-¿Ashic? ¿Hola? ¿Hay alguien?-Caminaba por las nubes sin lugar alguno a donde ir. Parecía que Alexander me había clavado la daga del sueño profundo. Por lo cual soñaré con alguien pero aún no aparece nadie-¿Hola?
-¿Katherine? ¿Que haces aquí?-Ashic corrió hacia a mí rodeandome en sus brazos. Apoye mi cabeza en su pecho al recibir el abrazo-¡Mierda! ¿Te dieron con la daga que te di, verdad?
-Lo siento, debi ser más inteligente y no lo hice... Alexander me apuñaló y... Perdón Ashic.-Me disculpo negando con la cabeza
-Tranquila, tranquila, no pasa nada, estoy orgulloso de ti.-Besa mi cabeza y luego se separara.-Lo que importa, es que a mi no me invocaron para que esté contigo, por lo cual invocaron a otra persona... ¿Quién?
-Evidente está que aquí entro yo.-Una voz sonó a mis espaldas-Un gusto verlos, pero en especial a ti... Katherine-Pronuncio mi nombre lentamente con burla.
Giro sobre mis talones para verlo, ahí estaba él. Con su ropa rota y un poco ensangretado, tenía tajos por todo su cuerpo y se paraba de una forma bastante extraña, me miraba con ira mientras que su pecho subía y bajaba rápidamente.
-Sr. William.-Solté un suspiro retrocediendo
Jodida mierda, ¿Que hago ahora?
Retrocediendo asustada, tropiezo y caigo de trasero. Él se comienza a acercar rápidamente haciendo sus manos puños. Veo como Ashic se pone alfrente mío y estira completamente sus alas de golpe asustandolo. Él detiene su paso bruscamente al ver a Ashic
-No te acercaras a ella.-Ashic firmemente habla-
-Me invocaron para que yo controle el sueño, no tú. Vete.-Él contesta riéndose burlescamente, Ashic desaparece de mi campo de visión gracias a que Robert lo hecho. Me pongo de pie velozmente al saber que tenía que ser fuerte.
Vamos, sé fuerte que a lo malo hay que hacerle frente.
-Luces mal.-Comenté intentando anular el sentimiento nervioso.
-Probablemente sea por que una estúpida humana, que ahora es híbrida me asesinó a sangre fría y fuí directo al infierno.-Cuando estuvimos cara a cara, me sentí pequeña y enana -Ví todos tus pasos desde que me fuí, haz hecho un vida perfecta. Camille también por lo visto que anda de noviazgo con un tal Xavier.
-Camille siempre fue una perra, que no te somprenda su noviazgo.-Duramente hablo mirándolo a los ojos.
Él me da un cachetazo que hace que gire la cara hacia el lado opuesto. Hice una mueca rápidamente al sentir su fuerza contra mi mejilla.
Volví a mirarlo a los ojos poniendo una mano en mi parte afectada, él toma de mi mentón y acerca su rostro al mío.
-Cuidado tu vocabulario. Nunca me agradaron las personas desubicadas.-
-entonces...¿Como te mirabas al espejo?
Él me volvió a golpear, como utilizó el doble de su fuerza caí al suelo de rodillas, sintiendo mis ojos arder de impotencia. Acaricie nuevamente mi parte afectada y desde el suelo levanté mi cabeza a verlo a los ojos.
-Golpeame, destruyeme, atormentame, No harás nada que alguien antes no me haya hecho.
-Vengo del infierno, Katherine. ¡El infierno!-Agarrá mi cuerpo y lo alza en el aire, intento safar de su agarre pero el me lanza contra una pared. No estaba anteriormente aquella pared lo cual me imagino que él la estaba imaginando y como el maneja el sueño puede hacerlo realidad.-¡El infierno que tú me condenaste!
-¡Yo nunca quise esto!-Grité con dolor-¡Tus pecados fueron quienes lo llevaron al infierno-Él se volvió a acercar, me levantó de un jalón y agarra de mi pelo bruscamente obligandome a que lo mire a los ojos
-¿Qué pecados? ¿¡PROTEGER A MI HIJO DE UNA PERRA COMO TÚ!?
Frunci el ceño
-Yo pude ser una perra pero, no fuí quien lo atormentó toda su niñez, ni lo oblige a creer que las cadenas eran la mejor solución.-Su agarré se hace más fuerte-Yo solo lo liberé de todo atormentó y le jure amor eterno.
-El amor no existe. tú ya deberías haberte dado cuenta-Me tira al suelo de nuevo y gritó de dolor. -Upss, creo que rompí una costilla.
Mordí mi lengua cerrando mis ojos fuertemente apretando mis párpados
-Se regenera. Se vuelve a curar en menos de un minuto.-Hice una última queja para luego suspirar, ya estaba.-No puedes conmigo
-Oh cierto, a ti hay que darte con fuego.
Ay no...
Necesito despertar, de alguna u otra forma tengo que escapar de aquí. Si no me iban a salvar, me salvaré a mí misma.
-¡Hagamos un negocio!-Grité para que no me quemara.-Asesiné a James, lo que implica que tengo el liderazgo de los demonios.-Él bajó sus hombros mostrando interés en lo que decía-Puedo traerte a la vida. Hacer que vuelvas... Con Camille, Alexander, Alicia... Hay una castaña nueva que es un grano en el culo; Johana, es carne fresta, te la entrego.
-¿Cómo me traerías a la vida?-Pregunto bajando el hierro caliente de su mano.
-Yo no puedo traerte, solo puedo romper la barrera de vivos y muertos, tú podrás salir al igual que otros seres, por lo cual solo lo dejaré abierto un minuto antes que salga alguien inesperado. ¿Okay?