La cuarta víctima de Sienna Sullivan fue un chico aspirante a escritor, que sin embargo no tenía futuro ya que no tenía creatividad alguna, sus libros estaban llenos de clichés, demasiado típicos o en su defecto tóxicos y en cuanto al súcubo después de haber seducido el joven pésimo escritor y en cuanto este muchacho hubiera descubierto lo que le iba a pasar ya era demasiado tarde, ni siquiera le hubiera dado tiempo a reaccionar, murió casi de inmediato sin dolor, y en cuanto al súcubo hubiera devorado a su última víctima, al igual que las otras víctimas prácticamente no había dejado nada, aparte de la ropa y su identificación para que fuera reconocido.