Capitulo IV

Salí del gran hospital, caminé entre personas que estaban tomando aire al lado de pacientes que salían a caminar durante la tarde, sentía el corazón doler, sentía ese nudo en la garganta y las inmensas ganas de llorar no se iban.

Me aleje de todo tanto como me fue posible, me quede de pie apoyado en un gran árbol, una lagrima tras otra iba cayendo en silencio bajo la presión que seguía sintiendo.

—Solo yo tengo la culpa —dije en un susurro y le di un golpe al árbol, el dolor que sentía en ese momento no me quito de la cabeza que fue mi culpa dañar lo que estaba arreglando, eche todo a perder.

Me quedé en silencio tanto como pude, observando hacia enfrente con la mirada perdida hundido en todos esos pensamientos del quizás.

Escuchaba el sonido de mi teléfono, pero seguía tan perdido en mi que llamada tras llamada fui ignorando.

Mire el reloj en mi muñeca, no me sorprendió ver la hora, habían pasado casi 40 minutos desde que había salido de la habitación de Jade, camine de regreso y atravesé el hospital hasta llegar al estacionamiento, entre a mi auto y salí de ahí. Conduje hasta casa, donde volvería a estar solo.

***

—Ryan ¿Has visto a Jackson? —dijo Lucy al verme entrado a la habitación —estaba aquí hace un momento, ¿no lo viste cuando venias?

—No, ¿por?

—No creo que este del todo bien, esto lo está sobrepasando —dijo preocupada

—Deberías llamarlo

—Dijo que saldría a tomar un poco de aire, será mejor dejarlo solo un rato —me senté a su lado y ella recargo su cabeza en mi hombro.

—¿Hablaste con el doctor?

—Sí, dijo que el golpe que recibió al caer pudo ocasionar el estado de coma, pero que ya debió de haber despertado, dicen que… —me quede en silencio tratando de asimilar las palabras antes de decirlas.

—¿qué? ¿es algo malo? —dijo incorporándose para mirarme a los ojos

—Dicen que tal vez ella no quiere despertar —una lagrima bajo por mi mejilla y al instante sentí como sus brazos me rodeaban tratando de calmarme.

—Todo va a estar bien —dijo en susurrando en mí oído —ella lo hará por ti —la abrace tratando de encontrar alivio.

Nos quedamos en silencio al lado de la cama, sería más fácil de llevar todo esto si mis padres estuvieran aquí ya, pero parece que prefieren mas a su trabajo antes que su hija, ¿en que momento su trabajo se volvió mas importante? Ha pasado mas de una semana desde que dijeron que vendrían, ¿Qué esperan?

La puerta se abrió y como si los hubiese invocado entraron ambos a la habitación con cierto aire de preocupación.

—¿Qué ha pasado? —dijo mi madre con los ojos cristalizados llegando a mi lado —¿Va a despertar?

—No se sabe bien —dije poniéndome de pie junto a Lucy — ¿Por qué no han venido antes?

—Tratamos de hacerlo, estábamos arreglando todo para quedarnos aquí con ustedes —dijo mi padre al otro lado de la camilla tomando la mano de Jade.

Mi madre también se acerco a ella —Lo siento —dijo apenas audible mientras se sentaba en donde estaba yo antes —ya no me voy a ir, pero por favor despierta —su voz estaba entrecortada.

Se quedaron ahí, Lucy se despidió en silencio dejándonos ahí.

—¿Qué fue lo que paso? —dijo mi padre quien ahora tenía los ojos rojos

—Intento quitarse la vida, se dio un golpe en la cabeza lo que provoco su estado, dicen que tal vez ella no quiere despertar… Debió despertar hace tiempo. —mi madre comenzó a llorar mientras acariciaba una de las vendas con dolor.

—No se que hemos hecho mal —dijo mi madre aferrándose a Jade

—No es momento para decir ese tipo de palabras, todos cometemos errores, pero intentar cubrirlos con el hecho de que han estado trabajando para darnos todo no va a hacer que Jade despierte —dije con enojo.

—No estamos tratando de cubrir errores —dijo mi madre dolida, contuve las palabras en mi boca, no era el momento ni mucho menos para iniciar una discusión.