que te queda, ahora también te has quedado sin dinero, así que no me perdonaría que la pierdas por mi culpa- Robert se levanta furioso.
-¡No puedo creer que estés diciendo eso! Sabes muy bien que por culpa de su padre has perdido todo, no sería problema que ella también se sacrificara en algo...- Jasón golpea la mesa.
-No permitiré que ella lo pierda todo también, eso es lo único que tiene y en un futuro ella verá que hace con ella, pero por ahora yo me encargaré de lo que tengamos que hacer- Robert me mira mal y sale de la casa azotando la puerta. Me siento miserable porque debí decir que estaba dispuesta a vender la casa para poder ayudar a mi esposo.
-Jasón podemos venderla y con eso ayudará...-
-¡NO! Ya dije que buscaremos otras soluciones, con la venta de este apartamento podemos pagar las facturas y con los carros y otras cosas que tengo pagaremos a la liquidación- Suspira. –Solo tengo que empezar a liquidar todo y buscar donde vivir-
-Pues ya tienes a donde querido- Jasón me mira sin entender.
-Compre un pequeño apartamento y podremos vivir mientras nos organizamos- Jasón sonríe de nuevo.
-Gracias por no dejarme-
-Estamos casados, eso deben hacer los esposos-
-Pero no somos un matrimonio normal- Me encojo los hombros y empiezo a subir las escaleras.
-Cuando un matrimonio es normal- Le guiño el ojo. –Voy a empezar a empacar las cosas y lo que no necesitemos lo venderemos- Le digo subiendo las escaleras.
Jason
No podía creer que Jenna se haya quedado a mi lado después de perderlo todo. Otra mujer habría salido corriendo al momento de soltarle esa noticia.
Me mudé al apartamento de Jenna y la verdad es que me sentía un poco incómodo, ya que es demasiado pequeño para mi gusto. Pero tuve que resignarme y aceptar que ahora este es mi hogar.
Aún mantenía en discusiones con John y Robert, quien no estaba en de acuerdo en que siguiera con Jenna y que era mejor que la investigara porque ellos aseguraban que ella escondía el dinero que su padre había endeudado. Pero algo dentro de mí me decía que ella no era capaz de hacer algo así, al contrario, es una mujer correcta.
-Mira, tengo la lista para unos posibles accionistas- Jenna entra a mi oficina sin tocar. Si no fuera ella ya la hubiera puesto en su sitio, no me gusta que invadan mi privacidad.
-Umm me parece bien, algunas de estas personas las conozco- Jenna se siente al frente mío cruzando sus piernas.
-Lo bueno de trabajar para la fundación, es que terminas involucrándote con grandes empresarios-
-Hay que concretar las citas, entonces- Jenna me sonríe.
-Ya lo hice- Se levanta – Tengo que ir primero a la fundación, no sé qué pasa, pero me necesitan lo más pronto- Hace una pausa - Debe ser algo relacionado con el hospital-
-¿Te acompaño?- Le pregunto.
-No, eso no debe tomar mucho tiempo. Ya le pasé a la secretaria las fechas de las citas, así que te puedes relajarte. Todo va a salir bien-
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Editado: 06.09.2024