Estoy acostada, con mi vestido blanco hermoso con detalles pequeños dorados, mi cabello rubio suelto a cada lado de mi cara, con mis ojos azules cerrados, con los labios con un poco de color al igual que mi rostro para ocultar la palidez y las ojeras de este, dando la apariencia de un ángel. Un ángel a quien le cortaron las alas hace mucho tiempo…
Y con mis manos acomodadas en mi vientre. Todos pasan uno a uno a verme, vestido de negro algunos con lentes oscuro para ocultar sus ojos hinchados y con un pañuelo en su mano para limpiarse las lágrimas. Abrazándo se unos a otros llorando, dando el pésame a mi madre y hermano, la mayoría está desconcertado y otro simplemente crítica a mi madre por no haber cuidado de mi lo suficiente, pero no tiene idea de nada…
Después de que todos me ven se alejan y cierran mi urna. Me siento sola y con un vacío inmenso. Me llevan a dónde estará mi cuerpo hasta que los gusanos e insectos me coman hasta que no quede nada de mi. Mi madre pide que la deje verme una vez más, llora y se lamenta con desesperación junto a mi hermano, me siento horrible por ello pero no es mi culpa. desgraciadamente no lo saben. No saben que el responsable de mi muerte está entre ellos...