Que Perra Mi Amiga

Eduardo.

Buena noticia para alegrarme el día, no siempre se pude decir eso, pero bueno, esta vez ya tenía permitido entrar a zona escolar, aunque no fue de mucha ayuda, todo estaba cerrado, inutilizable o lleno de los letreros que decían "Cerrado por remodelación". Lo único que seguía abierto sin ningún cambio era la cafetería, la única que realmente me interesaba.

Ayer en la noche, o ya madrugada que Gonzalo se despidió, dejo una pequeña sorpresa en mi celular, agregándose a todas sus redes sociales que tenía, inclusive en las que yo nunca utilizaba, y hoy en la mañana como no tenía nada que hacer, me metí a indagar un poco en sus perfiles. Me puse un poco celoso de lo popular que era, muchas reacciones y comentarios algo raros, nunca había comentado nada sobre sus gustos sexuales, pero viendo los comentarios que le ponían otros hombres sobre lo sexy o provocativo que era, me hacía una idea de lo suyo.

Aunque si, eso me ayudo a saber algo más sobre él, también me puse un poco triste, bien que mal eso era acoso, donde sus publicaciones estaban llenas de eso, y ni hablar de sus fotos. Comentarios como: "Que guapo eres papi" o "Como quisiera tener aquí bebí" eran los que abundaban, viniiendo de personas mucho mayores que él. Ahora entiendo un poco él porque era tan inactivo en sus redes. Porque si, no subía nada con frecuencia, en ninguna, viendo las fechas publicaba algo cada dos meses y eso era con suerte.

También vi que no era muy comunicativo por mensaje, pues desde la mañana le había mandado uno, son la una de la tarde y aún no ha sido contestado. Quizás ha estado ocupado con la escuela estudiando o haciendo alguna otra cosa, siendo la razón por la que no me ha contestado.

Mientras esperaba la contestación por parte suya, fui a darle unas cuantas vueltas al patio, hasta que mi primera parada fue el lugar que fue cómplice de nuestra escapada de ayer en la tarde, pero esta vez estaba algo diferente, ya se notaba rebajado el pasto, así como limpia la fuente que se encontraba ahí, con su agua cristalina, sin dejar de lado la limpieza del suelo de losetas, donde el moho había desaparecido para convertirse en un piso muy parecido a un espejo.

No sé por qué, pero me gustaría que Gonzalo estuviera aquí, para que esta vez sí se pueda pasar un rato más agradable, con el lugar bien limpio como se lo merece, pues es un patio muy lindo desperdiciado en la parte más escondida del instituto.

Toda esa tranquilidad fue interrumpida por el sonido de mi alarma que había colocado para que me indicara que los alumnos del turno matutino ya habían salido, así podría ir a buscar a Ezequiel, podríamos charlar un poco o simplemente hacer nada juntos, como lo habíamos hecho con anterioridad.

Eso, o buscar a alguien más, a alguien con quien no compartía ninguna cosa en común, ni siquiera en música, pues a él le gustaba escuchar cosas más...de "nacos", canciones vulgares y con un sonido indie que era poco contagioso a mi parecer...alguien como...Gonzalo.

Inmediatamente que pensé su nombre, fue como apareció en mi pantalla del celular con la respuesta que había estado esperando desde la mañana, cinco horas después.

Hola Eddy <3, perdón por no responder, estaba en exámenes, pero ya estoy afuera, ¿Puedes venir a la cafetería?, te quiero presentar a Gloria.

Claro, me encantaría, voy para allá.

Te espero, estoy hasta el fondo.

Okey.

El hecho de que Gonzalo no sea muy social y este siempre escondido, me dolía un poco, si las personas vieran en realidad quien es, se retractarían de todo lo que dicen de él, así podría abrir sus ojos para que admiraran a la buena persona que tienen enfrente. Poco tiempo llevo conociéndolo, pero estoy realmente convencido de que él, mala persona, no es.

Sin prisa ni apuros me encamine a la cafetería, a un paso lento y pesado pero constante, aunque muchas veces me ganaron las ganas de irme a mi habitación diciendo cualquier excusa para evitar conocer a la famosa "Gloria", simplemente por mi corazón de pollo, no podía hacerle eso a mí nuevo...conocido. Tarde un poco en llegar, entrando a la cafetería hasta tocar pared, donde se encontraba Gonzalo armando nuevamente un rompecabezas con un paisaje de la playa con un tierno atardecer. Aunque lo único que si me dolió un poco, fue el hecho de que se encontraba solo.

—Por lo que veo te gustan mucho los rompecabezas, ¿Verdad?, hola, por cierto.

—Hola, y no, no es que sean tanto de mi agrado, son entretenidos eso sí, pero esto me lo recomendó mi psicóloga, bueno la psicóloga de la escuela.

—¿Por qué fuiste a psicología?

—Me mandaron porque soy muy distraído, según ellos no puedo concentrarme en algo sin que me distraiga la más mínima cosa. La psicóloga dijo que tenía TDAH.

—Lo dudo, ¿Cómo te fue en tus exámenes?

—Bien, espero. Estudié mucho, ya estoy a punto de acabar, solo un año y listo.

—Que bien, ¿Dónde está Gloria?

—Me dijo que ya no tardaba. ¿Gustas algo de comer?, invito yo.

—No gracias estoy...—y aquí fue donde quería que la tierra se abriera y me comiera nuevamente.

—Mi amor—ese grito hizo que mi cuerpo se helara—¿Cómo estás mi niño?

—Heather, que gusto verte...—aunque mis palabras decían una cosa, estoy seguro que mi rostro decía todo lo contrario.

—Muy bien, que bueno que te veo, estaba buscándote desde la mañana pero no te encontraba—por fin miro a Gonzalo para después barrerlo descaradamente con la mirada—¿Quién es tu nuevo amigo?

—Es Gonzalo. Gonzalo, te presento a Heather, mi...novia.

—Sí, mucho gusto—aunque saludo, no levantó la mirada de su rompecabezas.

—Soy Heather Monroy, mucho gusto, soy la novia de este hermoso chico, ¿Desde cuándo se conocen?, nunca te había visto, porque digo, yo conozco a todos los amigos de mi novio, no tiene muchos, por eso me sorprende verte, jamás te había visto—aunque no me estaba hablando a mí, sentí la incomodidad de la conversación.