El miedo que él me tenía, lo cegó por completo, nunca entendí el por qué quiso enviarme a un hospital psiquiátrico, yo no estaba loca, solo era diferente a los demas.
Después de escaparme de casa, comencé a trabajar en diferentes lugares, pero no duraba mucho en los trabajos, ya que era menor de edad.
No podía confiar en las personas que me ofrecían su ayuda, tampoco confiaba en la gente con la que lograba trabajar y el miedo a que me descubrieran crecía cada día mas
Era aterrador que en algún momento alguien viera como accidentalmente no controlo la fuerza, era aterrador tener el mínimo contacto físico con alguien. Si tan solo fuera igual a todos los demas, si tan solo supiera controlarme, sería mucho más feliz y no tendría tanto miedo de quien soy.
_¡hey Laura!_ después de tantos años de trabajos, de esfuerzos, pude encontrar uno que en realidad me gustaba, que a pesar de ser fuerte nunca sentí miedo de lastimar a alguien. Por primera vez en mi vida me sentía feliz conmigo misma.
_voy_ a mi alrededor había muchas cajas, pesadas, livianas, grandes, chicas, todas eran diferentes.
Al principio no quisieron contratarme, porque era mujer, una mujer desnutrida y débil. Pero en cuanto pude levantar una caja de 50 kilos con mucha facilidad me contrataron, todos querían saber por qué una chica tan débil como yo podía levantar más de 70 kilos, la única escusa que pude dar, era que cuando era chica levantaba pesas con mi padre.
Todos creyeron la historia que les había contado, pero la verdad es que ni yo sé por qué soy así y tampoco tengo a alguien para preguntarle.
Como todos los días, después de trabajar llegue al departamento en donde vivía. No era un buen lugar para vivir, pero no necesitaba más que una simple cama y algunas cosas para comer. Pero aun que me siento bien con el trabajo que tengo, no puedo dejar de sentir alguna necesidad de saber qué es lo que paso en mi niñez, no puedo dejar de pensar en que hay algo que no encaja en esta historia, o al menos nada encaja en la historia que yo sé.