En El Bus De Este Amor

CAPÍTULO 14

Salgo del salón, hoy día sí que me han dejado un buen de tareas y algunas para mañana, tendré que madrugar, de pronto suena mi móvil es Noah, me había acordado de que no le respondí, suelto una risilla y le contesto.

  • ¿Noah? Pregunto
  • ¿Alyson estas viva? ¿Que te pasó? Solo escuche un golpe, te estaba llamando varias veces y no contestabas.
  • Vaya que raro mi cel estaba en sonido, pero bueno… Y de pronto veo a Fernando parado afuera de la Universidad, por cierto se ve más maduro y guapo, parece que ya no es como cuando tenía 17 años. Me sonríe en cuento me ve, yo a él
  • ¿Aly? Me responde Noah al otro lado de la línea
  • Después hablamos. Le digo a Noah

Yo corro hacia Fernando, emocionada por volverle a ver.

  • Hola de nuevo. Le digo sonriente.
  • Hola Aly. ¿Que tal? ¿No te cerraron la puerta?
  • No por poco. Él sonríe
  • Vaya menos mal, no quería verte afuera por mi culpa.
  • Que preocupado
  • Por ti sí. Nos miramos, sonreímos.
  • ¿Y ahora a dónde quieres ir?
  • A donde Fernando me lleve, supongo que a comer y así poder conversar.
  • Lo que tú quieras.

Fuimos a una pizzería y estuvimos hablando por un buen rato:

  • ¿Y como te está yendo en tu carrera de Medicina? Me alegro mucho que estés cumpliendo lo que más quieres.
  • Muy bien la verdad recién estoy empezando, y me encanta ayudar a los demás para que tengan una vida saludable.
  • Sabes que pienso de ti. Me responde sonriendo.
  • ¿Qué? Le respondo sonriente
  • Que eres una chica espectacular, hay pocas así, tú siempre lo has sido, extraño cuando hablábamos en el cole. ¿Recuerdas?
  • Si claro que si como olvidarlo, cuando te pregunte que pensabas de mí cuando me viste por primera vez.
  • Que eras hermosa, preciosa y estaba bien enamorado de ti cuando te vi por primera vez, ya te quería conocer
  • Y yo tiene pinta el niño nuevo de cuarto
  • ¿Tanto así? Yo tenía miedo de que me rechazarás, como una chica tan inteligente, hermosa, centrada se va a fijar en un tipo como yo, eres mucho para mí
  • No digas eso, tú eres un chico lindo te lo dije desde que tenía 14 años y tú lo sabes.
  • Si me acuerdo. De pronto estira su mano hacia mi rostro y lo acaricia, noto que tiene el anillo que yo le regalé, uno de color plateado, tiene una herradura de caballo, se lo regalé, él me dio el suyo uno de color dorado, que parece una corona, pero no lo llevo puesto.
  • Fernando, ¿aún lo tienes? Le señalo el anillo
  • Sí, este anillo no me lo quito desde que nos dijimos adiós.
  • No te creo, ¿enserio? ¿Por qué?
  • Porque tú me lo diste, gracias a este me recordaba a ti todos los días, este anillo no me hizo olvidarte, a pesar de la distancia, sentía que estabas a mi lado.
  • Hey me vas a ser llorar.
  • Lo siento no quiero que te sientas mal por mi culpa.
  • No te preocupes. Le respondo con una voz muy pasiva
  • ¿Y el mío? ¿No lo tienes? O se te perdió como la pulsera que te regalé. Si quieres te regalo otro anillo. Sonríe, me pierdo.
  • No, si lo tengo, lo guardé, cuando tú te fuiste, lo tuve por un año conmigo, después me lo quite.
  • ¿Por qué? Me dice algo confuso
  • Porque me dolía recordarte, yo no quería que tú te vayas y te fuiste.
  • Pero ya estoy aquí, para cuidarte, para que nada ni nadie te haga daño, nunca.

Yo le sonrío, parece que me estoy volviendo a enamorar de él, a pesar del pasado, a pesar de lo que nunca funcionó entre nosotros, siempre lo quise con todo mi corazón.

Me acompaña a mi casa, en el trayecto vinimos hablando de nuestras vidas de todo lo que nos pasó y cuando estoy en la puerta de mi casa, casi por entrar, Fernando me dice:

  • Te Quiero Muchoooo!!!

Yo volteo, y le sonrío, no me había dado cuenta de que estaba casi muy pegado a él, lo miro, él a mí, de nuevo vuelve esa mirada, esa sonrisa pícara.

  • Quédate conmigo. Me dice con una voz pasiva, sonriéndome, su mirada, su sonrisa y su voz me atrapan en una nube de amor y deseo a la vez. Él se va acercándose cada vez más hasta mis labios, y yo no puedo detenerlo, yo me acerco lentamente a él y de pronto suena algo, es mi móvil, como lo esperaba era Noah.

Los dos nos separamos en el instante y nos comenzamos a reír, luego él me dice:

  • Que risa, bueno mañana nos vemos ¿te parece? Por cierto dame tu número.
  • Que así de directo. Él sonríe, le paso mi número y el me pasa el suyo.
  • Bueno nos vemos mañana.
  • Por cierto, tienes Uni ¿en la mañana? Me dice con una sonrisa pícara.
  • ¿Por? Le pregunto alzando la ceja izquierda con media sonrisa.
  • Para venirte a recoger ¿no quieres?
  • Sabía que dirías eso. Sonreímos.




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