KATHERINE
—Ayúdame, dale—Insistí tambaleandome. —La sangre angelical ya está haciendo efecto por suerte.
Allen me estaba ayudando a ponerme de pie dado que yo insistí demasiado para que me deje ir al castillo. Pero después de minutos terminó aceptando
—Arme su tridente, se podrá apoyar en él.—Ofreció pasando una mano en mi cintura para que yo me obtenga soporte.
Movi mi mano en círculos armando el tridente, pero mi poder nunca salió a la luz. Frunci el ceño al mismo tiempo que me soltaba del agarre de Allen para poder intentar con ambas manos.
—¡No, no, no puedo!—Grité—El hielo no fluye, no lo siento—Desesperada comencé a mover mi mano bruscamente intentando utilizar mi poder, pero hacia caso omiso
Caigo al suelo al sentir mis piernas fallar pero Allen me sujeta del brazo y me guía hacia el sofá nuevamente. Sin detener mis brusco movimientos con mis manos lágrimas flotaron por mis ojos haciendo un lento camino por mi mejillas
—Tranquila, los poderes se evolucionan. Probablemente este pasando eso, está evolucionando y necesita que no lo utilices hasta que termine de cambiar. Cálmate —Me tranquilizó aunque su tono era desesperado. No podía contener mis lágrimas, no podía usar mi hielo. Ni podía caminar, no puedo hacer...nada.
—¡No me puedo quedar sin poder mientras que Emily y Alexander pelean a muerte!—Exclamé —¡Perderá a su lobo!
Allen libera un suspiro de frustración y me agarra de los hombros bruscamente para que lo mire;—¡SUFICIENTE!—Era la primera vez que lo oía gritar lo cual causó un sobresalto haciendo que lo mire asustada—¡Dejé de ser tan... Usted! Comience a pensar en usted antes que los demás, ¿Se preocupa por el lobo de William, mientras que a usted no le fluye el hielo? Comience a ponerse en primer puesto de la atención, por que por eso la utilizan tanto, por que es tan buena persona que nunca se toma en cuenta a si misma, esta guerra no es por tu culpa, la supuesta muerte del lobo del Rey tampoco lo es, debe entender que no todo lo malo proviene de su alma o contra tu alma. ¿De acuerdo?
—Pero...
Me abofetea sin ejercer mucha fuerza —¡REACCIONE, ESTA DÉBIL Y SIN PODERES, SI VA SÓLO LOGRARA QUE LA MATEN!
Baje la mirada y dejé de luchar contra él, mis manos se bajaron y descansaron en el borde del sofá y tímidamente mis pies se enriedan entre sí.
—No puedo.
Mi voz salió tan ronca que le impresionó, mis ojos estaban llenos de lágrimas aún que no había expresión alguna en mi rostro. Sentía un dolor profundo en la garganta y eran todas mis palabras atascadas al salir.
Allen se arrodilla entre mis piernas —¿Porqué no?
Cierro los ojos unos segundos manteniéndolos pegados por unos largos e intrigantes segundos. Un sonrisa triste se dibuja entre mis labios apretadose entré si luchando para detener ese sentimiento agobiante y destruido.
—Yo...—Mis palabras se aferraron a mi garganta jurando no salir a medida que recuerdos llegaban a mi mente.
«no eres más que basura al cual el rey por obligación aceptó» Papá... Mi gran héroe con alas término siendo mi villano. Estaba tan aferrará a tener una figura paterna que fui tan ciega y me manipularon de una forma tan... Desgarradora. «¡Te ocultaras en una máscara de niñata fuerte mientras te pudres por dentro!» y tenía razón, tenía absolutamente toda la razón. Esta mascara iba a ocultar mis debilidades pero parece ser que la sobrecargue y se rompió, dejándome vulnerable ante mis demonios, con un débil corazón «Eres una mentirosa, vete del castillo antes que haga una locura» Había hecho tantos males en mi vida, que el peor mal fue mentirle a Alexander cuando ambos en día de la boda juramos no hacerlo. «Eres tan egoísta, en serio pudrete Mclaren» ¿Por qué? Sólo los quería ayudar, sólo sido ser la buena en la história. No... No quise hacer daño «¡PERRA!» Sin embargo a Leah se lo había hecho, le había roto el corazón con mi mentira, ¿Qué iba a saber que secretos de hace diez años atrás iban a fluir? Sé que la mentira tiene patas cortas, pero creí que las patas iban a crecer sabiendo que lo hacía por su bien. «¡Te odio! ¡Te odio!» «No se como alguien como tú podría ser mi amiga» abrí mis ojos lentamente
—Por que siento que voy a caer. Por que soy un maldito edificio en quiebra. Me lastiman, me reconstruyen pero la historia quedará. No importa cuando reconstruyan a ese edificio, no siempre se logra curar todo. Las paredes caerán lentamente y cuando no te lo imagines el derrumbe llegará llevando a la muerte a miles de personas que estaban dentro. —Respiro profundamente —siento que soy el edificio y cuando me tomó tiempo para mi, para pensar en mi persona los recuerdos vuelven y en las paredes de la indomabilidad y fortaleza comienzan a aparecer grietas.