Tomo aire y lo suelto de sopetón,marco el número de Jack y suspiro mientras espero a que conteste.
Han pasado dos semanas desde que me desmaye en la escuela,todos estos días han sido demasiado cansados y dolorosos debido a quimioterapia cada dos días.Resulta que el doctor me programo las citas para quimioterapia cada tres días.Hoy es jueves y me toca ir de nuevo y ese es el motivo por el que le estoy hablando a mi novio,resulta que hoy teníamos una salida junto con los demás y yo no puedo ir,y no se que otra mentira decirle.
-¿Amanda,estás ahí?.-escucho desde la otra línea y sacudo la cabeza.
-Si,lo siento me quede pensando mientras contestabas.-le digo sonando como si estuviera en otro mundo.
-¿Estás bien? Te escuchas rara.-pregunta suspirando.
-Estoy bien,no te preocupes.-camino hacia la ventana y observo como el viento sopla las hojas de los árboles.-Te hablaba para decirte que no podré ir con ustedes,surgió un asunto con mi mamá...yo debo acompañarla.
-Entiendo,estás poniendo todo tipo de excusas desde hace dos semanas.-bufa y yo cierro los ojos.-Dime qué te está pasando,ya no sales con nosotros y siempre tienes una excusa porque no quieres ir.
-No es que no quiera ir,Jack.Es solo que he estado ocupada y muy ...cansada.-me tallo el rostro desesperada,ya no quiero mentirle,es como si yo misma me estuviera encajando cuchillos en la cabeza cada vez que le miento.
-¿De qué estás cansada? ¿Acaso lo estas de mi?.-su pregunta me hace abrir los ojos sorprendida,su tono de voz se había elevado.
-¿Qué? ¡Claro que no,Jack!.-me siento en la silla de mi escritorio y suelto otro suspiro.-No me he estado sintiendo bien últimamente,termino agotada cada...cada dia que pasa y más...solo he estado ocupada,¿de acuerdo?.
Otra mentira.
-Esta bien,lo siento es solo que no te veo mucho estas últimas semanas,solo en clases y casi no hablas.-su voz cambia a una un poco más relajada y me tranquilizo.Pero un par de lágrimas bajan por mis mejillas.
Sus palabras me hacer sentir lástima y veo que he estado siendo cruel con él.Sabía que no tenía buena relación con sus padres y yo no puedo estar con él para hacerlo olvidar el infierno que es su casa.
-Lo siento.-le digo con voz apenas audible pero sé que me escuchó porque escucho su sonrisa.-¿Te parece si mañana después de clases vienes a mi casa?
-Claro que si,hermosa.-sonrío sintiéndome culpable y vuelvo a suspirar.
-Te amo,¿lo sabes,no?.Nunca lo dudes.
-Lo sé,te amo Amanda...te veo mañana.-y con esas palabras resonando en mi cabeza le cuelgo y me pongo de pie para brincar a la cama y esperar a que mi madre venga por mi para ir al hospital.
Cada día que pasa se nota más mi estado de salud.Estoy algo más delgada,más ojerosa,mis labios un poco resecos y más débil.Ahora solo pienso en medicamentos,en cada quimioterapia que cada vez son más dolorosas,los horarios de cada pastilla y demás.Estoy agotada.
Me pongo lentamente de pie y me observo en el espejo.Mi cabello se nota menos con el paso de los días.Tomo el gorro negro del escritorio y me lo pongo,lo he estado usando estos días y pasa desapercibido ya que ha estado haciendo frío.Ron me ha ayudado bastante,siempre está al tanto de mi y viene a casa para ver lo de mi cabello,resulta que tiene una prima que es estilista y ella se está encargando de hacer mi peluca con cada cabello que se me está cayendo.
Ver mi reflejo así solo me hace caer a la realidad,estoy muriendo lentamente.
El sonido de mi celular indicando un nuevo mensaje me hace salir de mis pensamientos y camino hasta el escritorio para tomarlo.
Es Aria.
Amiga,¿cómo estás? Ya falta poco para verte de nuevo y también para tu cumpleaños que casualmente es el próximo fin de semana.Cambiando de tema,¿cómo vas con la quimioterapia?.
Sonrío débilmente y le contesto:
Estoy bien,aún sigo viva.Lo sé,es magnífico que vaya a alcanzar a llegar a los 18 años antes de morir,y lo es más el que vas a estar conmigo.Y sobre ese otro tema,cada quimioterapia es dolorosa,estoy cansada.
Su respuesta tarda unos minutos en llegar.
Solo tienes que disfrutar tu vida,y sabes que siempre estaré a tu lado hasta el fin de los tiempos.No puedo imaginarme como te sientes en este momento,pero se que la quimioterapia te ayuda,amiga.
La puerta de mi habitación se abre y se asoma mi madre con una tierna sonrisa.
-Es hora de irnos,cariño.-asiento y me pongo de pie.Bajamos las escaleras y salimos de casa,mi padre ya nos espera en el auto.
En el camino le contesto a mi amiga:
Disfrutare solo meses.Te quiero tanto amiga,no se que haría sin ti.Bien,te dejo porque ahora mismo me dirijo a una quimioterapia.
El camino al hospital duró treinta minutos y ahora nos encontramos sentados frente al escritorio del doctor Arnold.
-De acuerdo,ya puedes pasar a la sala de quimioterapia,Amanda.-me informa el doctor y asiento sin ganas.
Mis padres se quedan en la sala de espera hasta que yo termine.
Me recuesto en la silla inclinada hacia atrás y el doctor comienza a conectarme todos esos cables y por último encaja la aguja en mi antebrazo me sonríe.La quimioterapia duró una hora con cinco minutos.Antes de que el doctor Arnold me ayudara a ponerme de pie lo detuve.