Capitulo veintitrés

Entre la mayoría de las especies humana habían pocas almas bondadosas libre de maldad y de pecado alguno, dónde su aura deslumbra luz y no oscuridad era ese tipo de persona que necesitaba ser amada, cuidada y protegida y nada mejor que un lobo pero...¿Qué sucede cuando un lobo ya no ve el lado bueno de los seres humanos? 

El final es muy triste para personas que no lo merecen.

•••••••••★•••••••••••★•••••••••••★•••••••••••••★••••••••••••

★Rose★

Había perdido la noción del tiempo al haberme quedado dormida en uno de las grandes almohadas que hay en el harem acompañando a María, no sabía que mi alma está tan agotada como ahora tal vez sea por haber pensando demasiado, o por el hecho de llorar, no me gustó mucho la idea de dormirme en ese lugar como tampoco me gusta la idea de que Gaius ahora me esté cargando entre sus brazos para llevarme a mi habitación y que a lado de el este Callum con una María profundamente dormida entre sus brazos. mantengo mis ojos cerrados escuchando amenamente su conversación, no sabía si es que notaron que desperté o no pero por el momento no hablaría no sentía ánimos de hacerlo y en caso tal de hablarle, sabría que Gaius esperaría alguna respuesta de mi parte referente a todos los acontecimientos anteriores.

—Ya todos los emperadores y reyes saben que Slora posee un nuevo emperador—La voz de Callum se escucha diferente en un tono grave—Me han llegado cartas de distintas tierras solo para conocerte.

—Rechazalos, sabemos lo que quieren.—reconocí la voz de Jerome—Cualquiera carta que sea enviada a estás tierras deberán ser quemadas sin objeción alguna.

—Asi se hará alpha, sin embargo hay un problema—estar escuchando me hacía sentír mal, pero si finjo despertarme ahora eso solo me haría recaer en una vergüenza—Saben que hay emperatriz.

¿Emperatriz? 

¡Tu eres la emperatriz Rose! 

—¿Cómo se enteraron Kyle?—lo escuche gruñir, mi corazón late rápidamente, al procesar la información—Quiero una explicación.

—El brujo al que asesinamos dejo escapar una paloma mensajera con la nota correspondiente a la información que encontró aquí—confesó quien ahora sabía es Kyle el lobo de Callum. sentí mi corazón detenerse al escuchar como aún podían hablar con tanta normalidad sobre asesinatos—Yo mismo ví la jaula abierta en dirección al balcón, esto será un gran problema, todos querrán hablar con Rose para que ella interceda por ellos queriendo que los aceptes.

Abrí un poco los ojos y pude contemplar el panorama frente a mi, unos ojos de un color azul miran a María con cariño y el dedo de Callum acaricia con suavidad su mejilla, es Kyle. De un segundo a otro todo en el cambio tanto sus ojos como su forma de mirarla, ya no era el. 

—Parece que alguien se despertó.—habló ahora Callum con diversión, cuando creí que fui a mi persona estuve dispuesta a pedir perdón por escuchar conversaciones ajenas pero el grito de María fue la que llamo la atención ahora entendía porque la risita burlona del castaño.

—¡Sueltame! ¡Bájame!—chilló ella podía percibir la incredulidad en su voz—¿Rose? ¡Rose! ¡Sueltame!

—Shh, tu amiga está descansando ¿No queremos despertarla o si?—la escuché quejarse sin parar, también a Callum riéndose de ella, sin embargo fue algo sorprendente el hecho de que dejara de hacer tanto ruido. 

—Gaius, me retiro tomare otro camino distinto para acompañar a la hermosa damisela así que alpha cuide bien de la amiga de esta chica—dijo con alegría en su voz.—Nos vemos Rose.

Me tense en los brazos de Gaius, podía hasta sentir mis mejillas ardiendo de vergüenza se dió cuenta de que estaba despierta, son lobos después de todo pero el hecho de que su voz sonara tan divertido me hacía creer que disfrutaba eso al menos para estar a lado de María, de una María que conocía la verdad de todo.

—¡Ya lo se todo alpha!—cuando crei que por fin podría irme de este pasillo, la voz de María detuvo a Gaius—Se que ella te pertenece, sin embargo no puedes obligarla a estar contigo.

—Nuestros asuntos se quedan entre nosotros—manifesto con severidad, en ese momento mi piel se erizo por completo—Preocupate por lo mismo estás en los mismo problemas que Rose, Llévatela Callum.

—María hay mucho de que hablar, no me contradigas preciosa o te cargo—ella se quejo, escuché su balbuceo dispuesta a hablar sin miedo alguno conociendo su carácter me veía en la necesidad de levantarme y pararla, pero parecía que Callum se había adelantado.

Pude oír sus pasos alejarse por otro pasillo ya no podía escuchar ambos discutir sin embargo me preocupa dejar a María sola sabiendo todo y sin poder asimilarlo aún todavia, entendía su comportamiento reacio a acompañarlo. 

Cuando ya no se escuchaba nada más que nuestras respiraciones y el silencio cerniendose sobre nosotros fue que reaccione en el momento en el cual Gaius apretó mi hombro suavemente como una lenta y electrizante caricia, abrí los ojos encontrándome con su mirada clavada en la mía.

Sus ojos verdes esmeraldas brillaban en la oscuridad era un color tan atrayente que me gustaba tanto como los ojos de Jerome, no podía dejar de verlo a la vez preguntándome porque yo era su vínculo y no alguien más,  cómo es que un dios me pudo atar a una bestia como el.

Me bajo de sus brazos dejándome a una distancia considerable de el cuando creí que hablaría, el solo me dió una mirada rapida para voltearse a tomar otro rumbo distinto al mío, supuse que no me acompañaría a mi habitación—No puedes escapar de lo que sientes Rose, solo tienes que aceptar que me perteneces.

Llevo mis manos hacia la tela de mi vestido, lo veo perderse por el pasillo hacia el jardín del palacio, quería decirle algo pero aún no estoy preparada para hablar con el, y el en fondo lo sabía, sus ojos me lo confirmaron pero...¿Cuan paciente sería para esperar a que hable? No lo sé. Sin embargo sabía que aún me encuentro bastante confundida como para ir detrás de el y hablar de algo que no he pensando con claridad.