empezando desde Cero

8 parte

Jasón

Un sentimiento de dolor me embarga. No solo son las pérdidas materiales, también tiene que ver con todas las personas que he tenido que despedir y por los que quedan en la empresa por hacerlo.

No pudimos conseguir a los inversionistas, muchas personas al saber nuestro problema nos cerraron la puerta y por esas mujeres que se dicen llamar las Damas de la sociedad, terminaron difamando contra nosotros y ni una entrevista pudiéramos conseguir.

¡Malditas mujeres! No podía quedarme yo con los brazos cruzados al ver la forma que habían tratado a mi esposa, mucho menos que hiciera que ella renunciara a su proyecto. Aunque me pase de la raya, no me arrepiento. Les deje muy claro que con mi mujer no se mete.

Mi mujer... Esa palabra hace que mi corazón lata fuerte. Jenna me ha demostrado estar conmigo en las buenas y las malas. Muchas personas me abandonaron, pero ella se ha mantenido a mi lado.

Estoy con Jenna revisando unos documentos, cuando he recibido la llamada de John diciendo que tiene algo importante que decirme sobre unos socios y que viene en camino.

-Señor Payne, el señor Brom lo espera-

-Que pase por favor-

-Si señor- Mi secretaria sale y veo que Jenna se pone nerviosa.

-Voy a salir, es mejor que los deje solos- Susurra mi esposa y antes que pueda salir, tomo su mano.

-Quédate, lo que tenga que decirme lo puede decir delante de ti- Jenna niega y antes que responda John entra y al ver a mi esposa su semblante cambia.

- ¿podemos hablar en privado?- John entra e ignora a mi esposa.

No sé qué es lo que pasa con John, ha sido mi amigo desde la universidad, pero desde que me case con Jenna siempre la ha molestado, echándole indirectas y tratándola como si fuera poca cosa.

-¿Acaso no ves que estoy acompañado?-

-Es importante lo que tengo que decirte- Veo que Jenna tiene su mirada en unos documentos, pero puedo notar el dolor en su mirada y la forma sumisa que se encuentra.

-Si tienes algo que decirme lo puedes decir delante de mi Mujer- Digo recalcando las palabras Mi mujer.

-No creo que a tu mujercita le interese- Dice con sarcasmo la palabra mujercita –Además ella solo ha sido un estorbo en tu vida y no ha hecho más que hacerte perder todo- No lo tolero mas y golpeo el escritorio con un fuerte golpe.

-SI LE VUELVES A FALTAR AL RESPETO A MI MUJER, NO ME IMPORTARA LOS AÑOS DE AMISTAD Y TE PARTO LA CARA- Jenna me mira asustada, con el golpe se ha levantado y veo sus ojos llorosos, mientras John me mira con rabia.

-No puedo creer que la prefieras a ella más que los años de amistad que llevamos juntos-

-Ella es mi esposa y si no la respetas, eres tu el que está arruinando esta amistad- Digo con más calma – Así que si no lo vas hacer, te pido que te retires- Digo señalando la puerta.

-Solo vine a decirte que he encontrado la ayuda que tanto necesitas, la que tu querida esposa no pudo conseguir- Dice con rabia.

-Ella hizo lo que pudo, ella no tiene la culpa que todo no haya salido como lo planeamos-

-Claro, por su culpa tú te peleaste con la gente que necesitabas-

-¡Basta! Ya te dije que no voy a permitir...-Antes de seguir John levanta su mano interrumpiéndome.

-Ya, ya ya... ya dejaste claro todo- Mira a Jenna con rabia y luego dirige su mirada en mi –Tengo unas personas que están dispuestos a invertir y salvar esta empresa- Hace una pausa –Tanto ellos como yo vamos a invertir lo que sea necesario para que se pueda salvar- Dice con una sonrisa arrogante.

-Gracias- Susurro.

-Yo si valoro mi amistad- Me dice antes de dirigirse hacia la puerta y antes de salir –Redactare los documentos necesarios para la firma de los nuevos socios- Mira de reojo a Jenna –Que tu mujercita se encargue de tener todo para recibir a mis inversionistas, al fin y acabo sabe cómo hacer de anfitriona- susurra y sale de la oficina cerrando la puerta.

Veo como Jenna tiene su mano en la boca, tratando de evitar llorar. No lo soporto más y me acerco abrazarla, sintiendo como tiembla en mis brazos.

-El me odia- Susurra entre lágrimas.

-Shuu, acaricio su espalda mientras ella apoya su cara en mi pecho.

-No lo entiendo, jamás le he hecho algo-

-Se que tu jamás le harías algo malo a alguien- Tomo su rostro para que me mire, mientras limpio sus lagrimas. No soporto más y la beso.

 

bueno acá un capitulo, no saben lo difícil que fue escribir con una cortada en el dedo pulgar y lo peor es que he estado enferma y me he tomado unos medicamentos que me tiene un poco nublada.

su apoyo y comentarios son importantes para mi.

ya se empieza  a poner mejor la novela..

xoxo

 




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