Mi esposo me miro con cierta incertidumbre y me dijo -lo siento pero no podría hacerlo, ¡él me arrebató a la madre de mis hijos, la mujer que tanto amé! y aunque ahora tengo un nuevo regalo del destino al tenerte conmigo no podría pararme frente a él-, bajo su mirada y lo tomé de la cara, sonreí y le dije, -¡mi amor debes aprender a perdonar!, a veces la vida nos señala como culpables pero muchas veces la realidad suele esconderse en argumentos tan irracionales que optamos por la razón más evidente, ¡sólo quiero que puedas verlo ahí y sientas que el final de esta pesadilla llego!, quiero que esa sensación de venganza y de odio desaparezca de tu corazón y sigas siendo ése hombre tan puro del que me enamore, (de pronto olvide que era Laura mi esposo me miró con cierta confusión pero lo abrace rápido para no darle tiempo a reflexionar en mis palabras) sólo no quiero que se pudra este corazón tan hermoso-, el me abrazó y dijo -tienes razón tal vez es lo que necesito para dejar ir todo esto que durante estas semanas me ha atormentado-, yo sonreí y cambiando la conversación expresé -respecto a mover mis cosas, sabes quiero que vendamos mi casa, dejemos esta y que vayamos a un lugar nuevo, quiero empezar de cero y crear nuevos recuerdos-, mi marido me miró y dijo -¡pero lamento decirte que no tengo dinero!-, le acaricié la cara -¡mi amor el dinero ya no es un problema!-, (de nuevo olvide que era Laura pero él no se dio cuenta) él me dijo que haríamos lo que yo quisiera, me despedí de él y me fui a mi casa después de todo el necesitaba ordenar sus ideas y prepararse para la visita al funeral, conduje a casa era extraño dejarlo y regresar a casa de Laura pensado que mi esposo ahora se debatía entre el sufrimiento de ver al asesino de su esposa y yo de despedirme del hombre que me rescató de la muerte, pero fuera cual fuera el caso ambos debíamos estar ahí y despedirlo.
Llegué a casa de Laura...esperen cambiaré eso, llegué a mi casa y me puse frente al espejo, miré mi nuevo cuerpo me desnude, me miré a los ojos, ¡saben lo único que conservé de mi cuerpo anterior fue el brillo de mi mirada!, supongo que ése lo da el alma y es por eso que no cambió, me puse una pijama de seda (la ropa de esa mujer siempre fue de la mejor calidad) y recorrí la casa donde alguna vez Laura hizo su vida, intentando imaginar cada historia, cada desayuno, cada momento de su vida en ese lugar, ¡era una mujer muy atormentada y de cierta forma me causaba lástima! y se preguntaran ¿porqué deshacerme de esta casa?, bueno por razones tan obvias como que el fantasma de ésa mujer, de mi asesina, siempre vivirá en este lugar y ya de por si es difícil verme al espejo y encontrarme con su cara, ¡simplemente necesitaba darle un fin a esta historia y a esta pesadilla!, la casa estaba en silencio, tanto que pude escuchar mi voz interna, hacia tanto tiempo que no sentía esta calma y esta paz, de cierta forma hoy estoy soltera pero mi familia me espera, y a pesar de que camino en la delgada línea de poder dejar todo y reemplazar una vida, ¡jamás cambiaria a mi esposo y a mis hijos por nada!, ¡ellos son mi mayor tesoro!.
Me recuesto a descansar, mañana me espera un día muy ajetreado y si lo pienso un poco, ¡mañana me espera mi nueva vida!.
Esa noche desperté, un ruido en la cocina y un resplandor azul me hicieron levantarme de la cama, era un resplandor idéntico al que vi cuando morí, caminé despacio, baje la escalera, de nuevo la silueta estaba ahí, pero esta vez se movía, parecía que preparaba algo, yo traté de hablar pero no me salían las palabras y mi corazón latía rápidamente, la silueta estaba de espaldas nuevamente pero me parecía familiar, se quedó quieta y se dio la vuelta, tenía dos tazas y servía agua hirviendo, la oscuridad se fue apartando y lentamente pude ver por fin esa figura, miré mis manos y eran distintas la luz estaba invadiendo la cocina poco a poco y ahí frente a mi estaba Laura en su cuerpo y yo estaba en el mío, pude sentir mis manos, mi cara, ella sonrió y dijo -¡lo sé, lo sé, es sensacional poder sentir tu cuerpo de nuevo verdad!, ella acarició su cuello con ambas manos de abajo hacia arriba haciendo un gesto de disfrutarlo, yo estaba temblando ¡de verdad nuevamente estaba en mi cuerpo!, pero ¿cómo explicaría mi muerte, cómo le diría a mi marido, cómo les diría a todos que volví?, no podía hablar, Laura me miró y dijo -¡si lo sé, creó que puedo imaginar todas tus preguntas!,toma asiento te preparé un café, voy a responder a todo y te diré porque tienes de vuelta tu cuerpo, yo caminé en silencio pero más preguntas seguían invadiéndome, quería hablar, quería preguntar, Laura me acercó la taza y el azúcar, tomé la cuchara y la cicatriz en mi mano y mis anillos estaban ahí, levanté la cuchara y pude ver mi reflejo, mi rostro estaba como la noche que morí y sonreí, Laura dio un sorbo a su café y dijo -es curioso como todos de alguna forma fantaseamos con el cuerpo de alguien mas y dejamos de valorar el nuestro, pero supongo que es parte del ser humano siempre estar inconforme, porque es lo que inspira a luchar por más-, yo la mire y sonreí, estaba emocionada, quería correr a casa y abrazar a mi esposo pero pensé ¡y ahora, él esta enamorado de Laura, y cuando me vea a quien va a elegir!, ¿cómo le explicó que se enamoró de Laura pero que era yo? ¡pero que ya estoy aquí!, Laura aclaró la voz y me dijo -¡deja de hacerte tantas preguntas o no entenderás el por qué quiero hablar contigo!-, yo baje la cuchara y preparé mi café, Laura tomó un sorbo y dijo -necesitaba esto, una última noche en mi cocina, una última noche en mi cuerpo, una última noche en mi casa!, antes de cederte mi lugar, y de alguna forma supuse que también tu agradecerías estar una vez más en tu propio cuerpo, pero sólo será esta noche, ¡sabes cometí muchos errores, no sólo contigo sino en mi vida!, alejé a muchas personas y deje que la soledad me consumiera y el aferrarme a Juan era mi última carta, mi último tren, mi última esperanza de tener una vida y una familia, muy dentro de mí siempre pensé que mi amor por Juan seria mi perdición y así lo fue, mírame ahora, estoy como lo dire...¡Muerta, perdida!...Sólo te diré que ya no estoy y lamento tanto haber perdido el tiempo y haber perdido a tanta gente, ahora comprendo que el éxito no se mide en riqueza si no en momentos y de alguna forma tú mejoraste muchos de los míos, ¡le has dado a mi cuerpo las sensaciones que yo siempre me esforcé por darle!, muy en el fondo siempre supe que estaría sola pero jamás pensé que mi desesperación me llevaría por el camino de la muerte o peor aún del asesinato, Laura me tomó de la mano y dijo con una voz entrecortada