Gris, tal vez tormentas, quizás quietud, no lo sé, pero quiero estar cerca, mucho más cerca, mucho más que solo estar sentada en esta piedra siendo estudiada por su escrutadora tutela, las brizas a veces son fuertes y mueven de igual manera a mi cabello y mi largo vestido blanco; el lago que siempre precede nuestros nocturnos encuentros, está brillando con los rayos del cálido sol, los dorados destellos se cuelan entre mi cabello logrando que se vea un poco más lúcido y a su vez, hacen que las escamas plateadas en sus hombros brillen con cierta intensidad.
Es extraño, estar aquí con un desconocido en un lugar que me transmite tanta paz, aunque ya no estoy segura de que solo sea el lugar, porque desde que empecé a soñar con todo esto el también estaba
Él… él es inquietante, me fastidia no saber nada sobre él, porque a pesar de ser un sueño, no es uno normal, él también lo sabe; en una de nuestras cortas conversaciones llegamos a la misma conclusión…
-¿Este sueño me pertenece?- recuerdo haberle preguntado
-No, no es así – el me respondió mientas se giraba hacia mí- yo no puedo manejarte, ni tu a mí- dijo el mientras lanzaba un sonoro suspiro-¿eres humana?
-No, no lo soy- le asegure mientras fruncía el ceño- ¿y tú?
-No, ¿tú que eres?
-No lo sé- reconocí con sinceridad - ¿y tú?
-Yo no lo sé, o al menos no estoy seguro de ello- explicó con una ligera sonrisa, yo sabía que era porque le preguntaba exactamente lo mismo pero tenía las mismas dudas…
Y ahora estábamos aquí sentados en el pasto, rodeados por una tranquilidad embriagadora…
-Me voy a mudar- comento rompiendo el silencio- a un pueblo pequeño
-¿Enserio? Y ¿Cómo se lla…- nuestro despertar me interrumpió, todo se tornó borroso lentamente
- Bueno, parece que hasta aquí dura nuestro descanso, dijo mientras se paraba – adiós blanca- y yo sonreí, el aun no sabía mi nombre ni yo el suyo pero eso era lo que significaba mi nombre, blanca, pureza y luz, en fin… Bianca
-Adiós fire
***
Habían transcurrido algunos días desde que encontramos los dos primeros fragmentos de la profecía y, por supuesto, desde que los cuatro vivíamos juntos, –en mi convenientemente gran casa- todo había resultado menos incomodo de lo esperado, todos nos amoldamos los unos a los otros bastante bien.
Sigo soñando con aquel misterioso chico del que aún no se su nombre, tan solo se un apodo que yo misma le asigne, Fire así le digo, el sobrenombre proviene de su tipo de poderes, él controla y crea el fuego, según lo que me conto…
Nadie a parte de mi sabe sobre esto, ni siquiera le he preguntado a Tália en modo de indirecta durante nuestros entrenamientos; entrenamientos en los que solo he logrado mover una que otra cosa y controlar algo de luz, mientras que con Ashrra es más fácil porque parece una extensión de mí, siento… como si ya la hubiese manejado en la antigüedad, Tália dice que debo tratar de canalizar lo mismo con mis otros dones, porque al igual que con Ashrra ya los manipule antes.
La profecía ahora es un misterio para todos, tratamos de localizar el lugar donde puede estar escondida la siguiente pieza pero es muy difícil, entre todos concordamos que es necesario mantener la calma pero sin doblegar los esfuerzos
En cuanto a la universidad, convenientemente han dado un tiempo libre para acondicionar cierta áreas que salieron dañadas tras una pelea, que se llevó a cabo en medio de los pasillos por dos brujas novicias que se dejaron llevar un poco tras una discusión “pacifica”, o al menos así lo explico Medea dando por hecho que fue algo leve, por ahora estamos esperando a mañana para asistir a clases nuevamente según lo que nos fue comunicado a la multitud estudiantil ; pero tal parece que a Tália le va como anillo al dedo este tiempo libre para exprimir mi pobre y agotado ser, justo como ahora…
-Vamos Bianca, sé que tú puedes tan solo has un poco más de esfuerzo, concéntrate en que este poder ya ha fluido antes por tu cuerpo solo tienes que abrir el espacio para que lo vuelva a hacer- dice ella mientras frunce ligeramente su ceño; justo ahora estoy en la cocina, sentada frente a tres masetas con tierra en su interior- ¡Oh, vamos! Solo has crecer una mísera hierva
-No puedo hacerlo, estoy sentada aquí desde hace horas, ¡déjame ir te lo ruego!
-Es cierto, no puedes forzarla, es algo que se controla con el tiempo- dice Agni en mi defensa
-Lía déjame intentar algo a mi ¿quieres?- dice Galia dirigiéndose a Tália- Bianca, juro que si esto no sale te dejare ir, lo prometo, a fin de cuentas este es mi elemento- dice encogiéndose de hombros- vamos afuera
Al cabo de un rato todos nos encontramos en el interior del bosque, con árboles y plantas rodeando su inmensidad
-Bianca, tus poderes son una extensión de los elementos que nos corresponden, por lo tanto es imposible que logres conectar con la naturaleza desde el interior de la cocina con tres masetas- dice lanzándole una mirada burlona a Tália- ok, ahora cierra los ojos y piensa en todo lo que te rodea, concéntrate en cada punto de vida en este bosque, y canaliza su núcleo, conecta con ese poder que emana de la vitalidad de cada diminuta partícula y ahora visualiza miles de tus flores favoritas floreciendo, creciendo y abriéndose pétalo por pétalo, siente su aroma, muy bien ahora abre los ojos
Y así lo hice, y al abrir mis ojos el suelo estaba cubierto por claveles de todos los colores, mientras que en el aire resplandecían y revoloteaban diminutas motitas de brillo sin parar.
-Bien hecho
***
Aquella noche no soñé con el claro del bosque y el apacible lago, en su lugar entre sueños me acompaño un aroma floral exquisito, pero como no hacerlo si al despertar el techo de mi habitación estaba cubierto de flores de cerezo, mientras que en las masetas que Tália había puesto para que practicara habían brotado, rosas, dalias, crisantemos, y claveles