En libertad [#e3]

Capitulo 8

—Bueno, hoy clase tenemos una invitada especial. Quiero que todos se comporten y reaccionen ante la circunstancia, por favor muestren respeto. —Escuché como hablaba Xavier a su clase, miré mi vestido turquesa una vez más. Estaba lista—Puedes pasar.

Entre al gran aula, me recordaba a la preparatoria y me daba nostalgia. Una vez ya dentro pude ver a los alumnos, eran aproximadamente cuarenta o cincuenta, todos estaban boquiabierta mirándome como si no fuera real.

—Hola a todos.—sonreí sin mostrar mis dientes, ellos al escuchar mi voz por fin reaccionan y comienzan a murmurar cosas entre cada grupo. Un niño que estaba sentado solo sin ningún grupo social a su lado me miraba realmente incrédulo—¿Te encuentras bien?—Le pregunté

—Y-Yoo-o esto-oy colapsan-do—Tragó en seco mirandome directamente a los ojos

Todos se pusieron de pie, e hicieron una reverencia, mostré mis dientes en una sonrisa mientras agachaba la cabeza un poco en respuesta a la reverencia.

—Bueno clase, con ustedes Katherine Mclaren, la Reina del Mundo.—Xavier se puso a mi lado sonriendo con amplitud.

—Es un gusto estar frente a la clase que tanto Xavier alago. Compartimos una cena con mi marido y me ha hablado sobre su investigación hacia mi persona, muchas gracias por tomarse el tiempo de investigarme. Debió ser algo difícil comprender mi historia.

—Y muchos de ellos aún no la entienden. —Bromea su profesor. Todos comparten risas —Bueno, pueden aprovechar este momento para hacer preguntás.

Todos instantáneamente levantaron la mano haciendo que yo retroceda un paso. ¡Jodeer!

—Tú—Señaló a una chica, ella chilla de la emoción y tira de su cabello hacia atrás

—Ante todo hola, la admiro. ¿Cómo reacciono cuando supiste que eras la mate de William Alexander?—Pronuncia su nombre con emoción mientras pone sus manos en el pecho. —Ya sabemos sobre la guerra, y todo aquello pero si podrías dar más detalles, sería genial

—Oh, recuerdo que me estaban golpeando los guardias, por no bajar la cabeza y vino Alexander con la intención de asesinarme y fue cuando se dió cuenta que yo era la mate. Asesinó a quien me estaba golpeando, me pegue el susto de la vida y salí corriendo. Salté de una ventana de segundo piso y trepe un árbol. Al final, me capturaron y todo lo hice para nada pero me dolía todo el cuerpo al día siguiente. —Elevo un dedo—Moraleja; cuando sean indomables intenten no ser tan dramáticos con su cuerpo.

Todos rieron. Xavier negó con la cabeza sentándose en su silla. Me apoye contra la pizarra y señale a otro para que pregunté

—¿Por qué siempre usa vestidos?

—Por que me di cuenta que me hacían ver más delgada. Chicos, cuando uso pantalones parezco una foca andante, y ni de chiste me voy a poner a hacer dieta por lo cual... Los vestidos son la mejor solución.

—¿Cómo reacciono Alexander William ante que eres su mate?

—Como una sanguijuela.—Contesté con seguridad—No se me separaba ni un momento. Era tan tedioso, creo que todos nosotros odian a las personas enpalagosas. Bueno, yo no puedo quejar, después de todo me casé con él.—Me río

—Usted fue a lo largo de su vida dos razas, ¿Verdad?—Un chico mordía su lápiz mientras me miraba, parecía ser que daba nota de mis palabras.

—Niño, si yo fuera Xabier ya te hubiera reprobado.—Puse una mano en mí cintura—¡Fuí cuatro razas y media! Humana, Gwahanol, Demonio, Ángel y contengo sangre licántropa por la marca. Soy como un cóctel andante.

—¿En que se originó el nombre Gwahanol? Intenté preguntarselo a James Deffems pero contesto que fue un capricho de su parte.

Me quise reír, James siempre me hacía ver mal, ahora me toca a mí.

—James es un subnormal que no sabe lo que comió el día anterior —Hago un desden con la mano— Gwahanol fue un nombre elegido por que está en Gales, significa "Distinto" en español, lo puse porque en verdad con James éramos muy distintos por lo cual, me pareció justo poner eso.

—¿Como se Pronuncia esa cosa?—Susurró una chica al fondo del aula, pero la logré escuchar.

—Tú, niña.—La apunto, ella me mira y se ruboriza—Se escribe G-W-A-H-A-N-O-L Pero se pronuncia gra-á-nol.—Hago una mueca—Con el tiempo podrás pronunciarlo.

—¡Reina, reina!—Un chico chillo dejándome sorda, sonreí forzadamente al mirarlo—¿Como la suelen llamar, Reina, Katherine, Mclaren, sra William...?

Bien, esa pregunta no me la esperaba.

—Depende la persona, mi marido me suele llamar Katherine, los guardias Reina, me agrada que me suegra me llame Sra. William, pero solo por qué la molesto a ella. Y obviamente mis hijos me llaman mamá. Ustedes pueden llamarme como quieran, cada uno toma esa decisión.

—¿Tienes en cuenta que si no fueras un ser mítico estarías más arrugada que una pasa de uva?—Preguntó una chica.

Frunci el ceño, esto sería largo...




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