En Busca de Ti - Lunay #1

CAPÍTULO 9: Oh, mi amor

NARRA MADISON 

Sin poder evitarlo solté una pequeña risa y sin que el gesto se borrara de mi rostro cuando mis pies tocaron el suelo lo abracé.

—¿Cómo estás amor mío?

—¿Por qué carajos no me habías venido a visitar? — hizo un mohín con la mano que acompañó al odioso puchero que tenía la costumbre de hacer.

Rodé los ojos ganándome una mala mirada de su parte.

—¡Ash! No seas dramático sólo fue un día.

—Pero fue el día más largo de mi vida— tomó su pecho y balbuceó algo en italiano. Porque si, es italiano.

—Esta relación no va a funcionar así— me burlé—. Yo soy la mujer, la latina, se supone que yo soy la dramática tóxica.

Él río y me dio un abrazo de nuevo.

Amaba pasar tiempo con Alan, era divertido, me hacía reír y además amaba bailar tanto como yo. Desde el primer día que nos encontramos en la recepción habíamos hecho un click instantáneo que nos unió de inmediato, luego encontramos muchas cosas en las que éramos demasiado afines y eso nos hizo aún más cercanos. Aunque también ayudaba que Alas es de esa clase de personas que se ganan tu corazón con cinco minutos de conocerse.

Escuchamos un carraspeo y salimos de nuestra burbuja.

Amore mío no me has presentado a tus amigos—intercalo la mirada entre ellos y yo-, que mal educada— molestó dándome una palmada en el hombro.

—Alan, te presento a Chris, Gaby y Jef-Lunay— me corregí, ya que no sentía la confianza de decirle Jefnier en frente de todos— Él es Alan, mi-

—Soy su novio, mucho gusto— estrechó la mano de cada uno.

Rodé mis ojos, él siempre jugaba a decirle a todos que era mi novio, no sabía en qué momento él y Pipe había hecho un pacto para "cuidarme" e intentar espantar a cualquiera que se me acercara.

Y a pesar de que era una broma, la cara de Jef no era para nada de diversión. Sabía que eso podría traer malentendidos, así que quise aclararlo, pero antes de poder hacerlo Matt nos interrumpió pidiendo que tomaran asiento y a nosotros prácticamente nos jaloneo al centro del salón. 

Nos presentó frente a todos y me pidió que me cambiará para poder enseñarles la coreografía con la que habíamos ganado hace una semana. Quise protestar, pero claramente era una tarea imposible con Matt dispuesto a alardear de lo orgulloso que sentía de nuestra victoria.

https://youtu.be/ppzjxVJ_Az4 (si quieren ver el video de referencia pueden copiar el link)

Ambos bailamos y al terminar todos aplaudieron, agradecimos y de inmediato me dirigí a tomar un poco de agua. Practicamos algunas otras cosas y entre risas y charlas el tiempo se pasó volando.

—Chicos, ya es medio día, pueden irse. Los quiero a todos mañana a las siete aquí. Madison traerá avances de la coreografía y mañana con eso haremos los castings. Te quiero aquí antes de las siete— lo último me lo dijo sólo a mi.

Todos comenzaron a salir, mientras yo iba a cambiarme. Cuando salí ya no había nadie. Tomé mis cosas y salí.

Mire la hora en mi celular y eran las doce pasadas, no sabía a que hora me tendría que ver con Jefnier, tampoco tenía su número y mucho menos habíamos acordado lugar de encuentro. Sin saber muy bien que hacer me senté en una de las sillas de espera junto a la recepción, tal vez se había ido por algo y pronto volvería.

Mi medio de entretenimiento en mi espera fue configurar mi teléfono, me entretuve tanto poniéndome al día que sin darme cuenta ya eran las dos y Jefnier nunca llegó.

Sintiéndome como una estúpida, decidí irme a casa para aliviar mi enojo con un largo baño de agua fría, mi cuerpo me lo exigía. Me despedí de Rosita, pero antes de siquiera poder poner un pie en la calle, me encontré con Matt llegando.

—¿Aún estás aquí? — pregunto sorprendido mientras tomaba unos papeles de la barra de recepción.

Antes de responder me di cuenta que no venía sólo, Chris, Gaby y Jefnier venían con él.

—Si, ya iba saliendo, es que había quedado con un amigo, pero nunca llegó— disimule mi enojo con una media sonrisa evitando mirar al susodicho.

—Uy, como quien dice te dejaron vestida y alborotada— soltó Matt riendo.

—Algo así— me limite a decir.

—No te olvides de venir mañana— me señaló con un esfero antes de proseguir a firmar los papeles en sus manos.

—Que si— renegué—. Me voy antes de que me quieras poner a trabajar de una vez— Matt abrió la boca para opinar, pero no lo deje—, algo que no pienso hacer y además muero de hambre.

—Ten cuidado—me dio un beso en la mejilla, y sólo sonreí en modo de despedida—, y te espero mañana— rodé los ojos con fastidió y él sonrió— Adiós.

Salí del lugar, repitiéndome mentalmente que no debía amargar mis chacras, tracé mi camino hacia el departamento debatiéndome entonces si debía parar en algún restaurante para comer algo o si pedía algún domicilio cuando llegara allá.

—¡Madison!

Seguí caminando ignorando el llamado y entonces comencé a rogar por qué no fuera esa Madison.

—Madison por favor espera—volvieron a gritar pero lo volví a ignorar, hasta que Jefnier se paró frente a mi impidiendo seguir con mi camino.

—¿Qué?

—Diablo, olvide por completo nuestra salida ¿Me perdonas?

—Bueno—dije con simpleza intentando caminar, pero él me tomo de los hombros.

—¿Bueno? ¿No me vas a decir nada más?

—¿Qué quieres que te diga? Cada quien se acuerda de lo que le importa, o mejor dicho de quienes le importan— me zafe de su agarre y seguí caminando, pero él me siguió.

—Espérate ¿Quién ha dicho que no me importas?

—Nadie, tu sacaste tus propias conclusiones— puntualicé parando en una esquina para tomar un taxi en vista de que él no me dejaría en paz.

—Asho ¿Por qué son tan difíciles las mujeres? — se pasó las manos por la cara en un gesto de frustración.



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En el texto hay: fanfic, cantantes, lunay

Editado: 03.05.2024

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